Cuando el debate que rodea la negociación de los Presupuestos Generales del Estado es si imponer o no el catalán a Netflix, entonces es que Ciudadanos está muy lejos de ese acuerdo. Así ha quedado constatado este martes en la reunión que el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha mantenido con la formación naranja dentro de su ronda de contactos con los grupos parlamentarios.
La pequeña posibilidad que había de que el Gobierno de coalición buscara, como el año pasado, una mayoría alternativa con Ciudadanos se ha esfumado. Y Pedro Sánchez jugará todas sus cartas con Unidas Podemos, Bildu, ERC, PNV y PDeCAT, entre otros, o tendrá que prorrogar las Cuentas.
La sensación es que todo está encarrilado. Tras los indultos, su foto en la mesa de diálogo con la Generalitat en Barcelona y otros compromisos, la coalición no tendrá demasiados problemas para sacar adelante los Presupuestos del 2022. No será con Ciudadanos, que da por hecho que el pacto con separatistas catalanes y vascos está hecho con el único fin de sostener la legislatura de Sánchez.
Ciudadanos en el 'no'
El partido naranja, con Edmundo Bal a la cabeza, ha presentado a Bolaños un "Plan de País" con varias iniciativas en materia fiscal -bajadas de impuestos- y otras medidas en material laboral o de cambios en la ley del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Fuentes de Ciudadanos dicen que el Gobierno ha pasado de puntillas sobre estas propuestas. Y que se ha limitado a pedir el apoyo de la formación de Inés Arrimadas a estas Cuentas.
"Han pedido apoyo a los Presupuestos sin mostrar un solo número ni desmarcarse de ERC o Bildu, ni por supuesto acercarse a nuestras propuestas de país", dicen estas fuentes. "Era una ronda de trámite, porque no tenían voluntad de intentarlo".
Se trata de un escenario diferente al del año anterior, cuando solo el empeño de Pablo Iglesias frenó un acuerdo de Presupuestos entre el PSOE y Ciudadanos que estaba prácticamente hecho. El inicio de la tramitación de los indultos a los líderes del proceso separatista y el apoyo de Bildu hicieron saltar por los aires el pacto. Y el canal de comunicación que abrieron ambos partidos tras la pandemia quedó prácticamente anegado. Bal ha avanzado en rueda de prensa el "no" de Ciudadanos.
"Hemos respondido con cortesía y educación a la llamada del ministro Bolaños, pero no serviremos para blanquear sus acuerdos con Bildu y ERC”, ha dicho. “Les hemos trasladado nuestro plan de país, ellos se equivocan en el con quién, en el qué y para quién, y son objetivos incompatibles con Ciudadanos".
Podemos con el Impuesto de Sociedades
Bolaños ha cerrado este martes dos días de entrevistas con los grupos parlamentarios. Las cartas estaban ya marcadas, según diversas fuentes. Y el proyecto de Presupuestos se presentará en los próximos días. Es cierto que el diálogo todavía no ha terminado. Y que Podemos, aliado con distintas formaciones del bloque de la investidura, tiene todavía algunas demandas que pueden complicar la negociación.
El partido morado exige un mínimo del 15% de tipo efectivo del Impuesto de Sociedades. El PSOE no se cierra en banda, pero los ministros económicos prefieren aplazar esta subida al 2023, con la recuperación económica más consolidada. Otro de las aristas del acuerdo entre los socios de coalición es la reforma de la ley de Vivienda.
Podemos pide a Sánchez que cumpla con la regulación del precio de los alquileres, que ambos pactaron para aprobar los Presupuestos del año pasado. El partido morado considera que esta reforma es una línea roja. Y cuenta con el respaldo en esa presión de partidos como ERC. Podemos ha dejado entrever, tal y como ha informado Vozpópuli, que planteará su propia proposición de ley para topar los alquileres si el PSOE es incapaz de incluir esta regulación en la nueva ley de Vivienda.