No somos todos iguales y eso lo vemos, primero de todo, entre hombres y mujeres. Hay grandes diferencias y eso podemos verlos en las estadísticas que separan los fenómenos en cómo los experimentan ellos y ellas. De esta manera, en cuanto al sufrimiento se refiere, tenemos necesariamente que inferir que lo enfrentan de diferente manera. De las 11 personas que se suicidan cada día en España, el 75% son hombres. Según esto, las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) nos avisan de lo que nos queda por delante en este 2024: en los tres últimos meses de este año, casi 800 suicidios van a ser protagonizados por varones.
En consulta, el malestar de hombres y mujeres se parece mucho, como explica el psicólogo Enrique Álvarez Hernán. Desde su experiencia, "el malestar suele tener que ver con los vínculos, con las relaciones pero el punto de vista suele cambiar". Mientras que los hombres buscan más ser queridos por su competencia, las mujeres lo hacen a través de su sensibilidad, "por su manera de querer".
"La tendencia que yo localizo es la tendencia al silencio, que es precisamente uno de los riesgos que llevan a la conducta suicida", indica el terapéuta Javier Medina, de Handudy, a Vozpópuli. "Se sienten avergonzados de tener estas emociones duras y entran en depresión, tristeza…" Por su parte, el psicólogo Enrique Álvarez Hernán asegura que los hombres y las mujeres, "en el fondo, tenemos las mismas necesidades emocionales": "sobrevivir, querer y ser queridos", si bien hemos aprendido a resolverlas de maneras diferentes.
Lo hombres solemos vivir la vulnerabilidad en soledad o expresarla solo si nos sentimos en un ambiente "muy seguro" porque reconocer nuestra vulnerabilidad "es como reconocer que no somos competentes", afirma Álvarez Hernán. "Un hombre que no es competente siente que fracasa y cree que va ser rechazado por por los demás", apunta el psicólogo.
Los hombres sulen sentirse valorados por los demás cuando son percibidos como competentes: "La competencia está muy relacionada con el éxito y el poder dentro de un grupo", asegura Álvarez Hernán, de MardeSendas. "A los hombres con poder se les tiene en cuenta, se les cuida y se les tiene respeto".
La psicoterapia ayuda a los hombres a compensar la competencia como la manera de sentirse queridos, con la otra manera que es “querer a los demás”, como afirma Álvarez Hernán. "Un hombre que fracasa tiene miedo a ser rechazado por los demás y esto no tiene por qué ser así".
"A veces hay herramientas de afrontamiento emocional que no se han ido adquiriendo en la infancia, en la adolescencia… que dificulta la gestión de las emociones", indica el terapeuta Javier Medina. "Pero sí constato que las razones que traen a hombres y mujeres a terapia son distintas. Ellos suelen llegar con un bloqueo emocional, de poca expresión de las emociones", asegura.
Los varones tienen "más dificultad para identificar sus emociones", coinciden ambos expertos. "Con una tendencia más habitual a no haberles prestado atención y evitarlas", añade Medina. "Hablar de emociones en mujeres es mucho más frecuente porque lo comparten más fácilmente con las amistades y los familiares".
"¿Qué esconde esta vergüneza que están escondiendo los hombres?", se pregunta Medina. "Evidentemente, es un sentimiento de obligatoriedad social, de cánones sociales, que están impuestos a los hombres y se va transmitiendo de generación en generación".
"Hemos fallado como sociedad, no se les han dado las herramientas suficientes", protesta el experto Javier Medina. "El sistema educativo, familiar, social… castigan al hombre débil y vulnerable, aunque la publicidad y las películas pregonan justamente lo contrario".
"La sociedad exige más a los hombres que a las mujeres", apunta el experto. "Somos una sociedad patriarcal y productiva que te pide que estés al pie del cañón pase lo que pase, y cállate, tira para adelante".