Ni afortunadas compraventa de obras de arte, ni rentables operaciones urbanísticas, ni tan siquiera exitosas inversiones bursátiles. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, Pablo Ruz, señala en el auto dictado ayer por el que ordenaba el ingreso en prisión de Luis Bárcenas que la fortuna atesorara por éste en sus cuentas suizas es de origen delictivo y que, además, no toda procede de las comisiones de la trama Gürtel presuntamente cobradas por el extesorero. El escrito recoge el convencimiento del magistrado de que "en parte" ese dinero tiene su origen en "otras fuentes de ingresos de origen desconocido" también ilegales. De este modo gana fuerza la hipótesis defendida por algunas acusaciones de que la red liderada por Francisco Correa es realmente un apéndice de 'caso Bárcenas' y no al revés, como se ha creído hasta ahora.
Según la contabilidad de la red de Correa, Bárcenas recibio algo menos de un millón de euros. Sin embargo, en sus cuentas suizas ingresó 8,2 millones en metálico
El juez Ruz apuntala esta línea de investigación en la parte del escrito judicial en el que detalla las diferentes fases por las que el exsenador por Cantabria hizo pasar su dinero negro a lo largo de los últimos años para blanquearlo y retornarlo "al sector de la economía real". Así, el magistrado detalla que gracias a la documentación remitida por las autoridades de Berna sobre las cuentas que el extesorero tenía en el Dresdner Bank-LGT y en el Lombard Odier se distinguen claramente tres fases. La dos primeras serían las de "integración o colocación de los fondos obtenidos" de manera delictiva y la de "encubrimiento y estratificación" de éstos. Abarcaría desde los años 90 hasta el estallido del 'caso Gürtel' en febrero de 2009.
Es aquí donde el juez apunta su convencimiento que no todo el dinero que manejó en esta etapa procedía de la trama de Francisco Correa, ya que los datos aportados por la llamada 'carpeta azul' intervenida al integrante de la red Luis Izquierdo sólo recoge supuestos pagos al extesorero de algo menos de un millón de euros. Sin embargo, en este periodo Bárcenas hizo en persona ingresos en metálico en sus cuentas suizas por cantidades muy superiores. Así, señala que durante esos años acudió al menos en 68 ocasiones a ambas entidades bancarias para abonar en sus cuentas nada menos que 8,2 millones de euros. En este punto, el escrito destaca 2003 como el año con mayor cantidad de dinero ingresó: 2,4 millones de euros en efectivo en sólo doce meses. Cifra muy por encima de lo percibido presuntamente de la trama de corrupción.
"Encubrimiento y estratificación"
El juez recuerda también que en este periodo, y más concretamente en la fase de "encubrimiento o estratificación", Bárcenas utilizó "complejas operaciones con el objetivo de ocultar su origen y dificultar la identificación de la titularidad última de los mismos". Es la etapa en la que el extesorero creó la fundación 'pantalla' Sinequanon y empezó a realizar con los "fondos expatriados [...] operaciones financieras especulativas mediante la compra de valores mobiliarios del mercado bursátil". Gracias a ellos, destaca que el exsenador obtuvo unos beneficios de 4,2 millones de euros, una cifra muy alejada de las ganancias que él aseguró que había conseguido con su cartera de valores en una de sus comparecencias ante el juez. Cifras, por tanto, aún muy lejos de las que el político del PP consiguió tener en enero de 2008, cuando el saldo alcanza su máximo: 48,2 millones de euros .
El auto del juez detalla las tres fases por las que el extesorero hizo pasar su fortuna suiza para blanquearla "y su retorno al sector de la economía real"
Por último, tras el estallido de la trama Gúrtel y su imputación, Bárcenas inició una tercera fase de blanqueo para el dinero, en concreto la que el magistrado denomina "integración de los fondos ya blanqueados y su retorno al sector de la economía real". Según el juez Ruz, en esta estrategia se incluyen las transferencias de dinero realizadas, principalmente a cuentas bancarias de EEUU y Uruguay, por valor de varios millones de euros gracias a "estructuras societarias complejas y opacas" creadas por sus testaferros, entre los que el magistrado menciona al broker Iván Yáñez. A ellas se añade el dinero que el extesorero dispuso sólo en el año 2012 en efectivo, y que alcanzó la nada despreciable cifra de 300.500 euros, y el que traspasó a cuentas en España de más de un millón de euros para que tanto él como su testaferro se pudiera acoger a la amnistía fiscal a finales del año pasado.
Según destaca el auto, todas estas cifras ponen de manifiesto un incremento patrimonial "carente de justificación" pese a los múltiples intentos del extesorero en sus declaraciones ante el juez de explicar su origen en un sinfin de negocios que en ningún momento ha llegado a acreditar. El magistrado tampoco considera probada la supuesta participación del ahora preso en operaciones de compraventa de obras de arte ni en operaciones de carácter inmobiliario más allá de las tres enajenaciones de bienes inmuebles que consta en los registros y que, como destaca el el auto de prisión, únicamente le reportaron un beneficio de 324.000 euros a finales de 2006. Por ello, resalta que el incremento patrimonial recogido en la documentación bancaria enviada por Suiza “aparece carente de justificación a través de negocios jurídicos o actividades comerciales lícitas en las que conste acreditada la intervención del imputado”. Ni siquiera con las comisiones de la Gürtel cuadran las cifras.
