España

El caso de la incineradora de Valdemingómez: 36 afectados de cáncer y un director general investigado

Un grupo de vecinos de Rivas-Vaciamadrid, afectados por diversos tipos de cáncer, relacionan su dolencias con las emisiones de la incineradora de residuos de Valdemingómez. Por ello presentaron una denuncia contra el exdirector general de Evaluación Ambiental de la Comunidad de Madrid, al que ahora el juez llama a declarar por un presunto delito de prevaricación. Mientras, los afectados recogen firmas para el cierre cautelar de la planta hasta que se realice un estudio epidemiológico.

  • Centro de tratamiento Las Lomas, en el Parque Tecnológico de Valdemingómez.

La batalla viene de lejos. Concretamente desde que en 1993 se inaugurara la incineradora de residuos de Valdemingómez, propiedad del Ayuntamiento de Madrid y gestionada por Tirmadrid.S.A, una filial del grupo ACS. El pasado mes de noviembre, un grupo de vecinos de Rivas Vaciamadrid, afectados por diversos tipos de cáncer, presentaron una denuncia contra el exdirector general de Evaluación Ambiental de la Comunidad de Madrid, José Trigueros Rodrigo, al que acusan de un delito de prevaricación por renovar en 2008 el permiso de funcionamiento de la planta sin exigir un Estudio de Impacto Ambiental. 

Según señala el auto del juez, al que ha tenido acceso Europa Press, "las anteriores actuaciones presentan características que hacen presumir la posible existencia de una infracción penal". Por eso, Trigueros, que actualmente desempeña el cargo de Director General de Carreteras e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid deberá declarar por presunta prevaricación, en calidad de investigado. Este periódico se ha puesto en contacto con él, aunque ha declinado responder a las preguntas.

Actualmente José Trigueros Rodrigo desempeña el cargo de Director General de Carreteras e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid

Los vecinos de Rivas aseguran en su denuncia que Trigueros "dictó aquella resolución de manera arbitraria y consciente, dado que por razón de su cargo y competencia conoce perfectamente la necesidad de que el referido estudio aparezca en el expediente administrativo". Y es que este alto cargo de la Comunidad cuenta con una larga trayectoria profesional. Comenzó a trabajar en el ámbito privado para Dragados y en 1996 dio el salto al Ministerio de Medioambiente, donde ocupó puestos como el de Subdirector General de Evaluación Ambiental y Actuaciones Sectoriales y de Director General de Calidad y Evaluación Ambiental. También fue Director General de Costas con el Gobierno de Aznar, entre el año 2000 y el 2004, cuando ocurrió la tragedia del Prestige. Después, Esperanza Aguirre lo recuperó para la Comunidad de Madrid, donde ha sido Viceconsejero de Medioambiente y Ordenación del Territorio, Director General de Evaluación Ambiental (en la época en que otorgó la licencia a la incineradora de Valdemingómez), Director General de Urbanismo y Ordenación del Territorio y Director General de Carreteras e Infraestructuras, puesto que ocupa ahora.

36 casos de cáncer: ¿culpa de la incineradora?

Los vecinos de Rivas relacionan sus dolencias y las de sus familiares directamente con la actividad de quema de residuos que se lleva a cabo en la planta, situada a unos 5 o 6 kilómetros de sus casas. En total, 15 mujeres y 21 hombres, de los cuales 15 ya han fallecido. Por ello han iniciado una campaña de recogida de firmas a través de la plataforma Change.org, para pedir el cierre cautelar de la planta incineradora tanto a la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, como a la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, hasta que se realice un estudio epidemiológico que determine las consecuencias que tienen las emisiones sobre los vecinos de las localidades circundantes.

Desde la plataforma de afectados por la incineradora explican que hay 9 personas afectadas con cáncer de pulmón, cinco de próstata, cuatro de mama y el resto con diversas dolencias como cáncer de colon, linfoma, cáncer en el cerebro, fibromialgia, cáncer de páncreas, piel, vejiga, útero, vaginal, lengua y leucemia. Señalan también que el domicilio o el lugar de trabajo de los enfermos en Rivas Vaciamadrid se encontraba a una distancia de entre 4,80 y 5,56 kilómetros de la incineradora (32 personas) y de 6,42 y 7,5 kilómetros (4 personas).

