Al igual que ocurrió en las décadas de 1960 y 1970, cientos de gallegos vuelven a hacer las maletas para buscar un futuro más próspero en Suiza, país que en la actualidad busca con urgencia operarios vinculados al sector de la construcción para acometer en tiempo y forma grandes obras proyectadas en la región de Basilea. De esta forma, mientras numerosos emigrantes que peinan canas cumplen su sueño de volver a Galicia, o al menos suspiran por poder disfrutar de la jubilación en su tierra natal tras pasar décadas trabajando en el país helvético, nuevas generaciones toman el relevo y abandonan sus lugares de origen para fijar su residencia, al menos de forma temporal, a casi dos mil kilómetros de distancia.
Las cosas han cambiado mucho tanto en España como en Suiza en el último medio siglo, pero algo que permanece invariable es la fuerte atracción que sigue generando este país de Europa Central entre quienes buscan trabajos bien remunerados y mejores condiciones laborales. En lo que respecta al sector de la construcción, Suiza es el país que mejores salarios ofrece a nivel internacional, con retribuciones medias que rondan los 80.000 euros anuales, de ahí el enorme interés que despiertan todas las ofertas laborales que lanzan las empresas allí radicadas.
Un ejemplo lo tenemos en la compañía Bautech, que acaba de poner en marcha una campaña para contratar a entre cincuenta y cien gallegos que estén interesados en trabajar en Basilea, de unos 180.000 habitantes, como albañiles, peones, encofradores, maquinistas y otros oficios relacionados con la construcción. Muy pronto, un directivo de la empresa se trasladará a Galicia para entrevistar a los candidatos seleccionados y, una vez cerrados los contratos, los elegidos se trasladarán a la pujante ciudad suiza para empezar a trabajar en abril en diversas obras proyectadas en la zona.
En la empresa señalan que no importa ni la edad ni saber idiomas, por lo que, en teoría, la oferta de empleo abarca un abanico muy amplio. A cambio, Bautech ofrece un sueldo mínimo de 35 euros brutos por hora, el pago de parte de los gastos en vivienda y transporte público, el abono de dietas y hasta tramitar la documentación necesaria para residir y trabajar en un país extranjero.
¿Por qué la oferta se centra en Galicia? La razón radica en que uno de sus responsables tiene raíces gallegas y ‘tira’ hacia su tierra, aunque en realidad no se trata de un requisito imprescindible para trabajar en la compañía. Los interesados tienen que enviar sus currículums a la dirección de correo electrónico morales@bau-tech.ch.
Suiza es el país europeo que acoge a más emigrantes gallegos, unos 42.000, y ocupa el cuarto lugar en el ranking internacional, solo por detrás de Argentina, Brasil y Cuba. Los residentes con raíces gallegas suponen aproximadamente la mitad de los españoles que se han establecido en el país helvético y su presencia es muy visible en las principales ciudades, donde han ido creando, a lo largo de las décadas, activos centros sociales y culturales en los que se celebran actividades de todo tipo.
Si los sueldos en el sector de la construcción resultan muy atractivos, aún lo son más en otras áreas relacionadas con la docencia, la sanidad o la administración, en las que los salarios medios rondan los 100.000 euros anuales. Esas cifras hay que analizarlas con la cabeza fría y hacer muchas cuentas, porque la vida en Suiza es muy cara, pero aún así la mayoría de los trabajadores españoles radicados en el país coinciden en que es posible vivir muy bien y mantener, además, un notable nivel de ahorro.
Recientemente, la Red Eures de la Unión Europea publicó un largo listado sobre los numerosos puestos de trabajo, más de veinte mil, que ofrece Suiza en sectores que van desde la hostelería o la jardinería hasta la sanidad.
