La OTAN habla sin rodeos: su objetivo inmediato es plantar cara a Rusia y que Vladimir Putin repliegue las tropas que mantiene en la frontera este de Europa. Y, para ello, la Alianza ha relanzado su actividad en redes sociales, manifestando las actividades que lleva a cabo para “disuadir” a Moscú. Es aquí donde entra en juego el Ejército del Aire. La organización liderada por Jens Stoltenberg ha lanzado una campaña inspirada en la actividad de los pilotos españoles para enseñar cómo se interceptan los aviones rusos que incumplen la normativa internacional de vuelo. Una misión que España ha desempeñado en los países bálticos y que próximamente lo hará en Bulgaria.
El Ejército del Aire mantiene una serie de misiones permanentes en territorio nacional para salvaguardar la seguridad de España, pero al mismo tiempo participa en diferentes despliegues internacionales bajo el paraguas de las organizaciones de las que forma parte o en apoyo a otros países aliados. Los cazas vienen poniendo a prueba sus capacidades en los últimos años en los bálticos -y en 2021 también lo hizo en Rumanía-, donde ejercen de policía aérea ante los frecuentes vuelos militares rusos que no cumplen con las reglas establecidas.
Su actuación orbita en torno a un grito de alerta, “¡alfa scramble!”, que obliga a sus pilotos a ponerse a los mandos de sus cazas de combate y a despegar en menos de 15 minutos para poder interceptar las aeronaves. Son aviones rusos que vuelan desde la Rusia continental hasta Kaliningrado sin cumplir con los requisitos: haber tramitado un plan de vuelo, llevar el transpondedor (identificador) activado y estar en contacto con los controladores aéreos.
El pasado mes de julio, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue sorprendido por una alerta real que obligó a suspender su rueda de prensa en la base aérea de Šiauliai, en Lituania, desde donde operaban los cazas del Ejército del Aire. Durante los cuatro meses que se prolongó la misión, los pilotos españoles se vieron obligados a intervenir hasta en 26 ocasiones para identificar los aviones rusos y acompañarles hasta que abandonasen la zona; cifras que, unidas a los ejercicios de práctica desarrollados, se tradujeron en 750 horas de vuelo durante la misión.
Tensiones OTAN-Rusia
Y ahora que la OTAN está inmersa en un proceso de poner sobre la mesa todos los esfuerzos que se llevan a cabo para disuadir a Vladimir Putin, ha recuperado las imágenes de la misión española para explicar cómo se interceptan los aviones procedentes de Rusia. El contexto no es casual, en un momento en que la Alianza y Moscú tensan sus relaciones a partir de los acontecimientos vividos en Ucrania, que se traducen en una escalada del número de efectivos a ambos lados de la frontera este de Europa.
Un despliegue por tierra, mar y aire. En tierra, Estados Unidos ha anunciado que enviará 3.000 efectivos para desplegarlos en bases estratégicas del Viejo Continente; cientos de militares españoles se encuentran de forma permanente en Letonia. Mediterráneo y Mar Negro son los escenarios donde diversos buques de la Armada Española -incluida la fragata Blas de Lezo- se integran en misiones de la OTAN. Y, por aire, ya se ha activado el despliegue en Bulgaria, donde España se ha ofrecido para enviar sus cazas de combate para cumplir con la misión de policía aérea.
La OTAN aprecia las capacidades ofrecidas por el Ejército del Aire, como ha manifestado en su último vídeo distribuido por sus canales donde muestra cómo se interceptan los aviones rusos. Las imágenes las protagonizan los cazas españoles que se desplegaron en los bálticos, y muestran algunas de las intervenciones reales llevadas a cabo durante su misión. “Los aviones militares rusos operan en el área”, describe la Alianza. “Algunos no responden a las llamadas mientras transitan por el mar báltico”. En el vídeo figuran cazas de combate rusos.
Tras mostrar la actividad de los pilotos españoles, la Alianza Atlántica advierte: “Las interceptaciones envían un mensaje: las fuerzas aéreas de la OTAN están en permanente alerta y preparadas para proteger el espacio aéreo aliado”. Un mensaje que adquiere una notable trascendencia en el contexto que Rusia y la OTAN atraviesan actualmente… y que se inspira en la actividad del Ejército del Aire para enseñar cómo se interviene tras detectar a los aviones rusos.
