Un grupo de una veintena de okupas llevan desde hace meses haciendo la vida imposible a los vecinos del centro de Majadahonda. Los residentes les acusan de robos y el propietario del edificio contrató los servicios de la empresa Desokupa, quienes fueron recibidos de forma hostil y uno de sus integrantes recibió un navajazo. Estos violentos 'inquilinos' reúnen entre todos "más de 250 antecedentes", según ha explicado a Vozpópuli el fundador de Desokupa Daniel Esteve.

El epicentro de este asedio se encuentra en la calle Ciriaco García. Desde hace meses un grupo numeroso se acomodó de forma ilegal en este edificio. Un vecino mayor incluso fue agredido por uno de ellos que finalmente fue detenido por la Guardia Civil pero volvió a los pocos días al complejo. Toda esta situación se fue asentando hasta que el dueño de las viviendas decidió tomar cartas más serias en el asunto. Este hombre presentó la denuncia ante el Instituto Armado la semana pasada que se encuentra esperando la decisión judicial para actuar.

El pasado miércoles, a las seis de la mañana, entró en el edificio, por encargo del propietario, el equipo de Daniel Esteve de Desokupa con 15 empleados. Antes de esta entrada se reunió con los representantes de la Policía Local y la Guardia Civil para conocer de primera mano la situación. "No he tenido ni una sola condena en ocho años que llevo trabajando", recalca Esteve en una conversación telefónica con Vozpópuli.

Un apuñalado en el edificio

Este equipo consiguió soldar la puerta del patio y fue piso por piso solicitando a los okupas que se fueran del edificio. El problema llegó con las represalias de este grupo violento que les tiró piedras y les amenazó con un cuchillo. Es más, uno de los empleados de Esteve resultó apuñalado en esta intervención. También sufrieron los mismos actos la Policía Local y la Guardia Civil que se personaron en la zona, tal como se ha podido ver en los vídeos difundidos por redes sociales que desmienten la versión de los inquilinos que dicen solo haberse defendido. "Pasamos 15 minutos de infierno hasta que llegaron las fuerzas de seguridad. Una piedra del tamaño de una sandía me pasó a un centímetro de la cara", explica.

La idea de esta empresa era ubicar un control de acceso en el edificio y tapiar las zonas comunes con el beneplácito del dueño. Esteve subraya que en ese momento, con la actitud de este grupo de okupas, se les podría haber detenido por amenazas, coacciones, agresión, desobediencia y organización criminal. Después de estos eventos acudieron a denunciar los hechos.

Y es que el grupo de más de una veintena de personas acumula a sus espaldas "más de 250 antecedentes como apuñalamientos, violaciones o robos con fuerza". Desokupa ha presentado una petición de medida cautelar con 14 páginas y está esperando que el juez ordene el desalojo. La empresa volverá más preparada hasta Majadahonda aunque evitan concretar una fecha por motivos de seguridad.

El líder de los okupas acaba de salir de prisión

Se da la circunstancia de que el cabecilla de todos estos ataques del grupo de okupas acaba de salir de prisión y tiene en su palmarés delitos como robos con fuerza, lesiones y apuñalamientos. Estas personas, que llevan en el lugar desde septiembre, han hecho la vida imposible a los vecinos.

Hasta que se resuelva la situación una patrulla de la Guardia Civil permanece vigilando la zona y la Policía Local también patrulla los aledaños. También han sido agredidos periodistas de varios medios que han acudido a Majadahonda para informar de la situación. Por el momento no se ha practicado ninguna detención pero los miembros del Instituto Armado llevan más de 20 identificaciones. La tensión es palpable en la zona y los vecinos explican que solo tienen un deseo: que se acabe la pesadilla que llevan viviendo varios meses.

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