El secretario General del PSOE, Pedro Sánchez, se ha saltado los estatutos del PSOE que él mismo reformó al no consultar a su militancia la moción de censura contra Mariano Rajoy. Los estatutos dicen que "las Comisiones Ejecutivas Federal, de nacionalidad o regionales, insulares, provinciales o municipales podrán convocar consultas a la militancia y la afiliación directa sobre aquellos asuntos de especial transcendencia que afecten a su ámbito territorial de actuación".
El reglamento interno del PSOE obliga por ejemplo a celebrar consultas para decidir "acuerdos de Gobierno en los que sea parte el PSOE, sobre el sentido del voto en sesiones de investidura que supongan facilitar el gobierno a otro partido político y para decidir, en su caso, la revocación de los/as Secretarios/as Generales". Este último punto se introdujo para que no se repitiera un episodio como el del caótico comité federal que provocó la caída de Sánchez.
Es cierto que la moción de censura a otro Gobierno, pero el estatuto estipula que un "asunto de especial trascendencia" sería aquel que "la Comisión Ejecutiva correspondiente considere con suficiente entidad y notoriedad para consultar a la militancia la posición política del Partido".
Sánchez ha reunido este viernes a su Ejecutiva, pero había registrado horas antes. A pesar de que es una moción arriesgada, en la que el PSOE necesito apoyos de muchos grupos, entre ellos los partidos independentistas con el 155 todavía en vigor, el secretario General ha considerado que ese paso no era de "especial trascendencia".
