El juez Eloy Velasco investiga entre los sesenta primeros nombres de la 'operación Lezo' a Jesús Trabada, consejero delegado de MINTRA, que fue cesado de manera fulminante por Esperanza Aguirre cuando era presidenta de la Comunidad de Madrid sin que se conocieran las circunstancias de su despido.
El nombre de Trabada podría estar relacionado con la adjudicación del tren a Navalcarnero, pero también con otras operaciones que no quedaron claras durante su mandato, de 2003 a 2011. En esos tiempos se hicieron adjudicaciones millonarias de Metro.
Jesús Trabada Guijarro es en la actualidad administrador y propietario de Bustren PM, una compañía que ha competido con Metro de Madrid en las ampliaciones de algunos de los suburbanos en los concursos internacionales.
Desde MINTRA, fue uno de los responsables desde el año 2003 de la millonaria ampliación del Metro. En el año 2011 la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, le cesó como director de esa empresa y al poco tiempo disolvió la compañía. No se quiso comentar la destitución.
En aquellos tiempos, abril de 2011, se recibió en la Consejería de Transporte y en la Oficina del Consejero Delegado de Metro de Madrid, Ignacio González Velayos, una denuncia sobre varias actuaciones “irregulares” de directivos de Metro de Madrid y de MINTRA, la empresa que llevaba a cabo las ampliaciones de las líneas de Metro de Madrid.
La denuncia indicaba que en las obras de la ampliación de la Línea 2 de Metro de Madrid, al barrio de Las Rosas, podrían existir partidas duplicadas. Por un lado estaban contempladas las adjudicaciones por el proyecto constructivo, y por otro lado las que efectuaba individualmente la propia MINTRA.
Por otra parte, se acusaba a personas del Área de Obra Civil y Comunicaciones de ser los responsables de una empresa llamada ISFER cuyo objeto social coincidía con sus trabajos en Metro. Una empresa contratista de Metro había hecho trabajos en sus fincas particulares sin que hubiera constancia de su pago. También se acusó al entonces gerente de la compañía, Ildefonso de Miguel, de ser apoderado de una compañía llamada Plusminusive que hacía trabajos para la compañía que dirigía.
En 2011 se recibió una denuncia sobre irregularidades de directivos de Metro de Madrid y MINTRA, como la presunta existencia de partidas duplicadas en la línea 2
El consejero delegado de Metro exigió al gerente, sobre el que recaía la responsabilidad de estos empleados, que se expedientara a ambos trabajadores y se presentó una denuncia en el juzgado.
Se cesó a Isabel Retama como secretaria del director general de Obra Civil. El otro empleado denunciado, Enrique Fernández, se jubiló en el verano de 2011. El 26 de Julio de 2011 dimitió Ildefonso de Matías como director gerente de Metro de Madrid.
En aquellos tiempos corrían rumores sobre el reparto que hacían de 'trabajos extras' algunos de los directivos. Las 'zonas de sombras', con ampliaciones de cientos de miles de euros en curso, eran muy extensas en la compañía.
El 14 de septiembre de 2011, tras las informaciones que fue conociendo el consejero delegado de Metro y el consejero de Transportes, Antonio Beteta, se despidió a Ildefonso de Matías, que había dimitido como director general, pero continuaba como empleado de la empresa.
González Velayos solicitó en abril del 2012 la apertura de expediente informativo a otro de los directivos Juan Pablo Alonso Rodríguez, director de Obra Civil, por un aumento de costos, no aprobado por la compañía, sobre el revestimiento de varias estaciones de la línea 2 adjudicado a Vías y Construcciones. Una obra presupuestada en 200.000 euros costó finalmente dos millones de euros.
La impresión que había entre las personas que intentaban limpiar las corruptelas del Metro es que solo se habían tocado las raspas. Nunca se conocieron las razones de la destitución fulminante de Trabada y tampoco se lograron más informaciones sobre la 'zona de sombras'. Las relaciones de Ignacio González, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, con Antonio Beteta no fueron nunca buenas.