El Parlamento Europeo ha aprobado este jueves por 382 votos a favor, 243 en contra y 42 abstenciones la resolución de urgencia presentada por Dita Charanzová, vicepresidenta de la Eurocámara encargada de América Latina y eurodiputada por el grupo liberal Renew Europe, a través de la cual se insta a Cuba a liberar inmediatamente al disidente José Daniel Ferrer y se pide a las autoridades cubanas un mayor respeto por los Derechos Humanos.
Entre los que votaron en contra de la resolución se encuentra el grupo socialista. Según expuso el eurodiputado Nacho Sánchez Amor, ven con "preocupación" el caso de Ferrer y reclaman "su liberación inmediata, porque entendemos que su detención ha sido arbitraria y las condiciones de su prisión no son aceptables".
Los socialistas creen que "un compromiso crítico con Cuba es más útil para abordar la situación de los derechos humanos"
Sin embargo, esto no es suficiente para votar a favor de una resolución que tildan de "instrumentalización para cuestionar el actual marco de relaciones entre la UE y Cuba, en una reivindicación de los estériles 20 años de aislamiento en la que nos volveríamos a alinear en la peor versión de la política norteamericana sobre Cuba, la que está sancionando a empresas europeas que están actuando en Cuba".
Los socialistas creen que "un compromiso crítico con Cuba es más útil para abordar la situación de los derechos humanos" y defienden "el marco del diálogo entre la UE y Cuba como instrumento de interlocución".
El eurodiputado de Izquierda Unida - Unidas Podemos Manuel Pineda, que también votó en contra, denunció una maniobra de la derecha en el Parlamento Europeo para atacar a la isla, en una clara subordinación a Trump y Estados Unidos.
La situación de Ferrer
José Daniel Ferrer es el líder del grupo opositor Unión Patriótica de Cuba y fue detenido el 1 de octubre. El 2 de noviembre de 2019 envió una carta clandestinamente en la que afirmaba haber sufrido torturas y malos tratos y que se le había negado la atención médica. Según su esposa, el preso se encuentra en huelga de hambre.
El Parlamento Europeo insiste a las autoridades cubanas que tienen el deber de evitar la tortura y los malos tratos, así como de garantizar una investigación rápida e imparcial. Los eurodiputados también piden a La Habana que faciliten atención médica a Ferrer, así como alimentos en buenas condiciones de higiene.
La resolución recoge la "preocupación por la situación general de los derechos humanos en Cuba, incluida la continua persecución, acoso y ataques contra disidentes pacíficos, periodistas independientes, defensores de los derechos humanos y la oposición política". Y pide que cesen de inmediato esas acciones y se ponga en libertad a todos los presos políticos y a las personas detenidas de manera arbitraria.
Los eurodiputados recuerdan que el Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación entre la Unión y Cuba prevé su suspensión en caso de vulneraciones de los derechos humanos e instan a la UE a vigilar atentamente el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba.
"Cientos de prisioneros políticos"
Esta ha sido aprobada con los votos a favor de Partido Popular Europeo y el ECR. El eurodiputado por el PPE Leopoldo López Gil, padre del líder opositor venezolano Leopoldo López, que, tras años encarcelado, actualmente se encuentra refugiado en la Embajada de España en Caracas, comenzó su intervención leyendo la carta que el propio Ferrer pudo hacer llegar a su familia tras un mes de encarcelamiento.
En ella denuncia las torturas a las que ha sido sometido y en la que pide auxilio porque teme por su vida. "El caso del señor Ferrer es estremecedor, pero como el suyo hay cientos de casos de prisioneros políticos, de conciencia, y miles de presos pre-criminales", ha señalado. Y ha pedido la liberación inmediata de Ferrer y de todos aquellos que sufren violaciones en sus derechos, conforme al Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación que mantiene la UE con el Gobierno cubano.
El eurodiputado del grupo ECR Hermann Tertsch, de Vox, ha suscrito la resolución junto a la eurodiputada Charanzová, impulsora del texto.