Los restos del general franquista Gonzalo Queipo de Llano, de su esposa, Genoveva Martí, y los del auditor de guerra Francisco Bohórquez, han sido incinerados en el tanatorio de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) y las cenizas han sido entregadas a las familias, han informado a EFE fuentes de la Secretaría de Estado para la Memoria Democrática.
A las 02:20 horas de este jueves 3 de noviembre salían de la Basílica de la Macarena de Sevilla los restos mortales del general franquista Gonzalo Queipo de Llano y de su esposa Genoveva Martí, con lo que culminaba una operación, en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática.
Horas antes, otro coche fúnebre sacó del templo a Francisco Bohórquez Vecina, enterrado en la basílica sevillana.
Ningún representante del Gobierno español ni de las asociaciones de memoria histórica estuvieron en la exhumación de los restos mortales porque no era obligatorio.
La Secretaría de Estado de Memoria Democrática fue la primera institución que recibió el informe sobre la incineración de los restos de los tres exhumados de la Macarena.
Los familiares de los exhumados no tienen la obligación de comunicar el destino de los restos mortales al Gobierno, según la nueva Ley de Memoria Histórica y Democrática, que solo impide que se vuelvan a depositar en un lugar preeminente, según han informado fuentes del Gobierno.
Una vez retirados los restos de la Basílica, la Hermandad de la Macarena ha colocado en el suelo de la capilla donde se encontraban las lápidas una alfombra.
La exhumación de los restos mortales del general franquista Gonzalo Queipo de Llano, han servido para refrescar el origen vallisoletano de este militar, nacido en el municipio de Tordesillas el 5 de febrero de 1875.
Las exhumaciones se han hecho en cumplimiento de la nueva Ley de Memoria Histórica y Democrática, que entró en vigor en octubre de este año y establece que "los restos mortales de dirigentes del golpe militar de 1936 no podrán ser ni permanecer inhumados en un lugar preeminente de acceso público".