El PSOE y Más Madrid están envueltos en una guerra por liderar la izquierda en la capital. Los socialistas están atacando los graneros de voto de Rita Maestre. Solo así se entiende que la candidata Reyes Maroto busque la complicidad de la exalcaldesa Manuela Carmena, a la que quiere a su lado y la que sondeó para incluir en la lista del PSOE aunque la titular de Industria se haya retractado después. La propia Carmena, en conversación con Vozpópuli, enfría el interés socialista y zanja que no le apetece posicionarse. Fuentes de Más Madrid consultadas por este diario también negaron la posibilidad de que la exregidora de izquierdas engorde la candidatura de Maroto. El PSOE, que quiere liderar el 'carmenismo', se ha golpeado.
Pero hay más fallos. Fuentes de la interna de la campaña de Maroto contaron a este diario que una de las grandes líneas del plan electoral del PSOE para intentar ganar las elecciones municipales en Madrid iba a ser reivindicar el 'orgullo madrileño'; ese punto macarra de devoción por la ciudad que se ha construido en la mitología urbana a golpe de cañas pese a las imperfecciones de la capital. La candidata de Más Madrid, Rita Maestre, también pelea esa bandera. Y, de momento, la ha ganado.
Solo así se entiende que ante la parodia de Polonia, el programa satírico de la televisión catalana TV3, sobre la vida madrileña aprovechando el polémico anuncio de la Comunidad de Madrid con el cantante Mario Vaquerizo, la respuesta de Maestre haya sido crítica y la de Maroto, aduladora. Otra 'traición' más a los principios de una campaña que no ha arrancado con buen pie desde que el consultor Luis Arroyo, elegido por Ferraz, se apartara de los mandos por desavenencias con el jefe de gabinete de la ministra de Industria. No hace falta reseñar que muchos madrileños, poco importa su adscripción ideológica, han salido en tromba a reprobar en las redes sociales la 'broma' de TV3, que se ríe de los precios del alquiler o de los atascos en la M-30 cuando Barcelona padece idénticos problemas.
La batalla por la primera plaza... de la oposición
En verdad, la principal meta de los socialistas es recuperar el liderazgo de la oposición en el Palacio de Cibeles y, por eso, están disputando a Más Madrid la iniciativa de la campaña del 28-M. En Ferraz y en la siempre convulsa federación madrileña sienta muy mal que el puño y la rosa sea la cuarta fuerza política tras Más Madrid, el PP y Ciudadanos. La desconexión de los socialistas con el pulso de la capital es evidente y los primeros pasos de Maroto lo atestiguan.
La titular de Industria está convencida de que su actuación en el ministerio es su mejor carta de presentación y que los madrileños sabrán valorarlo. Pero ya hay quien lamenta en sus filas su desconocimiento de la vida de la capital. Su campaña estará centrada en los 21 distritos de la capital. Casi habrá 21 campañas diferentes en las que se hablará de los problemas de los barrios. Maroto busca conectar con el cuerpo que dio la victoria a Manuela Carmena en 2019. La idea es trasladar que solo la ministra es la heredera del 'carmenismo' y por eso se vio con ella hasta en dos ocasiones.
En el PSOE son conscientes de que Carmena arrasó más allá de la M-30, donde se encuentran los distritos que la auparon al sillón de mando de Cibeles. Pero también saben que fracasó por sus promesas incumplidas en esos distritos. Por el momento, Maroto no duda en seguir aprovechando el altavoz mediático que le proporciona Moncloa para seguir dándose a conocer. Ya entró en campaña en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros pese a ser el lugar menos indicado.
¿Quién dirige la campaña?
Hasta ahora, la titular de Industria ha podido compaginar sus actos como miembro del Gobierno con los de partido, pero el tiempo apremia. Los roces entre su equipo y el secretario general del PSOE-M y candidato a la presidencia de la Comunidad, Juan Lobato, van en aumento, según fuentes conocedoras de la interna de la candidatura. Por eso, Maroto quiere 'olvidarse' del trabajo del ministerio, que ya ha renovado a buena parte de sus cargos intermedios. Pero, como inciden en Moncloa, solo el presidente del Gobierno decide cuándo pulsa el botón de la renovación del Ejecutivo que propicie la salida de Maroto y la de Carolina Darias, titular de Sanidad, que será la cabeza de la lista socialista en Las Palmas.
Lobato, que niega a Vozpópuli cualquier tipo de desavenencia con Maroto y su entorno, "quiere controlar" la campaña, mientras que la titular de Industria "va más por libre". En ello también inciden los secretarios generales de las agrupaciones, que machacan a Maroto con que debe ser dueña de la campaña. "Tú, tú y tú", le vienen a decir. A los mandos del diseño está Enma López, mano derecha de Lobato que en su día sonó como candidata socialista en lugar de Maroto.
Más allá de los roces con Más Madrid, la candidata socialista quiere a su izquierda unida. No en vano, sabe que es muy probable que se necesiten acuerdos de coalición para desbancar a Martínez-Almeida. Las cosas en Madrid están más abiertas que en la Comunidad, donde la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, tiene a tiro de piedra la mayoría absoluta. Maroto sabe que la campaña la llevará a tomar partido por asuntos que dividen a los madrileños aunque de momento ella se muestra equidistante. Por ejemplo, dice no ser del Real Madrid ni del Atlético. Y tampoco se abre ni se cierra a la ansiada Olimpiada capitalina. Pero sí quiere quedarse en Madrid los próximos años para asentar el proyecto, consciente de que cuatro años no son suficientes. Tanto si llega a la alcaldía, como si se queda en la oposición.
Ratwulf
Maroto está habiendo méritos para quedar la última y por la cola. La última astracanada es reírle las gracias a la xenófoba racista TV3. PS: que te voten Txapote o Puigdemont.
NormaDin
Los últimos restos de decencia y potabilidad sociata en Madrid datan de la etapa de Leguina. El orgullo madrileño ahora se llama Ayuso y esas dos feíllas en competencia no pasan de ser dos burócratas de medio pelo.