“Todo lo que ha conseguido Pedro Sánchez en los últimos años ha sido una maravilla”. Este es el mensaje que irrumpió en un grupo de WhatsApp de antiguos alumnos de la Facultad de Comunicación de la Universidad Rey Juan Carlos la semana pasada. Sorprendente cuanto menos, ya que procedía de un periodista titulado —aunque dedicado profesionalmente a otros menesteres— que defendió desde sus inicios a capa y espada —hasta participó en asambleas locales— la plataforma que acabó con la creación de Podemos, el partido de Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero y Pablo Echenique. Hoy, en sus horas más bajas.
Durante su etapa universitaria, hace aproximadamente 15 años, este tinerfeño siempre mostró sus convicciones políticas progresistas sin ningún tipo de tapujos, y hoy, por algún motivo, volvía refugiarse en el partido de la rosa y el puño, el PSOE, como renegando de todo lo anterior.
Se trata de Javier, chicharrero de 33 años, uno de los miles de españoles que cambian el sentido de su voto todas las legislaturas. En este caso, a una posición más centrada, alejándose del margen izquierdo porque “la deriva” que está tomando Sumar “quizás” esté más próximas a sus “pensamientos políticos, pero tampoco es un partido” que lo enamore, como reconoce a Vozpópuli: “Los líderes políticos, que son la cara visible del movimiento, carecen de todo tipo de credibilidad. ¿Quién es Yolanda Díaz?”, se pregunta, “nadie sabe a quién va a traicionar a continuación”, se contesta a sí mismo.
“Podemos ha sufrido una transformación a lo que yo ahora mismo denominaría un ‘partido de frikis’. Sin ofender a nadie”, matiza muy preocupado. “Yo a lo que me refiero es a que se centra en unas minorías sociales poco representativas, que para mí son muy importantes de defender, ojo, pero a los que han querido convertir en el centro de absolutamente todas sus políticas”, acusa sin paliativos. “Hacen un uso político de esas personas, Ione Belarra e Irene Montero no se creen nada de lo que dicen, solo están ahí intentando que su partido no desaparezca”.
No es el único que piensa así por lo que podemos comprobar en Madrid. Vozpópuli hace parada en el barrio madrileño de Malasaña camino del Paseo de la Castellana grabadora en mano. “El PSOE ya no es un partido de derechas como era hace unos años”, asegura Ramón, dependiente de 42 años. “Con Pedro Sánchez está mucho más próximo a los problemas sociales y a la gente de la calle”, afirma, aunque preguntado por la etapa de Zapatero matiza: “Fue el que más derechos sociales conquistó y hay que reconocérselo, pero yo veía en él un perfil más político. Pedro es más cercano, llega más a la gente como tú y como yo”.
Su testimonio es el de alguien que ha votado al PSOE desde su juventud, “aunque me planteé votar a Podemos al principio”, reconoce. “De hecho a veces dudo si le he llegado a votar en alguna municipal o algo”.
El voto se mueve a la derecha
De Podemos al PSOE y del PP a Vox. Esto segundo, sobre todo entre los jóvenes. En la plaza de Colón no ha costado conseguir respuestas que refuercen la tesis de que entre los chicos y chicas de la capital a partir de la adolescencia, el partido de Abascal tiene un profundo caladero de votos. Prejuicios aparte, se les identifica por su vestimenta.
“Vox es lo mejor”, dicen dos amigas de unos 18 años a Vozpópuli mientras huyen entre risas. No quieren pararse, pero han contestado a la pregunta: y sí, ellas están a favor del partido de derechas.
Con algo más de madurez y saber estar, Álex —Madrid, 24 años— asegura que “en las últimas elecciones (...) tenía muchas ganas de votar”, pero tenía “muchísimas dudas”. Al final se decidió por Vox, pero solo por un motivo que desequilibró la balanza: “Creo que hay cosas muy importantes que el PP y el PSOE no están defendiendo o incluso están atacando, y la única alternativa que veo es votar a Vox”, responde con contundencia este joven en paro que ve en Milei y Donald Trump políticos de fiar: “Me convencen muchísimo en todo lo que han hecho. Creo que están demostrando que esa es la vía. A Abascal no lo conozco mucho, así que me puedo equivocar”, reconoce sin embargo.
Preguntado por los prejuicios que tiene parte de la sociedad contra Vox, Álex se defiende: “Yo estoy en contra de nadie, pero tampoco creo que haya que promover que la gente sea de una forma determinada. Lo que yo creo es que la izquierda ahora mismo lo fomenta por una agenda ‘woke’”, afirma con seguridad, aunque confiesa que no sabe definir exactamente este término anglosajón.
”Del PSOE de toda la vida”, pero votará al PP
Y de lo fácil a lo difícil mientras este humilde reportero intenta completar su reportaje. Falta un honesto ciudadano que reconozca haber cambiado su voto del PSOE al PP, del partido rojo al azul. Si sigue existiendo esa brecha de las dos Españas, quizás vuelva a aumentar de aquí a dentro de unos años, sobre todo porque la juventud vuelve a hablar de un Franco que hace años creíamos muerto para siempre.
