Los Mossos d'Esquadra no solo mantuvieron el 1 de octubre, como ya se ha acreditado por distintas instancias judiciales, una actitud pasiva incumpliendo los mandatos judiciales a los que estaban sujetos. Indica la juez Carmen Lamela que "incluso llegaron a espiar las acciones de la Guardia Civil y de la Policía Nacional alertando a los congregados en los colegios de que las citadas fuerzas del orden se dirigían hacia determinados lugares".
'Vozpópuli' ya informó hace varias semanas de que la Guardia Civil consideraba muy extraño que los separatistas pusieran en cada colegio "la resistencia adecuada para evitar la entrada en el mismo y que se pudieran intervenir las urnas, en ocasiones montando barricadas, en otras colocando a ancianos y a niños en primera línea para disuadir a los agentes".
La Benemérita consideraba que los independentistas "habían montado un sistema de información que cubría los movimientos que realizaban tanto la Guardia Civil como el Cuerpo Nacional de Policía", en el que ahora Lamela incluye como parte relevante al cuerpo de policía autonómica dirigido entonces por Josep Lluís Trapero.
Llamadas telefónicas pinchadas
Y como ejemplo de esta organización, los agentes incluyen la transcripción de una llamada del exjuez y exsenador de ERC Santi Vidal, que llama a una mujer para avisarle de que sabían que la Guardia Civil iba hacia el colegio electoral donde ella se encontraba, y que los independentistas "estaban montando un parapeto, un muro en la puerta. En 5 minutos va para allí la Guardia Civil", indica el informe, que transcribe la llamada telefónica.