Los Mossos d'Esquadra han detenido a once personas, integrantes de dos ramas de una organización criminal establecida en Barcelona que traficaban conjuntamente con drogas sintéticas, que eran usadas en el ambiente nocturno de la capital catalana.
El valor de las drogas sintéticas intervenidas, entre ellas dosis de metanfetamina en cristal y polvo, y éxtasis, además de algunos gramos de cocaína, asciende a unos 190.000 euros, ha informado hoy la Policía de la Generalitat.
En el transcurso de la operación, realizada el pasado 8 de octubre, en la que se registraron siete pisos del Eixample y uno del distrito de Sants, los agentes arrestaron a once miembros de las dos organizaciones, de edades entre los 30 y los 50 años, y de nacionalidades española, brasileña, dominicana y francesa.
Los Mossos intervinieron 1.432 gramos de metanfetamina, 85,24 gramos de cocaína, 3.741 de éxtasis (MDMA) y 513 gramos de GHB (éxtasis líquido), así como 3.870 euros en efectivo, 11 básculas de precisión y tres patinetes que eran utilizados para transportar la droga hasta los domicilios de los compradores.
Comprar en patinete para escapar
La investigación se inició después de que los Mossos tuvieran conocimiento de que un piso del Eixample se había convertido en un punto de distribución de drogas, y donde diversas personas acudían, en patinete eléctrico, para comprar la droga, especialmente metanfetamina.
El hecho de utilizar estos patinetes se debía a que les daba una mayor movilidad y maniobrabilidad en el caso de que detectaran alguna patrulla policial.
Una organización jerarquizada
El grupo estaba estructurado a partir de un líder principal del que dependían las dos ramas de la organización, con sus jefes respectivos. Los investigados tenían papeles muy definidos, y se repartían las labores, como la preparación de la mercancía y búsqueda de nuevos compradores, además de vigilancia y transporte.
Los miembros del grupo traficaban principalmente con metanfetamina, con cantidades de entre 20 a 50 gramos, con un valor en el mercado negro que podía oscilar entre los 7.000 o 8.000 euros. Los receptores de la droga la distribuían, a su vez, a los consumidores finales.
Se da la circunstancia de que en uno de los domicilios registrados encontraron al jefe de la organización, que tenía las maletas preparadas y que había saltado por el balcón de una de las habitaciones, que daba a un patio interior con un lavadero, donde estaba tirando posibles sustancias estupefacientes por el sumidero.
Los detenidos pasaron a disposición judicial y el juez decretó el ingreso en prisión para cinco de ellos y la libertad con cargos para el resto.