Política

Greta Thunberg no cala en la Universidad: solo un 1,24% de alumnos estudia el medio ambiente

Del total de 1.508.420 matriculaciones durante el curso 2018/2019, el número de estudiantes que siguen programas específicos sobre cambio climático y el medio ambiente se sitúa en 18.637

  • Imagen de archivo de alumnos en la universidad.

El nombre de la activista Greta Thunberg empieza a ganar papeletas en las casas de apuestas para alzarse con el Nobel de la Paz. Admirada y criticada a partes iguales, lo cierto es que su preocupación por el cambio climático, y la de tantos otros, no se traduce en los itinerarios académicos escogidos por los jóvenes españoles.

Se manifiestan, debaten y cambian su estilo de vida en los campus, pero priorizan cada vez menos los grados, másteres y ciclos específicos sobre el medio ambiente y el cambio climático. Así lo constata el departamento de Sostenibilidad de la CRUE, en base a datos del Sistema Integrado de Información Universitaria (SIIU).

Solo un 1,24% de los 1.508.420 alumnos matriculados en 2018/2019 en el sistema universitario español siguen estudios en Ciencias Ambientales, Forestales, Energías Renovables, Ingeniería del Medio Natural, Ciencias del Mar e Ingeniería Agroambiental. Es decir, 18.637 personas, de acuerdo a las cifras recogidas por el SIIU, que engloba hasta 83 universidades públicas y privadas.

El volumen de estudiantes que se apuntan a las ramas que abordan específicamente el cambio climático ha disminuido en la última década

Además, el volumen de estudiantes que se apuntan a estas seis ramas concretas -las que abordan específicamente el cambio climático según los rectores- ha disminuido en la última década. En el curso 2008/2009 había 20.866 alumnos matriculados en los mencionados sectores. Cinco años después, durante el curso 2013/2014, la cifra subió a 22.184 estudiantes y en 2018/2019, bajó hasta los 18.637.

Mercado laboral en auge

"Desafortunadamente el número de programas no ha crecido de una forma significativa. Este número se ha ido manteniendo prácticamente igual desde 2008. Esto indica que hay que hacer un esfuerzo. El cambio climático no va a parar y posiblemente tenga una gran influencia en el empleo del futuro", considera. Santiago García Granda, presidente de Crue-Sostenibilidad y rector de la Universidad de Oviedo.

De hecho, el cambio climático se ha consolidado como una de las principales preocupaciones para la ciudadanía a escala global. Al menos eso es lo que reflejan multitud de encuestas e informes. El último estudio elaborado por el Centro de Investigaciones Pew lo sitúa por delante de la inquietud que despierta el terrorismo.

En España, el barómetro Los españoles ante el cambio climático, elaborado por el Real Instituto Elcano, concluye que la población lo considera la amenaza más importante a que se enfrenta la humanidad. "La conciencia sobre el cambio climático crece, pero a las universidades nos pilla atrasadas en cuanto a formación específica", reconoce García Granda.

Cambio de 'chip' en los campus

No obstante, el académico asegura que el sistema universitario español está muy implicado en la Agenda 2030 y que los estudios en torno al clima y el medio ambiente también se imparten de forma transversal. "Las universidades estamos trabajando en la Comisión Sectorial Crue-Sostenibilidad desde 2009 y existen hasta nueve mesas de trabajo, incluida una destinada a la formación", explica.

Otras abordan temas relativos a las mejoras en los edificios, la movilidad sostenible, la salud en los campus, el urbanismo... Según el rector de la Universidad de Oviedo, los centros llevan a cabo una triple acción que engloba la investigación en torno al cambio climático, la formación y el compromiso en la reducción de la huella de carbono.

Los centros llevan a cabo una triple acción que engloba la investigación en torno al cambio climático, la formación y el compromiso en la reducción de la huella de carbono"

"El cambio en las costumbres es complicado, pero tratamos de introducir cambios. Muchas universidades ya no disponen de máquinas expendedoras con botellas de agua plástico, sino que usan jarras de agua y vasos de vidrio o biodegradables", apunta. Además, dice, está prohibido fumar en los centros, algo que antes era muy común. "cada vez hay más instalaciones deportivas y existen proyectos piloto para usar vehículos eléctricos", añade.

Preguntado sobre si la preocupación por el cambio climático puede suponer un boom de la oferta de títulos con fines lucrativos, García Granda dice que "no" en el caso de las universidades públicas, que son "entidades sin ánimo de lucro".

"Puede que el sector privado tenga interés, pero las Ciencias Sociales y la Biomedicina tiene mayor atractivo desde el punto de vista del negocio", señala. "Creo que interesa que los estudiantes puedan encontrar buenas oportunidades profesionales y formarse en aquellos nichos donde se necesiten profesionales", concluye. 

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