Política

'Delcygate': 5 años y 15 mentiras del Gobierno con la exclusiva de Vozpópuli

Quinto aniversario de la polémica llegada de la vicepresidenta de Nicolás Maduro a España: Sánchez defendió que Ábalos "evitó una crisis diplomática"

  • José Luis Ábalos y Delcy Rodríguez

En la madrugada del 20 de enero de 2020, una aeronave modelo Dassault Falcon 900LX, de la compañía Sky Valet, procedente de Caracas, aterrizó en la denominada terminal ejecutiva del aeropuerto de Adolfo Suárez-Madrid Barajas. En su interior, viajaban la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, el que era su novio Yussef Abou Nassif Smaili; el director general de vicepresidencia, Kenny Antonio Díaz; el ministro de Turismo venezolano, Félix Plasencia, y el empresario Jorge Jiménez.

A pie de pista, esperaban a la comitiva tres personas: José Luis Ábalos, antaño mano derecha de Pedro Sánchez en el Gobierno de coalición y en Ferraz, Koldo García Izaguirre, su asesor estrella en el Ministerio de Transportes, y Víctor de Aldama, por aquel entonces un desconocido para el común de los mortales.  

Días más tarde, el 23 de enero, Vozpópuli sacudió los cimientos de la política española con una exclusiva en dos asaltos. Primero, desveló que el ministro Ábalos había mantenido un encuentro privado –pues no figuraba en ninguna agenda del Gobierno- con el titular de Turismo venezolano. Horas más tarde, el golpe definitivo: también se había visto con la número dos de Nicolás Maduro, que tenía prohibido pisar suelo europeo por las sanciones que pesaban sobre ella.  

El conocido como ‘Delcygate’ fue una piedra en el zapato de Sánchez durante buena parte de la pasada legislatura. El caso llegó a judicializarse con poco éxito, pues en reiteradas ocasiones se terminó archivando.

No obstante, las tres personas que recibieron a la vicepresidenta de Maduro a pie de pista se enfrentan en la actualidad a procesos judiciales por presuntos casos de corrupción -Ábalos en el Tribunal Supremo, Koldo y Aldama en la Audiencia Nacional-, por urdir una presunta trama criminal que cobró mordidas con la compraventa de material sanitario durante la pandemia del coronavirus. 

Es más, han sido los sumarios de esta causa los que, en los últimos meses, han arrojado algo más de luz sobre la accidentada visita de Delcy a España, de la que el Gobierno nunca quiso ofrecer detalles y de la que se han dado casi tantas versiones como ministros acuden cada martes a la reunión del Consejo en el palacio de la Moncloa. 

Tal día como hoy, hace cinco años, Vozpópuli lanzó una exclusiva sobre la que el Gobierno más comprometido de la historia con la lucha contra los bulos ha sido incapaz de decir la verdad. Tanto Sánchez como sus colaboradores han difundido al menos 15 mentiras con respecto al viaje de Delcy. Cinco años, quince mentiras. 

1. Un viaje sorpresa

La primera versión de los hechos fue que la vicepresidenta había recalado en la capital de España sin que nadie en el Gobierno estuviera al tanto. Se trataba de un “viaje sorpresa”, dijeron Ábalos y el personal de la Moncloa. Es más, inicialmente el relato fue el siguiente: el ministro, entusiasmado, acudía a Barajas a recibir a un amigo y ¡cuál fue su asombro! Entre los millares de viajeros que aterrizan diariamente al aeropuerto, se topó con la llegada de Delcy.

A raíz del ‘caso Koldo’, la Guardia Civil, en sus informes, ha dado cuenta de que el Gobierno no sólo conocía el viaje, sino que se implicó activamente en su organización. El colofón previsto era una cena de Sánchez con la vicepresidenta venezolana que nunca llegó a celebrarse. 

2. Ábalos no se reunió 

Más allá de vender como fortuito el encuentro de Ábalos con Delcy, durante un tiempo la Moncloa trató de convencer al personal con que el ministro ni siquiera había llegado a mantener una reunión. Apenas fueron “unos minutos”. Un saludo y poco más. 

Lo cierto es que se vieron dentro de la aeronave y luego, acompañada por el ministro socialista, la vicepresidenta chavista acudió a una sala vip del aeropuerto en la que permaneció ocho horas. Además, según narra Aldama, Rodríguez llegó a llamar a Pedro Sánchez. 

3. Delcy solo hacía escala

¿Cuál era el objetivo del viaje de Delcy a España? Desde el principio, el Gobierno habló de una escala. Una parada técnica antes de proseguir con su ruta hacia el destino final: Estambul. 

Pero, si nadie sabía nada, si sólo hacía escala en nuestro país, ¿por qué, según consta en las comunicaciones de Koldo García Izaguirre con el número dos de Fernando Grande Marlaska, el Gobierno preparó un domicilio para la vicepresidenta? ¿Improvisaron en cuestión de minutos un chalet con piscina por si no lograba conciliar el sueño en la sala vip de Barajas? 

4. Una “visita privada”

Desmentida la escala, otra teoría del Gobierno sobre lo que sucedió aquella madrugada, y esta es la que Sánchez mantiene inalterada, es que Delcy quería realizar una “visita privada” a España. Es decir, que no había ninguna otra razón de fondo. 

En conversaciones con Aldama intervenidas por la Guardia Civil, la vicepresidenta, planteando las distintas opciones, sugiere poner como excusa que viene por cuestiones médicas. 

