Las encuestas reflejan que la corrupción sigue siendo vista por los españoles como el segundo problema en importancia, después del paro, y que sacude sobre todo al PP. Sin embargo, no es algo que parezca quitarle el sueño a Mariano Rajoy. El pasado miércoles, antes de viajar a Castelldefels con la plana mayor de su partido, mantuvo una reunión con sus presidentes provinciales en las que los asistentes se vieron sorprendidos por varias circunstancias. La primera fue la forma en que el presidente del Gobierno quitó importancia a este problema. “Vamos a ver en la próximas semanas y meses mucho ruido de casos ya conocidos que están investigando los tribunales. El daño ya está hecho, lo importante es que expliquéis en vuestras provincias lo que ha hecho el Gobierno para salir de la crisis y las medidas incorporadas a los Presupuestos”, les instruyó.
El presidente del Gobierno considera que el daño que le ha hecho al PP la corrupción ya lo ha pagado
“A partir de ahora, solo hay que pensar en clave electoral”, añadió el presidente. Rajoy mostró su optimismo por el impacto que tendrán las medidas incorporadas a las cuentas de 2016 –las que favorecen a los funcionarios pueden mover más de tres millones de votos y la subida de sueldo a los pensionistas más de nueve millones– y urgió a su audiencia a que explote al máximo en los próximos meses los acuerdos cerrados por los socialistas con Podemos y otras organizaciones radicales, pues considera que es uno de los principales flancos débiles de Pedro Sánchez. “Nuestro reto es sacar la mayor ventaja posible a los socialistas, nuestro principal enemigo es el PSOE, no nos equivoquemos, pues de la diferencia que consigamos dependerá que gobernemos de manera más cómoda”.
Cataluña, dentro del "contexto"
Rajoy se sirvió para su alocución de un pequeño esquema y después de comentar el tono electoral en el que debe volcarse todo el partido, habló del clima en el que se celebrarán las legislativas. En este “contexto”, palabra que anotaron con sorpresa muchos de los asistentes, introdujo las elecciones previstas en Cataluña para el 27 de septiembre. Y lo que también sorprendió a los presentes fue su falta de preocupación por el desafío secesionista. Rajoy señaló que esta cita era uno de los aspectos principales que diferenciaban estas generales de otras, así como la entrada en escena de Podemos y de Ciudadanos. “El presidente nos dejó pasmados porque mientras la preocupación en el partido por el desafío catalán va en aumento, a él le hemos visto la mar de sereno, como si no le inquietase en absoluto y circunscribiendo su importancia al marco paisajístico de las elecciones generales”. De hecho, el presidente avanzó que Artur Mas, aunque obtenga la mayoría absoluta en las urnas, “no conseguirá ninguno de sus objetivos” porque el Estado dispone de herramientas más que suficientes para impedirlo. “Salimos con la misma preocupación que entramos a la reunión, pero también con la impresión de que el presidente cree que tiene todo controlado y que Mas se hundirá en la miseria porque nada de lo que dice ocurrirá”, afirma uno de los asistentes.
Rajoy anima a los presidentes provinciales del PP a airear los pactos del PSOE con Podemos
Al cónclave convocado en el cuartel general de la madrileña calle Génova, no acudieron destacados dirigentes provinciales, pues casi la mitad de ellos delegó en personas de su confianza, a pesar de que todos sabían que iba a intervenir a puerta cerrada el presidente del Gobierno. Ello también fue motivo de asombro. “¿Cómo vamos a poder movilizar al partido si hay tantos dirigentes que se escaquean de una cita convocada ni más ni menos que por el presidente del Gobierno?”, se pregunta uno de los disciplinados que participaron en ella. En la reunión sí intervino la dirección del partido, encabezada por María Dolores de Cospedal, que hizo de presentadora, y también se dejaron ver la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre, el expresidente balear José Ramón Bauzá y la valenciana Isabel Bonig, el nuevo fichaje que ha sustituido a Alberto Fabra.