Después de muchos intentos, la primera que reconoce que cruza el ecuador de la política española es una inmigrante nacionalizada, aunque no dirá de qué país llega —y tampoco se le nota en el acento—. Tiene DNI hace 4 años, ahora tiene 32, y trabaja de contable cerca de la plaza de Colón. “En las últimas elecciones estuve a punto de votar al PP”, explica con timidez esperando que la disculpemos. “Pero en mi casa siempre hemos sido grandes defensores de las políticas progresistas de izquierdas”, añade pasado un segundo, después de un incómodo silencio.
Prefiere que no se publique su nombre puesto que ya ha dado demasiados datos y fácilmente podrían reconocerla. “Yo de política no hablo”, asegura, aunque cada vez la tiene más presente en su entorno. “Creo que el parecer político de cada uno tiene mucho que ver, primero de todo, con el ambiente en el que te has criado”, apunta la mujer. “En mi casa, tanto mi padre como mi madre son firmes creyentes de las políticas de izquierdas. Es religión casi”.
“Así nos lo han inculcado a nosotros”, asegura esta inmigrante nacionalizada y residente en la provincia de Madrid desde hace más de 20 años, por lo que se ha criado casi como una española más. “Mi padre, además, es una persona muy visceral, y por eso hemos escuchado en casa comentarios favorables a… líderes políticos de izquierda de otros países”, dice con poco convencimiento, quizás evitando decir sus nombres.
“Digamos que ahora soy yo misma la que empieza a crearse su propio imaginario político y he tenido en los últimos años otro tipo de influencias más relacionadas con mi trabajo y las personas para las que trabajo”, asegura. “Sé perfectamente que el hecho de que ellos tengan mucho dinero es lo que los hace estar más cercanos a la derecha, pero los argumentos que utilizan para votar al PP, la verdad, es que me convencen. Ya no tanto por lo que dicen a favor del PP, sino por lo que critican del PSOE”.
La joven destaca su “identidad” de clase obrera, la cual dice no haber perdido pese a ganar ahora un salario “bastante bueno” para su edad “en comparación” con el de sus amigas. También su “origen inmigrante”, del cual no reniega. “Solo hace cuatro años que tengo el pasaporte español. Parece que lo digo y se me haya subido a la cabeza, pero la próxima vez votaré al PP”.
Los motivos que la han llevado a renunciar al PSOE —partido al que querían en su casa que votara— es “tener una nómina y ver que la mitad se vaya en impuestos”, según confirma a Vozpópuli. “Y eso duele mucho, porque yo entiendo que hay gente que gana mucho, pero los que ganamos normal también pagamos una barbaridad”.
Su testimonio se completa con la anécdota más política que haya vivido en casa: “Como te digo. Yo estuve a punto de votar al PP, pero una charla con mi padre en el último momento me convenció para volver a votar lo mismo que habría votado siempre”. Eso sí, desea declar claro que no fue su padre el que la obligó a depositar el voto por el PSOE en la urna, pero reconoce que quizá “no lo tenía lo suficientemente claro”.
Lucha por las mayorías
Javier, el periodista de Santa Cruz de Tenerife con el que comenzaba este reportaje lo tiene claro: “A Podemos ya no lo vota nadie. Su ruptura con Sumar ha hecho estragos a la hora de conseguir escaños en el Congreso. Y, además, los votantes de estos partidos venían a su vez del PSOE, que estuvo —primera época de Podemos— muy debilitado. Teniendo todo esto en cuenta, para mí lo más inteligente es votar a Pedro Sánchez”. Es el pensamiento de la “utilidad del voto”, el cual hace que muchos votantes opten por PP y PSOE, antes que por otras opciones similares ya que son estos dos los que concentran la mayor parte del voto nacional. “Aunque igual soy yo, que me he hecho mayor y ya veo las cosas de otra manera”, reconoce Javier casi con vergüenza.
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Acontracorriente
24/02/2025 09:33
Feijóo es ppsoe
polplancon
24/02/2025 12:27
Inteligente=votar a Pedro Sánchez. Menudo oxímoron el del periodista canario. Para eso mejor que se quede en casa. Que diga que vota a Sánchez por egoísmo, por vagancia, por estulticia, por maldad congénita, etc. es creíble, pero votarle por inteligencia, no. Inteligencia y Sánchez son antónimos, por algo su primer mote fue "Lerdo" Sánchez cuando era concejal.
vgalvani1
24/02/2025 13:41
FEIJOO DE CENTRO? SI SUEÑA CON PACTAR CON SANCHEZ Y A LOS PERIODISTAS.. ESO DE CORDON SANITARIO ES TAN ABSURDO.... NADIE LES ENSEÑA A ESCRIBIR CORRECTAMENTE... SANITARIO???? NO TE J....