La ministra de Defensa, Margarita Robles, deja sola a Arancha González Laya en el caso Ghali. Fuentes de su entorno aseguran con vehemencia que no tuvo ningún papel ni fue consultada por su compañera de Gabinete antes de la llegada del líder del Frente Polisario a España.
Robles dejó claro este miércoles en una rueda de prensa que desconoce "por completo" las actuaciones judiciales que se llevan a cabo desde un juzgado de Zaragoza sobre este caso y que está "absolutamente convencida" de que el Ministerio de Asuntos Exteriores "habrá actuado como siempre ateniéndose a la más absoluta legalidad".
Tras ello, soltó lastre y endosó al departamento que dirigía Laya la gestión del polémico viaje en secreto de Ghali y su posterior ingreso en un hospital de La Rioja con una identidad falsa. "Las decisiones de los ministerios, las toman solo y exclusivamente los ministerios que intervienen en las mismas. Desde luego, ni el Ministerio de Defensa ni esta ministra, ni interviene ni opina nunca de actuaciones que no le corresponden", dejó claro desmarcándose del papel que tuvo la entonces jefa de la diplomacia.
Por si no había quedado claro, Robles insistió en que el caso Ghali no le compete lo más mínimo. "Ni entro nunca, ni valoro ni opino de actuaciones que no corresponden al Ministerio de Defensa. A mí nunca un ministro me pide opinión sobre lo que tiene que hacer. Al final, cada ministro tiene sus competencias", hizo hincapié sobre los sucesos de abril que han desembocado en la imputación de Laya por orden del juez Rafael Lasala.
Las citadas fuentes subrayan que la ministra se enteró de la llegada del líder del Polisario "muy al final" del trayecto que hizo la aeronave argelina. Es decir, con los hechos prácticamente consumados y cuando Exteriores ya tenía todo el operativo diseñado para que Ghali no tuviese que identificarse en el aeropuerto militar de Zaragoza y fuese ingresado de incógnito en Logroño.
Además, en el entorno de la ministra se recalca que nunca hubo una reunión previa entre varios ministros -un 'Consejillo' en el argot gubernamental- para analizar el traslado de Ghali y que si ella se hubiera enterado de ese viaje sin luz ni taquígrafos, hubiera expresado su disconformidad.
Robles no tiene competencias
Robles ya se desligó en julio de la posible entrada irregular del líder del Frente Polisario en España y advirtió de que su departamento no tenía "ningún tipo de competencia" en la recepción de una "aeronave de Estado" como fue la que llevó a Ghali a Zaragoza.
"Asumimos todo lo que ha dicho el Ejército del Aire", señaló la titular de Defensa en aquel momento cuando se le preguntó por el informe del jefe de la base aérea de Zaragoza, el general José Luis Ortiz Cabañete, en el que se señaló claramente a Exteriores por permitir la entrada del líder de los saharauis en el exilio sin pasaporte y sin facilitar información sobre las personas que iban en el avión.
Entre tanto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, evitó este miércoles aclarar si fue él quién autorizó la entrada en España de Ghali después de que Laya haya sido imputada en relación con este caso. El jefe del Ejecutivo esgrimió que se actuó "conforme a la ley".
Preguntado en concreto en Nueva York sobre el hecho de que Ghali pudiera haber usado un pasaporte falso -una de las cuestiones que se están investigando-, Sánchez aseguró que hay que ver "en qué queda" ese asunto, según Europa Press.
"El Gobierno hizo lo que debía, que era dar una respuesta a una respuesta a una cuestión humanitaria. Lo hicimos como debimos para salvarle la vida a una persona", ha zanjado el presidente, sin hacer en ningún momento alusión expresa a la exministra y a su papel en esta crisis.