Máxima preocupación en el Gobierno. Un “error” de la exministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, y de la ministra de Industria, Reyes Maroto, podría costarle a España la sede de la Organización Mundial del Turismo (OMT). Arabia Saudí ha desplegado una intensa campaña diplomática para arrebatar la OMT a Madrid.
El palo para nuestro país sería “durísimo”, según admiten fuentes diplomáticas. La OMT es el único organismo de Naciones Unidas con sede en España. Y no solo es un sector clave para la economía española, sino que también arrastra a un amplio número de entidades privadas, como la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), entre otras.
El nuevo jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, trata de apagar un incendio que inquieta en el seno del Gobierno. El origen está en el apoyo que tanto Exteriores como Industria dieron a la candidatura del georgiano Zurab Pololikashvili como secretario general de la OMT.
El error de Laya y Maroto
La posición de España en la OMT depende del Ministerio de Maroto, que promovió activamente la candidatura del georgiano para su reelección el año pasado. Pololikashvili revalidó el cargo con el 76% del apoyo de la organización. Pero fuentes consultadas por Vozpópuli aseguran que Pololikashvili ya se mostraba favorable entonces a un cambio de sede de la OMT de Madrid a Riad. Y España no lo supo ver. Otros fuentes sostienen que en aquel momento era imposible sospechar sobre sus intenciones.
Las autoridades de Arabia Saudí llevan al menos desde mayo enfrascadas en una campaña diplomática para mover la sede de la OMT. Se trata de una estrategia “legítima”, según estas fuentes, pero “cuestionable” cuando el afectado es supuestamente un país amigo; en este caso España. El problema es la posición del secretario general, que según apuntan estas fuentes está alineado con los intereses de Riad.
Albares ha dado orden a las embajadas de que aseguren los votos necesarios para que eso no suceda si finalmente se plantea. Más de 150 personas trabajan en la sede de la secretaría general de la OMT en Madrid. Se trata de un organismo potente. Y perderlo sería un “escándalo”, especialmente para Maroto y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Otras fuentes relacionadas con el mundo del turismo culpan precisamente a “la falta de iniciativa española para la recuperación del turismo” tras los estragos de la pandemia de lo que está ocurriendo. Recuerdan además la polémica salida de Isabel Oliver de la secretaría de Estado de Turismo. Oliver fue recolocada en la OMT con un sueldo de 150.000 euros pagado por el Gobierno español.
Reveses en organismos internacionales
España ha sufrido varios reveses internacionales desde que Pedro Sánchez asumió la presidencia del Gobierno en el 2018. Y en especial durante el mandato de González Laya. La vicepresidenta Nadia Calviño perdió la presidencia del Eurogrupo, cuando contaba con el respaldo de Francia y Alemania; León se quedó sin la agencia europea de ciberseguridad, el exministro Pedro Duque tampoco rozó la agencia espacial europea y la propia Laya tropezó en su coqueteo con la dirección de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El turismo ha sido uno de los sectores más golpeados por el coronavirus. Muchas empresas han echado en cara al Gobierno la falta de “proactividad” para su relanzamiento. También lamentan algunas decisiones que han afectado gravemente a nuestro país, como la cuarentena impuesta por el Reino Unido a las personas que visitaran España este verano.
A pesar de todo, el turismo nacional ha dado un respiro a todas las empresas del sector. Comunidades como Baleares, Cataluña, Andalucía, Canarias o Madrid han experimentado subidas mayores al 100% en pernoctaciones hoteleras con respecto al verano del 2020. Sin embargo, según el Instituto Nacional de Estadística, las cifras de viajeros internacionales son todavía inferiores al 2019, antes del estallido del coronavirus.
El turismo es una industria clave para España. Y representa más de un 11% del Producto Interior Bruto (PIB) de nuestro país.