El Ayuntamiento de Madrid lanza este lunes una propuesta de restricciones al tráfico permanente contra la contaminación con la que se rebajaría la velocidad máxima en la M-30 y en las vías de acceso a la ciudad a 70 kilómetros por hora en ambos sentidos, en vez de los 90 kilómetros hora permitidos.
Se trata del Plan A de calidad del aire, que lo que persigue es bajar la intensidad del tráfico privado motorizado en la ciudad y propiciar la utilización del transporte público o el uso de coches no contaminantes, independientemente de la calidad del aire.
Este plan, todavía sin potestad, se tiene que aprobar en junta de Gobierno y se pretende poner en marcha a partir de 2018. La intención es crear “un nuevo modelo de ciudad de bajas emisiones, basado en los principios de la sostenibilidad”.