5. Acompañaba a su ministro

Fue otra de las versiones que estudiaron Delcy y Aldama. Que la vicepresidenta acompañaba al ministro de Turismo venezolano, que había sido invitado a participar en la feria internacional de turismo, FITUR, que se celebraba en Madrid aquellos días. El Gobierno, durante un tiempo, también defendió esta versión. 

6. Ábalos jamás invitó a Delcy

Todavía nadie en el Gobierno ha sido capaz de admitir que el hombre para todo de Pedro Sánchez cursó una invitación para la vicepresidenta de Maduro. Aunque la UCO, en sus pesquisas del ‘caso Koldo’, ha dado con una carta –con 27 faltas de ortografía- en la que Ábalos, “como secretario de Organización del PSOE”, con el fin de “abrir vías de negociación”, le pedía venir a nuestro país. 

7. Evitó una crisis diplomática

Año 2020. Senado. El portavoz del PP, Javier Maroto, pregunta a Pedro Sánchez por la visita misteriosa de Delcy. El presidente del Gobierno responde: “El señor Ábalos consideró con muy buen juicio -a mi juicio- entre forzar o evitar una crisis diplomática, eligió lo segundo, evitar una crisis diplomática. Señor Maroto, ¿dónde está el reproche?”. 

La versión más extendida es que el ministro de Transportes, en realidad, evitó un conflicto con la Unión Europea. La séptima mentira, a ojos de la Guardia Civil, que ha demostrado que la presencia de Ábalos en ningún caso tuvo ese objetivo.

8. Nadie sabía que no podía pisar suelo europeo

Otra de las tantas versiones ofrecidas por el Gobierno en su línea argumental es que nadie sabía que Delcy tenía prohibido pisar suelo europeo. Y que Ábalos se enteró “a última hora” que pesaba sobre ella una sanción europea que le impedía traspasar cualquier frontera en el Espacio Schenguen. 

Sin embargo, el Ejecutivo conocía esa sanción desde 2018. Así consta en un documento que remitió a la comisión de investigación del Senado sobre la decisión del Consejo de Europa de impedir la entrada a la número dos de Maduro. 

9. No pisó suelo español

Fue un funcionario, Jesús María Gómez, responsable de la Policía en Barajas la noche en la que aterrizó la vicepresidenta, quien desmintió al Gobierno, que sostenía que nunca llegó a pisar suelo español. En su relato, confirmó que entró en la sala VIP, “porque no se podía quedar en mitad de la pista”. 

10. No llevaba equipaje

¿Se bajaron maletas de aquel avión? ¿De bajarse maletas, qué había en su interior? El Gobierno sostiene que Delcy venía ligera de equipaje. Aunque el responsable policial en Barajas, aseguró que se bajaron al menos ocho maletas que no pasaron ningún control de entrada. Sí de salida, cuando regresaron a la aeronave. 

11. No hubo dispositivo de seguridad

El Gobierno insistió con que fue un encuentro fortuito y que, por tanto, no hubo dispositivo especial de seguridad. Y aquella noche, en Barajas, la recepción del ministro Ábalos incluyó un buen despliegue policial en la misma pista de aterrizaje, en la terminal de los jets privados, y también en la sala VIP en la que ambos se reunieron. 

12. Interior no sabía nada

Durante años, el Gobierno ha afirmado que casi nadie en el Consejo de Ministros tuvo conocimiento de la llegada de Delcy. Que Marlaska se enteró esa misma noche, cuando Ábalos levantó el teléfono. 

Pero el asesor estrella del ministro, Koldo García Izaguirre, preparó los detalles de la visita de la vicepresidenta venezolana con el antaño jefe de gabinete de Marlaska, hogaño secretario de Estado, Rafael Pérez. Así consta en los informes de la UCO que confirman la duodécima mentira del Ejecutivo. 

13. Exteriores tampoco

En las citadas conversaciones entre Koldo y Perez, intervenidas por la Guardia Civil, el jefe de gabinete de Marlaska confirma que ha hablado con el director de gabinete de coordinación, para “ponerlo en prevención hasta que les llegue la comunicación de Exteriores”. La que era jefa de la Diplomacia, Arancha Gonzalez Laya, sigue sin reconocer que estuvo al tanto de la visita. 

14. Ni Sánchez 

Prácticamente cinco años es el tiempo que el presidente del Gobierno ha defendido que no tuvo conocimiento del viaje de Delcy. La versión, quedó bajo tierra cuando la UCO localizó un pantallazo que Ábalos le enviaba a Koldo de una conversación con Sánchez en la que informaba de la visita de la vicepresidenta. Koldo respondía: “Cuánto te quiero”, y Ábalos añadía: “Ya ves que no me ha dicho nada, pero al menos no pone pegas”.

15. Nada que ver con la corrupción

Hasta la fecha, el Gobierno se ha esforzado por desligar la visita de Delcy con los distintos casos de corrupción que investigan los juzgados. Pero la presencia de Ábalos, Aldama y Koldo aquella madrugada en la pista de aterrizaje son la prueba de cargo. El propio conseguidor de la trama, el único que ha optado por tirar de la manta, ha implicado a la vicepresidenta de Maduro y a empresas venezolanas en los negocios de hidrocarburos que investiga la Audiencia Nacional y que han podido provocar un fraude de 1.000 millones de euros a las arcas del Estado. 

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