Un grupo de vecinos de Rivas-Vaciamadrid, afectados por diversos tipos de cáncer, relacionan su dolencias con las emisiones de la incineradora de residuos de Valdemingómez. Por ello presentaron una denuncia contra el exdirector general de Evaluación Ambiental de la Comunidad de Madrid, al que ahora el juez llama a declarar por un presunto delito de prevaricación. Mientras, los afectados recogen firmas para el cierre cautelar de la planta hasta que se realice un estudio epidemiológico.

Millones de ciudadanos, algo más rurales ahora que el resto del año durante los fines de semana, y los que puedan, acaso durante un mes, a lo largo del recién arrancado verano, comenzarán a lamentar uno de los más prodigiosos hallazgos de la evolución. Sus cuerpos notarán picores, incluso reacciones alérgicas a los venenos o a las secreciones anticoagulantes como las que usan todos los comedores de sangre: mosquitos, tábanos, pulgas, chinches y varias especies de moscas.  

Será la mala conciencia o por un real y desinteresado deseo de hacer el bien a los demás y a los que nos seguirán, lo cierto es que muchas organizaciones, particulares y anónimos han dejado tras de sí un granito de arena – o un pedrusco – para sostenernos sobre la tierra.