El exdictador argentino Jorge Rafael Videla ha sido condenado este jueves a 50 años de cárcel por un tribunal de Buenos Aires por el robo sistemático de bebés durante la última dictadura militar (1976-1983), tal como pedían la Fiscalía y las Abuelas de la Plaza de Mayo.
El Tribunal Oral Federal 6 ha condenado a Videla por los delitos de sustracción, retención y ocultamiento de menores de edad y por la supresión de su identidad. Se trata de la tercera pena equivalente a la cadena perpetua que recae sobre el exdictador, explica Europa Press.
Además, el tribunal capitalino ha condenado al último dictador argentino, Reynaldo Bignone, a 15 años de prisión por la sustracción de recién nacidos. Ésta es la cuarta sentencia en su contra, ya que desde 2010 ha sido condenado a 15 y 25 años de prisión y a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad, robo, secuestro y torturas.
La sede judicial también ha condenado a 40 años de prisión al ex director de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) --uno de los principales centros de detención clandestina del país durante la dictadura militar--, Antonio Vañek. Otro antiguo responsable de esta institución, Jorge 'Tigre' Acosta, ha sido sentenciado a 30 años de cárcel.
El ex general Santiago Omar Riveros, que estuvo a cargo de los centros de detención clandestina de Campo de Mayo y 'Campito', ha recibido una pena de 20 años de prisión.
Los demás imputados --Rubén Óscar Franco, Jorge Magnacco, Juan Antonio Azic y Eduardo Ruffo, Víctor Gallo y Susana Inés Colombo-- han sido condenados a penas menores, según informa la agencia de noticias Télam.
Largo procedimiento judicial
El proceso judicial comenzó en diciembre de 1996, con la denuncia de 35 casos de apropiación, que dieron lugar a la investigación de lo ocurrido en los centros de detención clandestina de La Cacha, la Comisaría Quinta de La Plata, el Pozo de Banfield, el Vesubio, el Olimpo, Automotores Orletti, Campo de Mayo y la ESMA.
Según han informado las Abuelas de la Plaza de Mayo en un comunicado, del total de casos denunciados, 26 nietos han recuperado su identidad, mientras que ocho siguen viviendo con una identidad falsa.
Las Abuelas de la Plaza de Mayo han considerado que se trata de un juicio "histórico" para su lucha por "la reconstrucción de la memoria, la verdad y la justicia, así como "para el país en su conjunto".