España

Sánchez repesca a Bolaños tras castigarlo por el 'lío' del 2 de mayo y enterrarle durante la campaña

El presidente del Gobierno sabe que el ministro de Presidencia tiene callo negociador y, por eso, será una de las voces para conversar con Junts junto al PSC

  • El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños -

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está decidido a repescar a su ministro de Presidencia. El líder del PSOE castigó a Félix Bolaños tras el incidente de la fiesta institucional del 2 de mayo, cuando intentó colarse en la tribuna de autoridades sin invitación previa. En Moncloa lamentaron la torpeza de Bolaños, porque solo sirvió para inflar a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, en plena precampaña de las elecciones municipales y autonómicas del 28-M en las que el PP arrasó. Aquella pasada de frenada, como algunos socilistas recuerdan el incidente, le supuso el ostracismo.

Desde entonces, Bolaños perdió peso. No solo dentro del Gobierno, sino durante las campañas, en las que apenas tuvo actos. Es más, tuvo que salir del foco tras estallar el escándalo de supuesta compra de votos del PSOE en Mojácar (Almería), porque apareció por redes un vídeo de una intervención suya en aquella agrupación junto al cabecilla de la trama.

Pero Sánchez sabe que el ministro de Presidencia tiene callo negociador y, por eso, será una de las voces para conversar con Junts junto al PSC. Su entorno ni confirma ni desmiente que vaya a tener ese rol. Pero las fuentes consultadas en Moncloa le señalan. Lo cierto es que Bolaños lleva casi toda la legislatura negociando con los grupos parlamentarios decenas de leyes. Él, junto a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, forma parte del núcleo negociador del Gobierno. Por eso no sorprende que Coalición Canaria anunciara una llamada de Bolaños. Incluso desde EH Bildu, que ya ha dado su 'si' a Sánchez, insinuaron también haber hablado con el titular de Presidencia.

Moncloa quiere discreción

Pero en Moncloa están instalados en la discreción. No quieren que nada ni nadie torpedee sus planes. Las conversaciones formales no arrancarán antes de que se constituyan las Cortes, el próximo 17 de agosto. Pero nadie niega que los socios de la coalición ya están sondeando a Junts, cuyos 7 escaños son imprescindibles para que Sánchez permanezca en el poder. Es más, en Sumar ya hay intermediario oficial: Jaume Asens. "Es un buen abogado que conoce el entorno de Junts. Hoy puede ayudar a aplanar el camino y creo que En Comú Podem tiene la obligación, tras quedar como segunda fuerza, de aportar personas y soluciones que ayuden a constituir el gobierno. El PSOE hará lo que considere y también estará bien", apunta una fuente relevante de Sumar.

Félix Bolaños, ministro de Presidencia, y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno /Europa Press.

En efecto, tanto el PSOE como Sumar han activado a sus almas catalanas -el PSC y los 'Comunes'- para entablar contacto con el expresidente catalán huido de la Justicia tras el punto álgido del procés, en 2017. Tanto Pedro Sánchez como Yolanda Díaz saben que necesitan la abstención de Junts para reeditar el ejecutivo. Sumar fue el primero que anunció intermediario. Aunque Junts, a última hora del lunes, negó cualquier contacto oficial con el partido de la vicepresidenta. Junts, no obstante, está dispuesto a entablar diálogo con el Gobierno con la premisa de la amnistía y el referéndum de autodeterminación. Mientras, aunque Ferraz niega que ya converse con Puigdemont, el PSC ya tiene vía libre para hablar con él, según varias fuentes socialistas consultadas por este diario.

Sánchez, la callada por estrategia

Por el momento, en Junts ya hacen cábalas con las opciones que les abre convertirse en la llave de Pedro Sánchez para seguir en Moncloa. El mismo día de las elecciones, el pasado domingo, ya advirtieron de que no harían presidente a Sánchez "a cambio de nada". El problema es que Junts, pese al dominio de Puigdemont, es un partido con dos almas: una pragmática, heredera de la antigua Convergencia y representada por políticos como Xavier Trías, y otra más rebelde, a la que le interesa hacer zozobrar al Estado y provocar inestabilidad para crecer en Cataluña. En el PSOE se respira tranquilidad y parecen estar convencidos de que Sánchez podrá revalidar el Gobierno.

Sánchez emprendió este martes una estrategia de reclusión. El líder socialista no quiere acaparar el foco tras su dulce derrota en las elecciones del 23 de julio. El presidente sabe que es el único con posibilidades reales de formar gobierno, pero no va a precipitar su investidura. Y Moncloa quiere alejar al presidente de la prensa para que no le pregunte por las negociaciones con Junts, la derecha radical independentista catalana -dirigida por Carles Puigdemont- que tiene en su mano hacer o no al secretario general del PSOE de nuevo presidente.

En el PSOE saben que las alianzas de Sánchez con los partidos independentistas y separatistas no le han hecho daño. Más bien al revés, en Ferraz se cuelgan la medalla por haber reducido el voto nacionalista e independentista a su mínima expresión en décadas gracias a los trasvases que llevaron al PSC en Cataluña y al PSE-EE en el País Vasco a ganar las elecciones. Y así lo reiteró también la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli