España

'Hablamos español' denuncia que la TV de Galicia emite casos falsos de gallegofobia

La asociación acusa a la dirección del programa 'Xente Marabillosa' de mentir a la audiencia y retransmitir un montaje sobre supuestos episodios de discriminación por hablar gallego

Lleva solo cinco ediciones, pero ya ha despertado su primera gran polémica. El programa 'Xente Marabillosa', de la Televisión de Galicia, dedicó su primer capítulo a la "gallegofobia" y, ahora, la asociación 'Hablamos Español' denuncia que la dirección divulgó casos falsos de discriminación, por lo que ha decidido recopilar miles de quejas y entregárselas al ente público con el fin de que rectifique. Además, la organización que defiende el uso del español en aquellas comunidades autónomas con cooficialidad ha denunciado ante la Guardia Civil que su página web fue saboteada al momento de lanzar la campaña de recogida de firmas contra el programa.

Según explica la televisión pública gallega en su propia web, el programa 'Xente Marabillosa' "recoge la reacción de gallegos anónimos y famosos ante situaciones de discriminación". "A partir de testimonios anteriores, el programa recreará situaciones reales, que recoge a través de cámaras ocultas, en un formato de éxito, basado en el compromiso social, que ya ha triunfado en otras cadenas autonómicas, como Andalucía o Canarias", indica el ente público.

Un programa de cámara oculta

Se trata de reproducir situaciones basadas en hechos reales y grabar la reacción de las personas con una cámara oculta para otorgarles o no la medalla de ser una "persona maravillosa".

En este contexto, en su primer episodio, dedicado a la "gallegofobia", se expuso la supuesta situación que le tocó vivir a Montse Irago, una empleada a la que habrían despedido de una consultoría por hablar en gallego a sus clientes. El equipo de la Televisión de Galicia preparó entonces una actuación en una tienda de ropa de Santiago de Compostela. Allí se iba a recrear la experiencia vivida por Irago.

La encargada del establecimiento y la empleada discriminada comienzan su actuación. La primera humilla a la segunda diciéndole que habla la lengua de 'Los Picapiedra', la lengua de hablar con las cabras, la de mugir las vacas

La encargada del establecimiento y la empleada discriminada -interpretada por la misma Irago- comienzan su actuación. La primera humilla a la segunda diciéndole que habla la lengua de 'Los Picapiedra', la lengua de hablar con las cabras, la de los paletos... El resto de la clientela -que no sabe que hay cámaras ocultas- observa con estupor los ataques. Habla de atraso y dice que el gallego da mala imagen a Galicia. Tras humillar a la empleada en público, termina despidiéndola y expulsándola del local con frases hirientes. 

Una de las clientas que presenció la escena en directo acabó interviniendo para después ser aplaudida por el programa: "Perdona que me meta en la conversación, pero no sé por qué le tienes que estar diciendo que hable en castellano cuando estamos en una tienda en Santiago. Igual la que está desubicada eres tú", espetó a la encargada antes de descubrir el objetivo del programa.

La denuncia de 'Hablamos Español'

Ahora, la asociación 'Hablamos Español' ha publicado un vídeo denunciando lo que considera "una burda mentira" y ha dirigido un escrito al director de la empresa, pidiendo que el programa sea retirado y que se reconozca el engaño a la audiencia. "Tanto en la carta como en el vídeo se explica cómo se fabricó el montaje. Su publicación causó una inmediata respuesta de apoyo a nuestra protesta", aseguran desde la organización que preside Gloria Lago.

"En la Televisión de Galicia se practica el nacionalismo lingüístico de manera habitual. Bajo el pretexto de promocionar el gallego, se utilizan mensajes excluyentes y despectivos, ayudándose de plataformas hispanófobas. Pero lo sucedido en la primera edición del programa 'Xente Marabillosa' ha superado todos los límites. La Televisión pública de Galicia ha mentido a la audiencia y retransmitido un montaje", insiste 'Hablamos Español'.

