Con un maletín repleto de dinero en una mano y el piolet en la otra. La nueva documentación remitida a la Audiencia Nacional por las autoridades suizas sobre las cuentas secretas de Luis Bárcenas revelan la total impunidad con la que entre 2001 y 2005 el extesorero del PP se movió entre España y el país helvético para 'engordar' su fortuna secreta y disfrutar de sus aficiones. En una anotación interna del Dresdner Bank que obra ya en poder del juez Pablo Ruz, la entidad financiera recogió que el político español viajaba con una parte del dinero que iba a ingresar oculta en el equipaje y otra, en billetes pequeños, la llevaba encima. En otro informe, fechado el 24 de junio de 2005, otra empleada recogió textualmente: "El cliente visita Ginebra. Él trajo en metálico 106.000 euros. Dio la orden de comprar 24.000 participaciones de TPI (Telefónica Publicidad e Información) a 7,1294 [euros]. El cliente planea escalar el Cervino este fin de semana", en referencia a un célebre pico de más de 4.400 metros situado en la frontera que comparten Italia y Suiza.
El extesorero del PP viajaba al país helvético con una parte del dinero oculta en el equipaje. La otra, en billetes pequeños, la llevaba encima
Durante aquellos cuatro años, estos viajes cargados de dinero se repitieron en otras catorce ocasiones entre el 22 de junio de 2001 y el 24 de junio de 2005. Incluso hubo un más, aunque en esa ocasión un Bárcenas molesto por las numerosas preguntas que los responsables de la entidad financiera le hacían sobre el origen de su fortuna decidió no depositar el dinero en metálico que llevaba encima. Las cantidades que ingresaba en esos desplazamientos al país centroeuropeo (unas veces elegía las oficinas que la entidad tenía localidad de Ginebra y otras las de Lugano) se situaron entre los 240.000 euros que entregó el 3 de octubre de 2003 y los 100.000 de julio de ese mismo año. En total, llevó en metálico más de 2,4 millones de euros en sólo cuatro años. Un elevada cantidad que el exsenador justificaba siempre ante los empleados del banco como los beneficios de sus negocios inmobiliarios y de la compraventa de obras de arte.
Bárcenas, que había dado instrucciones al Dresdner Bank de que "never" (nunca) le telefonearan a España, hacía coincidir estos viajes con los momentos más propicios para practicar sus dos principales aficiones deportivas, el esquí y el montañismo. Así, al menos siete de estos desplazamientos a tierras suizas se produjeron en meses de verano, los más propicios para practicar la escalada. El Cervino, el monte que anunció a su gestora que ascendería tras ingresar los 106.000 euros, es, de hecho uno de los picos más conocidos de los Alpes por su perfil de pirámide casi perfecta y sólo apto para experimentados escaladores. El resto de las entregas las realizó en meses de finales del otoño o del invierno, cuando las pistas de esquí del país centroeuropeo están en su mejor momento.
'Heliesquí' en Groenlandia
Cuando el extesorero declaró por primera vez como imputado por su relación con la trama Gürtel y fue interrogado sobre sus numerosos desplazamientos a Suiza, el exsenador se escudó, precisamente, en estas aficiones deportivas para justificarlos. Algo que, como demuestra la nueva documentación, no era totalmente falso. De hecho, los papeles remitidos ahora por Suiza recogen la contratación por 15.000 euros de un viaje a Groenlandia para él y su testaferro, Iván Yáñez, para hacer 'heliesquí', una modalidad que consiste en que un helicóptero deje al esquiador en una cima para que descienda por rutas vírgenes,
La total impunidad con la que durante aquellos años manejó Bárcenas su fortuna en Suiza queda aún más patente en un detalle de la cuenta que mantuvo abierta entre 2001 y 2005: él aparecía como titular de la cuenta, sin fundaciones panameñas y mercantiles uruguayas interpuestas, como haría tras estallar el caso Gürtel. E, incluso, puso como apoderados de la misma a su mujer, Rosalía Iglesias Villar, también imputada en la causa, y a uno de sus hermanos, Juan Carlos Bárcenas Gutiérrez. Los documentos de identidad de ambos, junto al del propio extesorero, aparecen fotocopiados entre la voluminosa documentación remitida por Suiza a la Audiencia Nacioal, y que ocupa once tomos.
Un 'recadero' con carné del PP
Además, la información interna del banco ahora conocida salpica a un nuevo personaje en la gestión de los millonarios fondos. Se trata de Francisco Yáñez Román, un antiguo empleado del PP que ocupó cargos en el aparato económico de Génova 13 en los tiempos de Manuel Fraga y que labró entonces una estrecha amistad con Bárcenas. El extesorero se valió de esta relación para enviarle al menos en tres ocasiones entre 2001 y 2003 a Suiza con el objeto de traer y llevar correspondencia de su cuenta en Ginebra. Francisco Yáñez, conocido como Paco entre los dirigentes populares, es el padre de Iván Yáñez, el broker imputado recientemente por el juez Ruz y al que la Policía considera el presunto testaferro de Bárcenas en España que le ayudó a vaciar sus elevados saldos en el país helvético cuando en 2009 estalló el caso Gürtel.
El mensaje que Bárcenas envió en tres ocasiones al banco suizo una autorización para que el exempleado del PP recogiera documentación: "Entregar a D. Francisco Yáñez mi extracto y toda la correspondencia"
La primera referencia a Francisco Yáñez en los papeles ahora remitidos por las autoridades de Berna tiene fecha del 10 de septiembre de 2001, sólo unos meses después de que Bárcenas decidiera trasladar la cuenta que tenía abierta desde la década de los 90 en el Dresdner Bank de Zurich a una nueva en la oficina en Ginebra de la misma entidad. En concreto, se recoge en una nota que Bárcenas dirigió a una tal Ana María Rodríguez, quien entonces era su gestora en la entidad bancaria, con un escueto mensaje manuscrito: "Entregar a D. Francisco Yáñez mi extracto y toda la correspondencia". El mensaje iba acompañado de la firma del extesorero y la fecha. En la documentación remitido ahora a España se recoge la traducción del mensaje al francés que entonces hizo el banco y un sello en el que se hizo constar que la autenticidad de la firma fue comprobada.
El nombre del exempleado del PP no volviió a aparecer hasta un año más tarde. El 11 de septiembre de 2002, el extesorero del PP escribió una nota en la que, de nuevo, autoriza a "D. Francisco Yáñez a retirar mis extractos y correspondencia". En la nota, junto al preceptivo sello de 'control' de la firma de Bárcenas, aparecía una anotación de un empleado del banco suizo en el que éste aseguraba que cinco días más tarde de esa fecha había confirmado mediante llamada teléfonica al propio "cliente" la visita de su particular 'recadero'. La tercera alusión al padre del presunto testaferro tiene fecha de 2003. En una hoja cuadriculada, Bárcenas volvió a escribir a mano una autorización para que los empleados del Dresdner Bank volvieran a entregar a Francisco Yáñez "mi correspondencia". En esta ocasión, señalaba concretamente la fecha de su visita: "El próximo viernes día 4 de julio".