La comisión de investigación que se celebra desde enero en el Parlamento catalán ha arrojado pocos datos claros sobre cómo la familia de Jordi Pujol y él mismo han incrementado su patrimonio en distintas cuentas en el extranjero durante décadas. Se esperaba que el asesor fiscal del expresidente Jordi Pujol, Joan Anton Sánchez Carreté, aclarara este lunes –a diferencia de como en el pasado mes de marzo se negó a declarar- alguna pista de cómo se fue incrementando el patrimonio de la familia Pujol y si se cometió un supuesto delito de fraude a Hacienda.
Sin embargo, el que fuera asesor fiscal de la familia Pujol ha vuelto a “refugiarse” en los tecnicismos del lenguaje jurídico para esquivar las preguntas de los diputados catalanes. Precisamente, el diputado ecosocialista de ICV, Marc Vidal, le ha preguntado directamente a Sánchez Carreté: "¿Los 900.000 euros del banco HSBC de Suiza son suyos?".
"Usted continúe con las preguntas y yo continuaré leyendo los artículos porque el otro día estuve calladito 40 o 45 minutos y les escuché"
“La cantidad en Suiza es ínfimamente menor”
A lo que el experto fiscal ha contestado de forma muy rotunda: "Eso que dice usted es mentira. Pero, la cantidad es ínfimamente inferior. La información sobre cuentas bancarias es confidencial y está prohibida la información bancaria y fiscal de las personas por las leyes españolas", ha contestado en su intervención Sánchez Carreté.
Por su parte, desde ERC se le ha cuestionado sobre la compra de dos centrales hidroeléctricas que comportaron una plusvalía de 670 millones y que se investiga si esta operación fue ejecutada según la legalidad fiscal. En su respuesta y en una actitud de soberbia ante los diputados catalanes, el que fuera asesor fiscal de la familia Pujol se ha dedicado a leer, durante un cuarto de hora, el primero de los cuatro artículos sobre jurisprudencia en la materia que llevaba preparada, lo que ha causado el estupor de los políticos.
Además, ha replicado el experto fiscal: "Tengo libertad de entender como yo crea que tengo que entender las cosas. Usted continúe con las preguntas y yo continuaré leyendo los artículos porque el otro día –se refería a la comparecencia del pasado mes de marzo- estuve calladito 40 o 45 minutos y les escuché". El asesor fiscal ha esquivado las preguntas relacionadas con cualquiera de los que han sido sus clientes amparándose en el secreto profesional, pero ha reconocido tener dinero en Suiza. Carreté ya compareció a mediados de marzo en la misma comisión, y no respondió a las preguntas de los diputados "por confidencialidad con los clientes".
Según la declaración en la Audiencia del asesor, pese a gestionar los asuntos fiscales de la familia, nunca tuvo conocimiento de cuentas bancarias en el extranjero
Sánchez Carreté declaró en la Audiencia Nacional
Sánchez Carreté declaró el pasado mes de noviembre como testigo en la Audiencia Nacional y reveló que conoció la existencia de la fortuna opaca de Jordi Pujol "unas semanas antes" de la confesión del expresidentes realizada en julio del año pasado, porque éste le llamó para pedirle consejo. “Y claro, entonces me lo dijo”, aseguró ante los magistrados de la Audiencia Nacional. Según aquella declaración, pese a gestionar los asuntos fiscales de la familia, nunca tuvo conocimiento de cuentas bancarias en el extranjero. El asesor fiscal realizó las declaraciones del Impuesto de Sociedades de tres de las cinco empresas de Pujol Ferrusola hasta el pasado 2003. Cobraba cinco mil euros anuales y la minuta incluía la redacción gratuita de la declaración del IRPF del hijo mayor de los Pujol y su esposa.
Sánchez Carreté acumula además dos condenas firmes por delito fiscal. La primera de ellas fue de dos años de cárcel y multa de 1,2 millones de euros por la venta de dos centrales hidroeléctricas en Palencia, en las que no se tributaron los 679 millones de pesetas de plusvalía. Por este caso acabó indultado en 2009 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, una actuación muy criticada por los grupos de la izquierda catalana. Sánchez Carreté se negó a declarar en una anterior comparecencia de marzo pasado en el Parlament escudándose en que, por ley, como asesor tiene la obligación de obrar con sigilo y reserva y esto pasa por no decir nada en la comisión.