España

Los seis meses de espera para ser pareja de hecho impulsan a casarse en los pueblos

Darse el sí quiero en las grandes ciudades se ha convertido en un laberinto burocrático, lo que ha empujado a cientos de novios en toda España a casarse por lo civil en distintas áreas de nuestra geografía

  • Un hombre y una mujer firman los papeles para darse de alta como pareja de hecho.

La sociedad en la que vivimos le pone trabas hasta al amor. Casarse es una opción cada vez menos frecuente entre los jóvenes, que optan por darse de alta como parejas de hecho. Esta ceremonia, aunque más austera y sobria, está exenta de todo matiz religioso, además de ser una alternativa muy económica para novios que quieren hacer oficial el cariño que se tienen sin poner en riesgo sus cuentas corrientes. Sin embargo, en los últimos meses, los tiempos de espera para obtener una cita han crecido tanto que muchos españoles han tomado una decisión radical.

Andrea y Carlos se conocieron en Tinder hace un año. Tras varias citas que podemos calificar de correctas, emprendieron juntos la aventura del querer. Él es de Perú, y la necesidad de un visado los empujó a tomar la decisión de hacerse pareja de hecho. Cuando pusieron en marcha los trámites, la vida les dio un bofetón de realidad. Tenían que esperar medio año para poder firmar los papeles en el Ayuntamiento. Un tiempo que Carlos no tenía. Así que, como estaban tan convencidos, decidieron casarse, siendo esta una idea que al principio no manejaban.

A Guillermo y María les pasó algo similar. Un amigo en común los presentó en semana santa de 2021, y cuando querían darse cuenta estaban desembalando sus cosas en el piso que acaban de alquilar en común. Él le pidió, con su respectivo ritual, que afianzasen su relación inscribiéndose en el registro como pareja de hecho. Cumplían con todos los requisitos que pide la Comunidad de Madrid (CCAA donde ambos residen), sin embargo, cuando presentaron toda la documentación junto al formulario de solicitud, la cita que recibieron del registro superaba los seis meses, por lo que optaron por irse al pueblo natal de María, en Castilla-La Mancha, para casarse por lo civil.

Un plan que cada vez y más personas están poniendo en marcha. Y es que si, estas semanas hemos contado en Vozpópuli lo mal gestionadas que están las citas previas en muchos organismos estatales, toca poner el foco de igual modo en las distintas Comunidades Autónomas, responsables del registro de parejas de hecho, que desaniman y de qué forma a tantos novios en toda España.

No es baladí afirmar que, a excepción de la ITV, la aventura de conseguir una cita previa para cualquier gestión en este país es una tarea titánica. Las parejas de hecho son solo el último eslabón de una cadena completamente disfuncional. Es inadmisible que haya personas esperando meses para tramitar peticiones en extranjería, Agencia Tributaria, SEPE o Seguridad Social.

Vuelta a la España rural

Este retorno al hogar de muchos ciudadanos para casarse por lo civil tiene una sencilla explicación, y es que en una semana puedes tener fecha para tan ansiada ceremonia en la inmensa mayoría de Ayuntamientos. A estas localidades les viene genial que las parejas decidan acudir allí para acelerar los trámites, ya que implica una inversión y un gasto por parte de los contrayentes que, de otro modo, no tendrían.

María y Guillermo contaban con un presupuesto muy pequeño para la celebración, puesto que su situación actual es la de vivir al día, sin muchos caprichos. De haber podido inscribirse como pareja de hecho en Madrid, solo podrían haber invitado a familia y amigos más íntimos, dejando de lado a muchos conocidos que seguro querían brindar con ellos en tan ansiada fecha.

Por el contrario, en el pueblo de María, los precios del asador que eligieron fueron mucho más asequibles que el restaurante que tenían fichado en la capital. Al final, decidieron hacer un esfuerzo e invitaron a casi veinte comensales más, algo impensable de haberse llevado a cabo la unión en Madrid.

En bastante menor medida, también hay personas que han decidido realizar alguna de las gestiones que hemos comentado arriba en organismos estatales de otras ciudades o enclaves españoles menos solicitados. Pasa especialmente con gestión de pensiones y prejubilación.

Ventajas de hacerse pareja de hecho

Además de ponerle forma y letra a la unión, inscribirse en el registro como pareja de hecho ofrece una serie de ventajas que pueden declinar la balanza de aquellas personas que duden de si emprender el camino o no. Por ejemplo, y aunque resulte contradictorio del fin primordial, es más fácil disolver esta unión que un matrimonio. Los contrayentes tendrán derecho a los permisos laborales en caso de enfermedad o fallecimiento del cónyuge. Así mismo, podrán acceder a la pensión compensatoria o de viudedad.

Por último, en caso de tener hijos, los derechos y obligaciones son exactamente los mismos que en el matrimonio. En el caso de ruptura, si no hay acuerdo en la custodia, el juez podrá decidir sobre la misma y el régimen de visitas, así como sobre el subsidio de manutención.

Requisitos para hacerse pareja de hecho:

• Ser mayor de edad o menor emancipado.
• Convivir en pareja de forma libre, pública y notoria, durante un período ininterrumpido de doce meses.
• Al menos uno de los miembros de la unión de hecho deberá estar empadronado y tener su residencia en alguno de los municipios de la Comunidad Autónoma elegida.
• Estado civil: soltero, viudo, divorciado o separado judicialmente.
• No estar unidos por vínculo de parentesco los miembros de la pareja (hasta tercer grado).
• No formar unión de hecho con otra persona.
• No estar inscrita la unión de hecho en el Registro de otra Comunidad Autónoma.
• No estar afectado por una deficiencia o anomalía psíquica que no permita prestar consentimiento a la unión válidamente.

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