España

La “rebelión” de González y Guerra contra la amnistía busca movilizar al PSOE para frenar a Sánchez

De momento, nadie “les está siguiendo”, recalcan fuentes de la dirección socialista; Ni siquiera quien con más autoridad dentro del partido podría hacerlo, el crítico Emiliano García-Page

  • Felipe González y Pedro Sánchez

“Yo me rebelo” contra una posible Ley de Amnistía para beneficiar al “gangster” (sic) Carles Puigdemont y demás implicados en lo ocurrido el 1-O en Cataluña, dijo este miércoles en COPE el ex vicesecretario general del PSOE y ex vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra; apenas habían pasado 48 horas desde que Felipe González, más comedido, pidiera expresamente a Pedro Sánchez en Onda Cero que aclare su rotunda oposición a la amnistía y a un hipotético referéndum de autodeterminación por ser ambas medidas inconstitucionales.

Tanto ese movimiento de los dos presos pesados de la vieja guardia como los de Ramón Jáuregui y Nicolás Redondo, que ejerce de portavoz del colectivo Fernando de los Ríos, muy crítico con la deriva del partido, “no parece casual”, señalan con ironía a Vozpopuli fuentes de la actual dirección socialista; se busca, abiertamente, una rebelión de las bases contra Sánchez para que no cedan a los deseos de los independentistas como precio a la investidura.

De hecho, González & Guerra van a protagonizar el próximo 20 de septiembre otra foto juntos con ocasión de la presentación de La Rosa y las espinas, un libro de conversaciones de Guerra con el cineasta cordobés Manuel Lamarca, que presentará el ex presidente González y en donde, a buen seguro, la tensión interna en el PSOE volverá a ser el titular.

El problema para La Moncloa es que, a las críticas de González y Guerra, se han unido contra la Amnistía las de Almunia, uno de los apoyos de Sánchez, y el ex presidente del PSE, Jesús Eguiguren, porque “no se dan las condiciones”; hasta el ex ministro de Justicia Tomás de la Quadra, que dice amnistía sí, pero “no para Puigdemont”, que sigue huido.

Sin embargo, “nadie les está siguiendo” públicamente entre los actuales dirigentes orgánicos y cargos de las federaciones, señalan fuentes de la actual dirección; ni siquiera el habitualmente crítico hacia los pactos con el independentismo Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, o el secretario general de PSOE en Madrid, Juan Lobato, que apenas se han distanciado de la línea oficial pidiendo que se deje claro ya a Puigdemont cuáles son las líneas rojas del partido para no alimentar equívocos.

Como informaba este periódico el pasado fin de semana, Page, que no quiere hacer el juego al PP precipitándose en sus declaraciones, prefiere ver en qué queda la Ley de Amnistía porque, de momento, ve más declaraciones interesadas de unos y otros que propuestas concretas sobre la mesa; algo que ha reconocido hasta el propio Puigdemont asegurando que no hay ningún proyecto de Ley sobre la mesa.

El problema para La Moncloa y Ferraz es que, a las habituales voces críticas de González y Guerra, se han unido esta vez contra la Amnistía las del ex secretario general Joaquín Almunia, muy poco sospechoso de ser crítico con Pedro Sánchez, o el ex presidente del PSE y negociador con ETA, Jesús Eguiguren, los cuales consideran que “no se dan las condiciones”; incluso la también influyente del ex ministro de Justicia en los Gobiernos de González, Tomás de la Quadra, que dice amnistía sí, pero “no para Puigdemont, que sigue huido.

Que no haya declaraciones públicas de dirigentes, a la espera de acontecimientos, no quiere decir que no haya mar de fondo entre la militancia socialista. Según cuentan dirigentes y afiliados de varias federaciones, los chats en WhatsApp y en redes sociales ‘arden’ en torno a qué hacer con la Ley de Amnistía

Sin embargo, que no haya declaraciones públicas de dirigentes, a la espera de acontecimientos, no quiere decir que no haya mar de fondo entre la militancia socialista. según cuentan a Vozpópuli dirigentes y afiliados de varias federaciones, los chats en WhatsApp y en redes sociales arden en torno a qué hacer con la Ley de Amnistía. No es que ésta tenga muchos partidarios, sino que quienes la apoyan, sobre todo defienden la autoridad de Sánchez y la dirección para decidir.

Lo cierto es que ni siquiera está claro cómo se aprobarán los acuerdos de una eventual investidura. Parece que se someterá a votación de los 140.000 militantes del PSOE los acuerdos de gobierno de coalición con Yolanda Díaz y Sumar, pero no se votarán internamente los acuerdos “parlamentarios” con Junts pel Cat (Puigdemont), ERC, Bildu y el PNV, precisamente para evitar más división política interna.

De momento, el otro gran líder del pasado, José Luis Rodríguez Zapatero, que tuvo un papel fundamental en la pasada campaña para las elecciones del 23J, se mantiene en silencio respecto al debate de la Ley de Amnistía. Fuentes próximas al ex presidente señalan que “de momento” no piensa hablar y que lo hará “cuando se enfríe la polémica” y esté más claro qué se va a aprobar.

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