El éxito de una operación y la seguridad de sus integrantes puede volar por los aires por una filtración en un momento inadecuado. Filtración interesada... o por un descuido de sus protagonistas. Más aún desde que el uso de las redes sociales se ha extendido y la información circula abiertamente por internet. El Ministerio de Defensa no es ajeno a esa realidad y, por eso, advierte a los miembros de las Fuerzas Armadas de que espías, terroristas y delincuentes indagan en sus cuentas en busca de datos que les ayuden a la obtención de sus fines.
Ese es el mensaje que se recoge en un manual de 32 páginas, editado por el departamento que dirige Margarita Robles con ayuda del Estado Mayor de la Defensa (EMAD) y el Mando Conjunto de Ciberdefensa, y que se recoge bajo el título Guía de buenas prácticas para el uso de redes sociales. Según ha sabido Vozpópuli, se distribuyó entre cuarteles y dependencias militares con el objetivo de minimizar los "graves riesgos" que supone una mala gestión de estos medios, tanto para los militares como para sus familiares.
El manual advierte de que "grupos terroristas, delincuentes y agencias de inteligencia" buscan a través de redes sociales la información relativa al personal de las Fuerzas Armadas. Por eso se insta a los efectivos a no publicar nunca "datos sobre operaciones en curso", tales como localizaciones geográficas, fechas, movimientos de tropas, capacidades militares o nombres. Tampoco material multimedia como fotos o vídeos del que se puedan deducir datos operativos o "comentarios sobre estado moral de las tropas". Por supuesto, tampoco datos personales o los momentos en los que se registran ausencias del domicilio.
La guía recoge casos concretos que ya han derivado en problemas para los usuarios, aunque ninguno referido al personal español. Por ejemplo, el selfie que se hizo un terrorista del Estado Islámico con su geolocalización, que permitió al Pentágono bombardear su posición. O los deslices de soldados rusos en el verano de 2014 que "revelaron la presencia de las fuerzas rusas en territorio ucraniano, contradiciendo al Kremlin".
El prestigio en redes
Las publicaciones en redes no sólo comprometen la seguridad de los miembros de las Fuerzas Armadas; también influyen directamente en el prestigio de un contingente en zona de operaciones entre la población civil. Asimismo, se recuerda al personal de las Fuerzas Armadas que no pueden verter opiniones personales de carácter político empleando su imagen de militar. Y les advierte de que "por el hecho de ser militar, tu reputación influye en la de las Fuerzas Armadas".
La gestión de las redes sociales no se reduce únicamente a la información publicada, también en el uso que se hace de los contactos. La guía insta a los militares españoles a no aceptar solicitudes de amistad de desconocidos e, incluso, a sospechar de las que aparentemente proceden de personas cercanas: "Podemos ser víctimas de un ataque de ingeniería social en el que nos envíen una solicitud de amistad fingiendo ser un conocido".
Por último se incluye una serie de recomendaciones básicas para evitar problemas con la seguridad de las redes, como el uso de contraseñas robustas, evitar recurrir a conexiones wi-fi públicas o configurar la privacidad en plataformas como Facebook, Twitter o LinkedIn.
El ciberespacio en Defensa
El Mando Conjunto del Ciberespacio -constituido en febrero de 2013 con el nombre de Mando Conjunto de Ciberdefensa- es un órgano que depende del Estado Mayor de la Defensa (EMAD) y que asume el "planeamiento, la dirección, la coordinación, el control y la ejecución de las acciones conducentes a asegurar la libertad de acción de las Fuerzas Armadas en el ámbito ciberespacial".
Su actividad es amplia, y abarca desde los grandes conceptos relacionados con el ciberespacio hasta la definición, dirección y coordinación en la concienciación, formación y adiestramiento especializado en materia de ciberdefensa. Y eso incluye a todos los miembros de las Fuerzas Armadas y personal vinculado con el Ministerio de Defensa; también en el uso personal de sus redes sociales.