Siete en 33 días. Esa es la cifra de actos oficiales en los que el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, ha estado presente desde el viernes 1 de enero, ninguno en lunes.
En plena tercera ola de la pandemia y ante la difícil situación que atraviesa el país, el líder de Podemos solo ha aparecido en público en contadas ocasiones desde el comienzo del año hasta este viernes 5 de febrero. La última, en el Congreso de los Diputados durante la sesión de control al Gobierno del pasado miércoles.
Esta semana, y según la agenda de Moncloa, Iglesias únicamente tuvo otro acto: el martes participó en la entrega de la medalla y distinción especial que la Unión Nacional de Jefes y Directivos de Policía Local (Unijepol) concedió a la Dirección General de Derechos de los Animales por su trabajo en protección animal durante la pandemia de covid-19.
Preguntados por este asunto, desde la formación morada insisten en que este goteo en el número de actos oficiales no demuestra la actividad real del vicepresidente segundo del Ejecutivo y defienden que aunque no aparezca en la agenda que cada día publica La Moncloa se encuentra inmerso en negociaciones con otros actores. También, remarcan en conversación con Vozpópuli, los lunes mantiene reuniones con sus socios del Gobierno de coalición, así como con su equipo ministerial y con trabajadores del partido.
Antes de los citados actos su agenda solamente estuvo ocupada por un par de apariciones en televisión. El jueves 28 de enero y tras una semana sin aparecer en el listado de actividades diarias del Ejecutivo, el ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 fue entrevistado en Planta Baixa de TV3, donde llegó a asegurar que la concesión del tercer grado a los líderes del procés es “la mejor noticia para la democracia”. 11 días antes, el domingo 17, apareció en el programa Salvados, en el que protagonizó una sonada polémica al comparar al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, con los exiliados republicanos.
Un mes sin actos oficiales
Las pocas apariciones del vicepresidente segundo del Ejecutivo no se ciñen únicamente a estos últimos 30 días. También entre diciembre y enero estuvo totalmente al margen de la agenda del Ejecutivo llegando a acumular un mes sin actos oficiales de ningún tipo. Su primera aparición desde el 18 de diciembre, cuando presidió la reunión de la Conferencia Sectorial de la Agenda 2030, fue el viernes 15 de enero. Ese día participó telemáticamente en la reunión del Consejo Interterritorial de Servicios Sociales y del Sistema para la autonomía y la atención a la dependencia.
El papel de los ministros de Podemos en el Gobierno de coalición ha sido objeto de numerosos debates desde el inicio de la legislatura. Iglesias compite en el hemiciclo con tres vicepresidentas -Carmen Calvo, Nadia Calviño y Teresa Ribera- y es Yolanda Díaz, al frente del Ministerio de Trabajo y con más actos oficiales que Manuel Castells, Irene Montero o Alberto Garzón, la única que ocupa un peso importante en el Ejecutivo.
Las diferencias y enfrentamientos entre los socios de Gobierno no han cesado y en las últimas semanas Iglesias fue protagonista de un nuevo choque con el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivà. El líder de Podemos presumió de haber derrotado al expresidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) en lo referente a la reforma de las pensiones y se mostró “muy satisfecho” con que en la propuesta que Moncloa envió a Bruselas, según él, no se incluyese esta medida. Horas antes de que el vicepresidente segundo del Gobierno se mostrase victorioso y ante la polémica surgida en torno a este asunto, Escrivá pedía “escuchar al ministro responsable y no al que viene de otros sitios”.
Este pasado sábado, Iglesias volvió a la carga con otro asunto que también está siendo motivo de discrepancias en el seno del Ejecutivo de coalición: la Ley de Vivienda. Durante un acto electoral en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) Iglesias ha advertido al PSOE de que la regulación del mercado del alquiler es una "cuestión de lealtad" y ha instado a la formación que de Pedro Sánchez a cumplir con el programa de coalición.