El primero de los dos debates de los cuatro candidatos a la Presidencia del Gobierno sirvió para lo que se temía Pedro Sánchez: para que Pablo Casado y Albert Rivera comparecieran en plano de igualdad con él ante millones de españoles a acorralarle; Pablo Iglesias, tercero en discordia, intentó distanciarse del candidato socialista recordando que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) se lo arrancó él, porque el PSOE no quería, pero el presidente buscó refugio dándole "las gracias" por el apoyo recibido.
En todo momento, el candidato a la reelección intentó fajarse de los golpes de la oposición apelando a su ejecutoria en estos diez meses de gobierno. "Mas que un detector de mentiras, hay que ponerles un detector de verdades", ha ironizado:
/❤️@sanchezcastejon en #ELDEBATEenRTVE: En 10 meses hemos aprobado:
✅Plan de empleo digno
✅Plan de lucha contra paro de larga duración
✅Plan contra desempleo juvenil
✅Medidas de igualdad laboral
✅Registro horario laboral
✅Plan de retorno
✅Subida del SMI#GanaPedro pic.twitter.com/1UqRyZYffy— PSOE (@PSOE) April 22, 2019
Desde un principio, Pedro Sánchez ha intentado meter a Vox, excluido por la Junta Electoral Central (JEC), en un debate que comenzó excesivamente rígido y tenso, con Rivera al ataque -arrancó pidiendo la dimisión de la directora de RTVE, Rosa María Mateo, por plegarse a los deseos del PSOE- y con un duro ataque al Trío de Colón, del que faltaba en el plató el presidente de Vox, Santiago Abascal.
Pero Casado y el líder de Ciudadanos aprovecharon ese pasaje para sacar de sus casillas al actual inquilino de La Moncloa llamándole "el candidato de los que quieren romper España" (PP) y sacando la foto del presidente de la Generalitat, Quim Torra, con Sánchez en la cita de Pedralbes el 21 de diciembre; hasta el punto que obligaron al jefe del Ejecutivo a pedirles que dejaran de "mentir" porque mientras esté él en el Gobierno "no habrá un referéndum" de autodeterminación.
Casado le dijo al presidente del Gobierno que es "el candidato a la Presidencia de los que quieren romper España"
"El independentismo y las derechas saben que la independencia no se va a producir. El problema es la convivencia, no es la independencia. Con un gobierno del PSOE no va a haber referéndum, independencia, ni quebrantamiento de la Constitución", explicó el presidente del Gobierno en uno de los pocos momentos de silencio en el plató del mítico estudio uno de TVE en Prado del Rey (Madrid).
Y cuando le insistieron casado y Rivera en por qué no dice si va a indultar a los dirigentes catalanes que están siendo juzgados por el 1-O, el candidato socialista se defendió diciendo que "no puede haber un indulto preventivo ni la negación preventiva de un indulto".
La "cara dura" del presidente
A pesar de que Sánchez intentó zafarse de las acusaciones de "las derechas", que es como se refiró en todo momento a populares y naranjas, estas insistieron en sus ataques, hasta que le sacó a Casado, para reprochársela, la frase, en alusión al dirigente de Bildu Arnaldo Otegi: "Sánchez prefiere estrechar manos manchadas de sangre". "127 iniciativas conjuntas del PP y Bildu. ¿De qué color tiene manchadas las manos, señor Casado?", preguntó Sánchez al presidente del PP.
Por su parte, Casado le acusó de tener "cara dura" y "desfachatez" por arrogarse una revalorización de las pensiones que, ha subrayado, fue aprobada por el Gobierno del PP y a la que el PP "votó en contra". "Cómo puede tener usted tanta caradura, si usted no tiene presupuestos, si lo hizo el PP", ha denunciado Casado en este primer debate de RTVE.
El presidente del PP ha criticado que Sánchez se permita "dar lecciones de política social" cuando su partido, el PSOE, sumió a España en una grave crisis económica que generó "tres millones y medio de parados". Ni lecciones económicas ni de regeneración, recalcó Casado, apoyado en este punto por Rivera cuando preguntó a Sánchez si está dispuesto a dimitir, como Mariano Rajoy tras la Gürtel, si los dirigentes del PSOE resultan condenados por el caso ERE en Andalucía.
Una oportunidad para Iglesias y "nunca más"
El mensaje más impactante del minuto de oro ha sido el del más débil, según las encuestas, el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, quien ha pedido una única oportunidad para gobernar, "una sola", y ha dicho: "Y si después de cuatro años no hemos conseguido cambiar las cosas, no nos voten nunca más".
Iglesias se dirigió así a los electores en este debate entre los cuatro principales candidatos, en el que ha pedido a los abstencionistas que vayan a votar porque -ha argumentado- "claro que la política sirve para cambiar las cosas". "Lo que le quiero pedir a esa gente que piensa que la política no sirve para nada es que nos dé una oportunidad, una sola: estar en un gobierno cuatro años", ha dicho Pablo Iglesias.