El Consejo de Gobierno ha conocido este jueves un informe detallado sobre una importante inversión de 5,4 millones de euros destinada a la incorporación de tecnologías de eficiencia energética en el Instituto Complutense de Alcalá de Henares. Este centro educativo, que ofrece Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato a más de 800 alumnos, ha implementado un sistema innovador para mejorar su sostenibilidad. La instalación de un complejo sistema geotérmico, compuesto por 36 pozos de 125 metros de profundidad, permite aprovechar el calor terrestre para regular la temperatura del edificio.
Esta iniciativa subraya el compromiso con la eficiencia energética y el uso de energías renovables. La geotermia es una fuente de energía limpia y renovable que aprovecha el calor del interior de la tierra. A partir de unos 15 metros de profundidad, la temperatura del subsuelo se mantiene estable entre 15 y 18 grados, independientemente de las condiciones meteorológicas. Este sistema, instalado en el instituto, genera una potencia frigorífica de 242 kilovatios y una calorífica de 310 kilovatios. Además, se combina con una instalación de aerotermia, alimentada por paneles fotovoltaicos, para crear una estructura altamente eficiente que reduce la demanda energética y las emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Cómo funciona la geotermia en el instituto?
El sistema geotérmico del Instituto Complutense aprovecha la temperatura constante del subsuelo para regular la climatización del edificio. Mediante bombas, se eleva o reduce la temperatura del agua que circula por el suelo radiante o refrigerante, según la estación del año. Este proceso proporciona hasta el 80% de la potencia frigorífica y el 100% de la calorífica necesaria. Solo en condiciones climatológicas extremas, el inmueble recurre a la red eléctrica convencional. Además, el proyecto de rehabilitación ha minimizado la generación de residuos, logrando que el 70% de los desechos se destinen a la reutilización o reciclado. La Comunidad de Madrid está llevando a cabo un ambicioso plan de rehabilitación y mejora de la eficiencia energética en ocho institutos públicos de la región. Este proyecto, que implica una inversión total de 28,7 millones de euros entre 2023 y 2026, busca reducir en al menos un 30% el consumo de energía primaria no renovable. La primera fase incluye las obras concluidas en el IES Complutense de Alcalá de Henares, único con energía geotérmica, y otras en curso en el IES Alto del Jarama de Torrelaguna y Salvador Allende de Fuenlabrada. Próximamente, comenzará la segunda fase de licitaciones.
Inversiones en eficiencia energética
La primera fase de este proyecto de mejora energética en los institutos de la Comunidad de Madrid ya ha dado frutos. Además del IES Complutense, las obras en el IES Alto del Jarama de Torrelaguna y Salvador Allende de Fuenlabrada están en marcha, y se han adjudicado trabajos en el instituto Narcís Monturiol, también en Fuenlabrada. La segunda fase, que comenzará pronto, contempla intervenciones en los IES Juan Gris de Móstoles, Las Veredillas de Torrejón de Ardoz, Alameda de Osuna y Mariano José de Larra de Madrid capital. Estas actuaciones representan un compromiso con la sostenibilidad y el ahorro energético.
El enfoque en la eficiencia energética se traduce en una reducción significativa del consumo de energía no renovable. La instalación de sistemas geotérmicos y aerotérmicos, junto con el uso de paneles solares, permite a los institutos públicos de Madrid avanzar hacia un modelo más sostenible. Este proyecto no solo busca mejorar la infraestructura educativa, sino también reducir el impacto ambiental. La apuesta por energías limpias y renovables es una prioridad para la Comunidad de Madrid, que aspira a liderar la transición hacia un modelo más respetuoso con el medio ambiente.
La implementación de tecnologías de eficiencia energética en los institutos de la Comunidad de Madrid es un paso significativo hacia un futuro más sostenible. La combinación de geotermia, aerotermia y energía solar fotovoltaica en el Instituto Complutense de Alcalá de Henares es un ejemplo de cómo la innovación puede contribuir a la reducción del consumo energético y las emisiones de gases de efecto invernadero. Este proyecto, que se extiende a otros centros educativos, refleja el compromiso de la región con la sostenibilidad y la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos.