Mariano Rajoy prepara al detalle su comparecencia del próximo día 26 ante la Audiencia Nacional que entiende el 'caso Gürtel'. Pese a que su declaración es a título de testigo, no se quiere dejar ni un cabo suelto, ya que se trata de un hecho sin precedentes en nuestra democracia. Felipe González declaró en su día ante el Supremo por el 'caso Gal', pero ya había abandonado la Moncloa.
El ex fiscal Jesús Santos, que dirige la defensa del Partido Popular, está al frente del equipo que coordina la asistencia letrada a Rajoy durante su testimonio en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares. Hasta allí tendrá que trasladarse en persona el presidente del Gobierno, ya que el tribunal, con el voto en contra de su titular, Ángel Hurtado, se negó a admitir que lo hiciera mediante videoconferencia.
Tanto desde Moncloa como desde la cúpula del partido en Génova se sigue con atención y se colabora activamente para que este complicado paso se desarrolle por los cauces previstos. En medios próximos a la defensa se sugiere que las declaraciones de los anteriores miembros de la cúpula del partido, Cascos, Arenas, Mayor Oreja, Acebes y Rato, que tuvieron lugar a mediados del pasado mes de junio, también en esta misma causa, despejaron el camino para la testifical del presidente. Los exsecretarios generales y exministros de Aznar coincidieron en forma casi mimética en señalar que la financiación del partido se llevaba exclusivamente desde la gerencia de la formación, y más en concreto, en la persona de Álvaro Lapuerta, quien ocupaba el puesto cuando ocurrieron los asuntos que ahora se juzgan. Lapuerta, de 89 años, está incapacitado para declarar por razones de salud.
"Todo lo llevaba Lapuerta"
Los dos punto de apoyo al presidente, tanto desde la defensa del PP como desde la Moncloa consideran que Rajoy poco puede aportar a lo que se está dilucidando en la sala, ya que el presidente del Gobierno no estaba al cabo de los detalles de cómo se financiaban las campañas electorales del partido en los episodios en cuestión. "Todo lo llevaba Lapuerta" fue el hilo coincidente en todas esas declaraciones. "Es como si llaman a declarar al Papa", señaló el portavoz del grupo parlamentario del PP, Rafael Hernando, al tener conocimiento de la decisión de la sala de convocar al jefe del Ejecutivo.
Rajoy, previsiblemente, optará por esa misma línea. Con relación a los famosos sobresueldos que aparecen en los denominados 'papeles de Bárcenas', los antiguos altos cargos mencionados aseguraron al unísono que jamás habían tenido conocimiento ni han sido objeto de tal práctica.
Es posible que Rajoy sea invitado a explicar la forma en la que el PP decidió prescindir de las labores de Bárcenas, quien sustituyó a Lapuerta en el cargo de tesorero. Una reunión celebrada en el despacho de del presidente, en la que estaban presentes la esposa del Bárcenas, Rosalía, así como Javier Arenas, un histórico que ocupó en su día la secretaría general.ç
Dolores Cospedal dejó claro que allí se acordó mantenerle el sueldo y un coche al extesorero a modo de indemnización
Arenas ya explicó ante el tribunal los detalles de esa salida, una "reunión humana", según su expresión. Dolores Cospedal también declaró sobre ese episodio ante el juez Ruz, y dejó claro que allí se acordó mantenerle el sueldo y un coche al extesorero a modo de indemnización. De ahí salió la famosa frase de 'indemnización en diferido', acuñada por la actual secretaria general del PP, quien dejó bien claro ante el juez que ella no se encontraba en ese despacho cuando se pactó el acuerdo.
La declaración de Rajoy será el penúltimo acto del presente curso político antes de las vacaciones estivales. Dos días después, el 28, se celebrará el último consejo de Ministros de la temporada, en el que el presidente ofrecerá su tradicional rueda de prensa de balance del curso y el Gobierno emprenderá luego su diáspora vacacional pendiente de los episodios que puedan suceder en Cataluña. El día 25 de agosto será la fecha oficial del regreso a la actividad con la primera reunión del Gabinete.