Mariano Rajoy dijo este lunes durante un desayuno informativo celebrado en Madrid, el primero al que asiste como protagonista desde que asumió la Presidencia a finales de 2011, que no tiene previsto hacer cambios dentro del PP, “ocurra lo que ocurra” en las elecciones del próximo 24 de mayo, aunque matizó más tarde que, aunque estuvieran en su cabeza, nunca los desvelaría por anticipado. Sucede que todos los barones del partido están pendientes de su examen de mayo y también de lo que suceda en Castilla-La Mancha donde, a pesar del cambio de la ley electoral, las encuestas reflejan unos resultados muy ajustados para María Dolores de Cospedal.
Las encuestas reflejan un resultado muy ajustado para Cospedal en Castilla-La Mancha
En el PP se da por hecho que si Cospedal no alcanzara la mayoría absoluta en la comunidad que ahora gobierna, dimitiría como secretaría general la misma noche electoral. Ante esta previsión, la pugna por el cargo y también por el control del partido, ha comenzado. Eso explica no solo la campaña que sufrió hace algunas semanas a mano de quienes culpan de los problemas a los que se enfrenta Rajoy al desgobierno que hay en el cuartel general de Génova, 13, y también la presencia en Madrid, cada vez más frecuente, del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Curiosamente, fue uno de los pocos barones que este lunes no asistió al desayuno ofrecido por Rajoy, ausencia que justificó por su interés en presentar a Elena Muñoz como candidata de su partido en Vigo.
Feijóo ya dejó su huella en Madrid el pasado día 8 cuando, después de admitir que la financiación del PP había sido un “error”, se puso a disposición de Rajoy: “Estoy para ser útil a Galicia y al presidente”, respondió al ser preguntado por la posible sucesión de este último. Destacados compañeros de formación interpretaron sus palabras como un claro ofrecimiento a ocupar un puesto de relevancia en el partido como paso previo a su inclusión en las listas electorales y a pegar el salto a la política nacional, en un momento en el que se detectan violentas turbulencias en las filas populares y abundantes dosis de nerviosismo ante el ciclo electoral pendiente.
Los barones culparán a Rajoy de su posible derrota
Fuentes del PP consideran que si el 24 de mayo el partido pierde gran parte de su poder territorial y no consigue ser el más votado en el conjunto de España, habrá barones regionales que culpen de la derrota a Rajoy y la pelea por el cartel de las legislativas solo podrá evitarse si se adelantan las elecciones. El presidente no descartó este lunes convocar a las urnas el 27 de septiembre, la fecha fijada por Artur Mas para celebrar la consulta catalana, mientras en el Gobierno se confirma la intención de declarar hábil a efectos parlamentarios los meses de julio y agosto para encajar todas los proyectos de ley que están pendientes de aprobar en Las Cortes.
"Yo solo confío en Soraya y en María Dolores", se le ha escuchado decir al presidente en la intimidad
A la espera también de lo que ocurra en Castilla-La Mancha en menos de un mes está el Gobierno y, especialmente, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, interesada en colocar como secretario general del PP al actual ministro de Sanidad, Alfonso Alonso. Ex alcalde de Vitoria y exportavoz del Grupo Popular en el Congreso, es un hombre de su entera confianza, con el que tendría garantizada la coordinación entre el Gobierno y el partido hasta el final de la legislatura.
Si la autoridad de Rajoy no quedara diezmada después del 24-M y se confirmara el batacazo de Cospedal, ¿a quién apoyaría el presidente como secretario general? Hace un año, alguien le escuchó decir en la intimidad: “Confiar, lo que se dice confiar, yo solo confío en Soraya y en María Dolores”.