Con mayor o menor intensidad, la opinión es casi unánime entre los presidentes autonómicos del PP: salir a la calle, manifestarse contra el cupo catalán pactado entre PSC y ERC para investir a Salvador Illa como presidente catalán, aún sin detalles de cómo se aplicará, es una opción que Alberto Núñez Feijóo tiene que empezar a valorar. Si PP agarró la pancarta por la Ley de Amnistía, qué menos que hacerlo ahora contra lo que el partido considera una destrucción más severa del principio de igualdad constitucional, deducen varios barones populares.
Fue Alfonso Rueda, sucesor del propio Feijóo al frente de la Xunta de Galicia, quien abrió la espita este lunes. "Sí, debe orquestar una gran movilización contra lo que está intentando Pedro Sánchez, que es que, por su supervivencia, va a primar a los territorios que cree que le van a mantener. Nosotros tenemos que rebelarnos contra eso, porque es a nuestra costa", contestó una preguntado en una entrevista en 'El Mundo'. "Tenemos que rebelarnos ya, porque después no tendrá vuelta atrás. Hemos demostrado que somos capaces de salir a la calle y movilizar a los ciudadanos, no sólo a los del Partido Popular", zanjó.
Rueda sacó a la palestra la intensa movilización que el PP desplegó en el otoño y la primavera pasadas. Y puso la pelota en el tejado de Génova. La dirección nacional, mientras, con el paso cambiado, ni ha debatido siquiera dicha posibilidad. "El Comite de Dirección no lo ha valorado todavía", aseguran a Vozpópuli desde el entorno del líder del PP. Se trata de una posibilidad, eso sí, que la formación "no descarta", pero que no está siquiera en fase embrionaria porque, simplemente, no se ha puesto encima de la mesa.
Este lunes, además, uno a uno, los presidentes autonómicos populares que acudieron al Comité Ejecutivo Nacional del partido en Madrid se fueron sumando a la iniciativa. El saldo es claro: Génova, por el momento, es más reticente que cualquiera de sus presidentes autonómicos a volver a la calle pese al éxito de convocatoria, sobre todo, de las primeras manifestaciones contra la amnistía. "No sabemos cómo va ser y si va a ser un concierto, ya nos lo explicará [María Jesús] Montero el jueves", tiran de sarcasmo ante el examen que habrá de pasar la ministra de Hacienda en 48 horas en el Congreso. Génova, eso sí, da por sentado que en un futuro esa protesta, de materializarse el pacto PSC/ERC, será tan inevitable como necesaria.
"Iremos hasta donde haga falta"
"La gente tiene derecho a manifestarse y a expresarse y, desde luego, si hay alguna decisión del Gobierno que les perjudica, mucho más", dijo el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, a su llegada al madrileño hotel NH Collection donde se congregó la plana mayor del PP. "Si este Gobierno toma una decisión que discrimina a los ciudadanos, y les quita recursos para dárselos a unos pocos, sin duda, es el presunto cupo catalán que han firmado", censuró las intenciones de Sánchez. "Son motivos más que suficientes para que la gente exprese en la calle su rechazo", zanjó, calentando la posibilidad abierta por Rueda.
El presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, también se mostró partidario de agitar la protesta callejera contra una decisión que afecta a "los derechos sanitarios, de la educación pública y los servicios sociales de los casi 5,5 millones de valencianos". "Iremos hasta donde haga falta", advirtió al Gobierno, recordando que han sacado "muchas veces" a la gente a la calle.
"Yo no descarto que se pueda producir una situación de esta naturaleza", se limitó a decir, más tibio, el presidente castellanoleonés, Alfonso Fernández Mañueco, quien apuntó que no le "corresponde" a él la convocatoria de dichas manifestaciones, sino a Feijóo. Fuentes cercanas a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, también apuntan en la misma línea en conversación con Vozpópuli: "Depende de la dirección nacional". Misma posición que la Junta de Andalucía presidida por Juanma Moreno, que esperará a que Feijóo mueva ficha.
