Macarena Olona ha publicado esta semana un montaje fotográfico de ella besando a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para celebrar el Día del Orgullo LGTBI; Pedro Sánchez acudió a El Hormiguero con una pulsera de colores; Vox está retirando banderas del colectivo de los ayuntamientos; y todos los políticos están haciendo todo tipo de declaraciones sobre la semana más importante para el colectivo. En principio, nada nuevo, el apoyo de todos los años en esta semana. Pero en un análisis un poco más en profundidad se constata que este año "es más exagerado", porque los políticos se juegan mucho en la antesala de las elecciones generales del próximo 23-J.

Por conseguir el máximo número de votos de cara a los comicios, nadie se está quedando callado; ya sea para ir a "a favor" o para ir "en contra", todos están actuando de algún modo, aunque sea de manera un poco "ridículas". Y al colectivo, en general, no le sienta "muy bien" este uso partidista de lo que para ellos es su gran manifestación.

"El orgullo es político, tiene que traspasar las barreras del propio colectivo. Pero es una manifestación de nuestros derechos, y no una fiesta. Cuando se lo toman a la ligera, lo que están haciendo es coger nuestros derechos para utilizarlos como moneda de cambio, con un fin partidista", cuenta a este periódico Jesús Santos, vicepresidente de la Asociación de Familias LGTBI Galehi.

La posición de la agrupación es clara: "Los derechos del colectivo no deberían ser motivo de campaña; y menos aún si son para restar derechos".

Este mismo pensamiento tienen en la Asociación LGTBI de la Comunidad de Madrid Arcópoli, aunque ellos consideran que la politización se está produciendo sobre todo por parte de los partidos de derechas, que o "quieren rascar votos de los que están en nuestra contra", o "se muestran falsos lanzando vídeos de felicitación cuando en realidad quieren restringir nuestros derechos". "Creo que la actitud de la izquierda de los últimos días es solo una declaración de intenciones de su apoyo al colectivo y una respuesta a los actos de algunos partidos", señala a este periódico Luis Fernando Rosales, coordinador general de la asociación.

Y los dos comparten otra idea: "No nos sirve que hablen solo en la semana del Orgullo; es un momento un poco falso. Queremos que se hable de los derechos que nos quedan por conquistar".

El apoyo de la izquierda al colectivo LGTBI

Aunque las asociaciones en general aplauden el apoyo de los partidos de la izquierda a la causa LGTBI, "nada es ni blanco ni negro". Como asegura el representante de Galehi a este periódico, "ni la derecha es tan lesiva ni la izquierda es tan defensora". "Hay puntos que mejorar porque ni siquiera para la izquierda es fácil hablar de nuestros derechos", sentencia.

La principal crítica de esta asociación con respecto a la actuación del PSOE y de Unidas Podemos, los dos principales socios de Gobierno, es el veto a los vientres de alquiler, una problemática que ya contamos en este periódico y que una buena parte del colectivo considera "estigmatizador".

Un 20% del colectivo vota al PP

Esta discrepancia por el uso partidista del Orgullo se produce poco después de que se conociera un dato cuanto menos curioso: la mitad de votos de los miembros del colectivo van para la izquierda, pero un 20% votaría al PP.

Un 27,8% personas LGTBI+ votaría a PSOE y un 22,6% a Podemos por lo que ambas formaciones aglutinarían cerca del 50% del voto de este colectivo, mientras que otro 20% votaría al PP, un 7% a Vox y casi un 5% a Cs, según se desprendía del estudio 'El estado LGTBI+ en España' realizado por 40db para la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+), presentado el pasado 20 de abril.

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