El estreno en Netflix del documental de 'Las últimas horas de Mario Biondo' ha enfadado a los padres del cámara que aseguran sentirse "engañados" por la productora. La familia ha anunciado este jueves que podrían interponer acciones legales contra la plataforma. De forma paralela han desvelado que la denuncia presentada en mayo en un juzgado madrileño pone en foco en las irregularidades de la investigación del proceso en España que se cerró como un suicidio.
El bufete de abogados que defiende los intereses de la familia, Vosseler Abogados, ha lanzado este jueves un comunicado coincidiendo con el estreno del documental de Netflix. En él aseguran que han presentado una denuncia en España que se basa "en irregularidades detectadas en la parca investigación inicial realizada en España y el posterior archivo como muerte por suicidio". "Muchas de las pruebas en las que se basa la denuncia de los padres han sido obtenidas del procedimiento judicial llevado a cabo en los Juzgados de Palermo (Italia), que niegan el suicidio de Mario Biondo", defienden.
De igual forma, relatan que en 2022, los padres del cámara, Santina D’Alessandro y Pippo Biondo, firmaron un acuerdo con la productora especializada en podcast española ‘The Voice Village’ para la elaboración de una ‘docuserie’ sobre el caso de su hijo. Nunca conocieron ni entraron en contacto con otras productoras o entidades más allá de ‘The Voice Village’.
El engaño a la familia de Mario Biondo
Sin embargo, a finales de 2022, Santina y Pippo fueron entrevistados por personal que creyeron era de ‘The Voice Village’, revelando información muy sensible e incluso entregando documentación, hasta ese momento confidencial, para la elaboración del documental. Poco después de ser entrevistados y cuando su colaboración ya había finalizado, Santina y Pippo descubrieron que la producción del documental había pasado a ser realizada por la empresa ‘Manguera Films’, uno de cuyos responsables directos era y sigue siendo Guillermo Gómez, ex mánager de Raquel Sánchez Silva, viuda de Mario Biondo.
"Ni Vosseler Abogados ni nuestra clienta, Santina D’Alessandro, madre de Mario, han visto el montaje final de la producción antes de su emisión, pese a pedirlo al emisor (Netflix). Del mismo modo, tampoco hemos tenido conocimiento del uso y/o destino que se le ha dado a la información que se facilitó en su momento, ni a las declaraciones que realizaron ante las cámaras", manifiestan.
La familia de Mario Biondo afirman que nunca hubieran colaborado si hubieran sabido quién estaba detrás del documental. Según su relato, accedieron a la información sensible utilizando "métodos poco éticos y torticero". "Creemos que no es correcto aprovecharse del dolor que provoca la peor tragedia que puede sufrir una familia, la pérdida de un hijo, para conseguir impacto mediático", critican.
Estudiarán el programa de Netflix
"La familia solo quiere saber la verdad de lo que pasó, y así cerrar, que no olvidar, una etapa durísima de sus vidas. Y documentales como este podrían distorsionar esta verdad, único fin que se persigue", lamentan. Y es que tras el estreno del programa de Netflix, los abogados analizarán "pormenorizadamente el contenido de los tres capítulos" y "estudiará y valorará la posibilidad de plantear las acciones que considere oportunas ante la posible parcialidad, si la hubiere, en la producción, basada en inexactitudes, inconcreciones o manipulaciones de la información facilitada por la familia de Mario Biondo".
El comunicado termina con el anuncio de que el próximo 4 de septiembre celebrarán una rueda de prensa conjunta en Barcelona para dar su opinión sobre el documental de Netflix.
La muerte de Mario Biondo se remonta a la tarde del 30 de mayo de 2013 en el domicilio que compartía con su mujer Raquel Sánchez-Silva. Vivían en el número 4 de la calle de la Magdalena, cerca de Tirso de Molina. Ese piso actualmente es una escuela de artes marciales.
El sumario del caso Mario Biondo
Ese jueves la asistenta fue la que encontró el cadáver y el Summa se presentó en el domicilio a las 17.35 horas. Solo pudieron confirmar su fallecimiento y el médico forense situó la hora de la muerte a las cuatro de la madrugada. Mario Biondo estaba en la sala de estar ahorcado en la librería con los pies apoyados sobre el suelo y las piernas semiflexionadas, según el informe de los especialistas.
El expediente judicial fue archivado de forma libre el 16 de julio. Fue catalogado como un suicidio aunque el cámara nunca había expresado intenciones autolíticas ni, según el historial de su ordenador, había buscado formas de acabar con su vida.