La limitación de los estudios científicos

Los vecinos ripenses apoyan su denuncia en un estudio epidemiológico del Instituto Carlos III, cuyos resultados sostienen la hipótesis de un posible riesgo asociado a la exposición a las emisiones de las incineradoras. Este estudio publicado en la revista Environment International en 2012, concluye que los tumores más comunes registrados en personas que viven cerca de estos centros son "el de pulmón, pleura y vesícula (hombres) y estómago (mujeres)". Asimismo, añade que los tumores se pueden manifestar con mayor probabilidad en las personas que viven a menos de cinco kilómetros de estos emplazamientos. Por ello, los afectados consideran que las enfermedades que padecen pudieran deberse a las emisiones tóxicas de la incineradora y del complejo de Valdemingómez.

El origen de los cánceres se debe a múltiples factores y la causa de su aparición no se puede achacar a una única fuente de exposición

Sin embargo, fuentes del Instituto Carlos III consultadas por Vozpópuli matizan que si bien "los resultados del estudio apoyan la hipótesis de un posible riesgo asociado a la exposición a las emisiones, las conclusiones son producto de un trabajo de investigación y su interpretación debe hacerse dentro del contexto en el cual ha sido realizado el estudio". En este sentido apuntan a que "podrían existir factores no controlados en el análisis epidemiológico que pudiesen influir en estos resultados". "En ningún momento se habla de causalidad, ya que este concepto exige otro tipo de diseño epidemiológico", añaden. El origen de los cánceres se debe a múltiples factores y la causa de su aparición no se puede achacar a una única exposición. "Influyen desde factores biológicos hasta exposiciones ambientales derivadas del entorno y de los hábitos de las personas", explican estas mismas fuentes.

Madrid somete la planta a análisis

El propio Ayuntamiento de Rivas decidía el pasado 18 de febrero personarse en la causa como acusación particular, pues considera que la ausencia del Estudio de Impacto Ambiental, -por lo que se acusa ahora a Trigueros de prevaricación- ha generado una situación de "alto riesgo" para las personas que viven en el entorno de la planta. Esta localidad se encuentra a unos cinco kilómetros de las chimeneas. "Ya hemos solicitado a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y a la Comunidad de Madrid que realicen un estudio epidemiológico sobre los posibles efectos que pueda tener la actividad de la incineradora sobre la salud de las poblaciones cercanas a Valdemingómez", señalaba el alcalde de la localidad, Pedro Del Cura

El Ayuntamiento de Madrid no descarta realizar el informe epidemiológico que solicitan los afectados

Este mismo martes, Carmena y Del Cura mantenían un desayuno de trabajo en el palacio de Cibeles, para poner en marcha una mesa de trabajo que resuelva los problemas de la Cañada Real. Aunque no trataron específicamente el tema de la incineradora, fuentes del Consistorio madrileño explican a este periódico que "se está haciendo un estudio pormenorizado y en profundidad de la planta, de sus efectos -si los hay- para saber en qué situación se encuentra". Sobre el informe epidemiológico que solicitan los afectados, el Ayuntamiento de Madrid no lo descarta en ningún caso. "Estamos investigando absolutamente todo desde el punto de vista administrativo y de funcionamiento y cuando tengamos resultados y conclusiones, decidiremos", explican. Recuerdan además, que el Ayuntamiento está elaborando un nuevo Plan de Residuos, en el que está "trabajando con asociaciones vecinales varias para identificar los olores, con máxima transparencia y participacion para que, siendo los colectivos afectados, nos ayuden en el proceso". "A efectos de estudios epidemiológicos, nos parece oportuno hacerlo, ya que ayudará a la evaluación de la situación actual", añaden.

La Comisión Europea reconoce que la incineración de residuos genera sustancias sospechosas y reconocidas como carcinógenas, como por ejemplo dioxinas, arsénico, cromo, bencina, hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), plomo, tetracloretano, hexaclorobenceno, níquel y naftalina. Desde la asociación ecologista Greenpeace advierten de que "las incineradoras generan enormes cantidades de escorias y cenizas volantes (al menos el 22,5% en peso de los residuos quemados, según los datos más conservadores)", que pueden contaminar el entorno. 

Esquema de funcionamiento de la incineradora de Valdemingómez.

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