"Hemos publicado un vídeo para mostrar la retorcida y manipuladora puesta en escena de su programa, que sonroja a cualquier persona que tenga la mente limpia y los ojos abiertos. Pero, más allá de esto, lo mollar es que han mentido con total descaro y desprecio hacia su audiencia. La presentadora afirma que Montse Irago ha sido discriminada en los mismos términos que el personaje del programa", esgrime la plataforma que defiende el uso del español.

Y añade: "La realidad es bien distinta. Una simple comprobación en internet lleva a cualquiera que quiera saber más sobre este caso, a la realidad de un inexistente despido por cuestiones lingüísticas. No se trata de que ese aquelarre de humillaciones que ustedes maquiavélicamente han puesto en escena no se haya producido, es que ni siquiera ha habido despido por razón de lengua". Ante esta situación -piden en Hablamos Español- exigimos una rectificación pública y que se diga la verdad. 

Recogida de firmas en Galicia

Sin embargo, el asunto no queda ahí. La asociación ha denunciando ante la Guardia Civil que su página web ha sido atacada cuando trataba de recabar firmas para protestar contra el citado programa. "Desde el momento en que habilitamos el sistema para recoger las firmas desde nuestra propia web y lo empezamos a difundir, comenzaron sucesivos ataques que inutilizaban esa publicación y se sucedían los mensajes y los avisos de quienes no lograban firmar. Nos vimos obligados a deshabilitarla durante casi dos días y crear una web nueva", asegura la organización.

Según Lago, resulta muy difícil difundir lo que pasa en Galicia. "Se critica la campaña para hablar 21 días sólo en catalán, pero pocos saben que es una copia de la campaña '21 días en galego' de la Consejería de Educación gallega, dirigida a los escolares, para que durante ese tiempo no hablen en español con nadie", denuncia. "Llevamos todo el día intentando que en la Televisión de Galicia localice a la dirección del programa, pero no ha habido manera", remata.

El caso de Montse Irago

El caso de Montse Irago se remonta a 2006. Según recoge la prensa local, Irago denunció pública y judicialmente haber sido despedida por motivos lingüísticos de una asesoría. La denunciante, que rechazó los servicios de un abogado y se defendió a si misma en la sala, aseguró ante el Juzgado de lo Social número 2 de Pontevedra que los responsables de la asesoría la echaron únicamente "por falar galego" con sus compañeros y la clientela, ya que no existía ninguna razón más relacionada con su rendimiento laboral o preparación que pudiese haber motivado el despido. Además, sostuvo que un responsable de la empresa reconoció abiertamente estos motivos en una conversación privada.

Sin embargo, dos empleados y tres clientes de la asesoría llamados a declarar por la abogada de la defensa sostuvieron durante la vista que la lengua en la que se expresaba la denunciante no estaba detrás del despido e hicieron referencia a motivos relacionados con su "actitud". Una de las empleadas negó que existiese algún tipo de "prejuicio lingüístico" por parte de sus compañeros o de la empresa, que incluso había recibido una subvención del departamento de Política Lingüística de la Xunta de Galicia para el fomento de la lengua gallega. Y alegó que no la consideraba apta para el trabajo que desempeñaba "por sus actitudes".

Dos empleados y tres clientes de la asesoría llamados a declarar por la abogada de la defensa sostuvieron durante la vista que la lengua en la que se expresaba la denunciante no estaba detrás del despido

En la misma línea se manifestaron el resto de los testigos de la defensa. Según recogió El Faro de Vigo, la única testigo de la demandante, la responsable de la empresa de trabajo temporal que la contrató en nombre de la gestoría, no entró en consideraciones lingüísticas y se limitó a constatar que Montse Irago estaba plenamente "capacitada" para desempeñar el cargo del que fue despedida, como acreditaba su currículum y experiencia durante nueve años en un puesto similar en otra empresa.

Un año más tarde, Irago manifestó que "sabía que el caso estaba perdido, porque mi testigo, el responsable de la empresa de Madrid que me seleccionó y al que se quejó mi jefa, se desdijo en el juicio". "Casos así hay tropecientos mil, pero son difíciles de demostrar, siempre pueden argumentar algo como que no das el perfil. A mí me decían, 'mujer, en la oficina de Lalín todavía, pero en la de Pontevedra...", aseguró.

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