El exministro 'popular', Josep Piqué, ha descartado que vaya a producirse una secesión de Cataluña, aunque reconoce que todo este "desafío político", del que ha responsabilizado tanto a la clase política catalana como a la española, genera "inquietud", y ha pedido a los gobiernos que "piensen en el interés general y no sólo en un determinado objetivo político imposible". En la rueda de prensa de presentación de su informe sobre los Presupuestos de 2016, ha recordado que los catalanes, "como el resto de españoles, tienen el derecho a decidir" reconocido desde 1977 y que, de hecho, lo han ejercido abundantemente, ya que han votado "38 veces en 38 años".
Por eso, considera que lo que hace falta para "generar certidumbre" es que los gobiernos "gobiernen de acuerdo a las leyes, que hagan lo que tengan que hacer, que respondan ante los ciudadanos y que piensen en el interés general y no sólo en un determinado objetivo político imposible" que, además, se está utilizando para "no hablar de la acción de gobierno de la Generalitat o de la actividad legislativa del Parlament".
El exministro del PP ha afirmado que los catalanes, ya han ejercido el derecho a decidir: "Han votado 38 veces en 38 años"
"No vale la equidistancia"
El exdirigente 'popular' también ha subrayado que "todo el mundo tiene responsabilidad" en que se haya llegado hasta este punto, aunque considera que "aquí no vale la equidistancia" porque el Gobierno central "tiene la obligación de cumplir y hacer cumplir la ley" mientras que "en Cataluña las instituciones están teniendo una actitud distinta". Y ésta es, precisamente, la diferencia fundamental entre anteriores tensiones separatistas que han protagonizado territorios españoles y la coyuntura actual: Que "el proceso secesionista se articula desde las propias instituciones, que son de todos y se ponen al servicio de un proyecto político que no es de todos", algo que según Piqué "no sucedía desde 1934".
Además, el vicepresidente del Círculo de Empresarios ha señalado que el Ejecutivo de Artur Mas ha iniciado todo este proceso "asumiendo de manera explícita el enorme coste, no sólo de la desafección entre Cataluña y el resto de España sino, sobre todo, un enorme desgarro interno de la sociedad catalana". Por eso, espera que tras las elecciones del 27 de septiembre todas las partes implicadas en la situación trabajen "con diálogo y sentido común" para que "las instituciones vuelvan a ser de todos" y para "recuperar la cohesión interna de la sociedad catalana y la plena convivencia en libertad". Igualmente, ha subrayado que muchas de las promesas que se están haciendo de cara al día después de los comicios "se hacen desde la clara conciencia de que habrá que incumplir la ley", aunque confía que el 28 de septiembre "eso no merezca ninguna discusión" y "todos se comprometan a cumplir escrupulosamente la ley y las reglas del juego".
El presidente del Círculo de Empresarios cree que desde que "los dirigentes de este proceso se lanzaron por el despeñadero", parece que no hay marcha atrás
En la misma línea, el presidente del Círculo de Empresarios, Javier Vega de Seoane, ha recordado que los catalanes llevan 500 años viviendo "juntos" con los españoles, y que esa relación "ha ido fenomenal a las dos partes", como demuestra el que "Cataluña es una de las regiones más prósperas, modernas, dinámicas e innovadoras de Europa".
"Se han lanzado por el despeñadero"
Vega de Seoane ha reconocido también que tenía la "esperanza" de que el tema se "recondujera" hace tiempo, aunque cree que desde que "los dirigentes de este llamado proceso se lanzaron por el despeñadero", parece que no hay marcha atrás. "Pero confío en que el pueblo de Cataluña, que es muy sensato, se pronuncie en las elecciones y que, con independencia del resultado, se cumpla la ley", ha añadido, advirtiendo de que "determinadas opciones están absolutamente fuera de la ley", ha matizado.
En cuanto al día después de las elecciones, el presidente del Círculo de Empresarios recomienda "trabajar para recomponer" una relación que "ha sido y sigue siendo estupenda" a pesar de "unos miles de personas que, en un lado y en otro y con una actitud seguramente irracional y muy condicionada por el estado emocional", están poniendo trabas a esa relación.