Con el PSOE convertido de nuevo en una olla a presión, la presidenta andaluza tendrá en enero una fotografía más clara sobre los apoyos con los que cuenta en las diferentes federaciones para hacerse con la secretaría general, pues no todos los que trabajaron por la caída de Pedro Sánchez lo hacen ahora a su favor. La tentación de la gestora que preside Javier Fernández no es otra que evitar la celebración de las elecciones primarias, pues podrían poner en peligro la llegada de la lideresa del sur al sillón de Ferraz. Sin embargo, la advertencia de los críticos es nítida: en este supuesto, el PSOE se vería abocado a una escisión.
Los críticos temen que la gestora manipule el censo o ponga una falsa "liebre" como candidato
En estos momentos, hay federaciones que contribuyeron al desalojo de Sánchez del liderazgo del partido y reniegan de las primarias, pero solo se atreven a decirlo en privado, nunca en público. Una de ellas es la castellano-manchega, dirigida por Emiliano García-Page. Este barón, uno de los primeros en levantar la voz contra Sánchez, comparte con otros la certeza de que lo único que han hecho las primarias es perjudicar a su organización, pues no le han aportado ni votos ni militantes, más bien al contrario.
Susana Díaz tampoco se atreve a decirlo en alto, pero a ella le gustaría ser elegida en el próximo congreso federal por aclamación, sin necesidad de tener que desgastarse en una competición interna con Patxi López o con el propio Sánchez, al que ya varias encuestas diferentes le otorgan el favor de la mayoría de los militantes y votantes socialistas.
Fuentes de Ferraz reconocen que el partido sigue atravesando una situación muy delicada, agravada no solo por la sombra del anterior secretario general, sino también por el trabajo que desarrolla una gestora “floja y parcial” que está controlada por la federación andaluza y, además, no para de sembrar cada vez mayor división entre los 85 diputados que componen el grupo parlamentario del Congreso.
El peligro de una escisión en el PSOE sería todavía más evidente, apuntan las fuentes, si la gestora retrasa ‘ad calendas graecas’ el congreso federal, como ha alertado Felipe González, o si refleja en los preparativos de este cónclave un adocenamiento tan grave que la convierta en una dirección arbitraria, como algunos piensan que ya es, sabiendo que detrás de ella operan en la sombra miembros de distintas etapas de la vieja guardia como Alfredo Pérez Rubalcaba, José Bono o José Luis Rodríguez Zapatero.
“El riesgo de un pucherazo en las primarias es alto. Y si aumentan las sospechas de que puede ocurrir, la pelea interna se va a recrudecer y el cisma será inevitable”, asegura un viejo ‘fontanero’ de la calle Ferraz que fue testigo presencial de cómo en el tormentoso comité federal del 1 de octubre, en el que se “mató” a Sánchez, el partido ya reflejó una fractura sin precedentes.
Una 'liebre' falsa para las primarias
Entre los engaños que teme el sector crítico figura la posibilidad de que Susana Díaz lance una “liebre” falsa como candidato a la secretaría general con la única intención de que Pedro Sánchez no obtenga mayor número de votos en las primarias. Las que le enfrentaron en julio de 2014 a Eduardo Madina y a José Antonio Pérez Tapias, Sánchez las ganó por el 49% de los votos frente al 36% obtenido por el diputado vasco y el 15% del profesor de Granada.
El sector crítico recela también del manejo del censo por parte de la gestora. Desde hace ya varios años, las bajas en la militancia no cesado y reina en su control una gran opacidad que impidió, por ejemplo, al alcalde granadino de Jun recoger en octubre las firmas necesarias para la convocatoria inmediata de un congreso extraordinario.
La izquierda del PSOE permanece atenta a los movimientos en Podemos y al lugar en el que se sitúa Errejón
El sector que apoya a Pedro Sánchez vigila también muy de cerca lo que pueda acontecer en Podemos si Pablo Iglesias acaba marginando de manera definitiva a Iñigo Errejón en febrero cuando la organización morada celebre su ‘Vistalegre II’. No obstante, fuentes cercanas a Sánchez advierten de que sería bastante improbable que él promoviera una escisión en el PSOE para fundar un nuevo partido en compañía de Errejón “porque el socialismo y el PSOE están en su ADN y ama profundamente a la organización”.