La masacre en el semanario Charlie Hebdo ha conmocionado al mundo. El suceso, calificado de "carnicería" por el jefe de la región francesa, Jean-Paul Huchon, fue perpetrado por varios encapuchados identificados como jóvenes yihadistas y dejó doce víctimas mortales. Este jueves, el rotativo galo Le Monde publicó una fotografía de la redacción de la revista tras la tragedia, que se sumó a las impactantes imágenes del ataque. Entre las víctimas se encuentran cinco de los más prestigiosos dibujantes de Francia, dos policías, un encargado del mantenimiento y una psiquiatra. Pese a que las autoridades no ofrecieron una lista oficial con las víctimas, sus identidades se fueron filtrando con cuentagotas.
Laurent Léger, un superviviente de la matanza, relató en France Info cómo se vivieron aquellos terribles momentos de la redacción. "Escuchamos unos petardos, pensamos que se trataba de una broma... Se abrió la puerta y entraron unos hombres encapuchados y sujetaban un arma, un Kalashnikov o algo así con las dos manos... la barbarie entró en la redacción", explicó. "Sí gritaron Charb, pero es falso que pidieran que nos identificaramos, dispararon contra todo", indicó Léger, desmontando así la teoría de que los asesinos solicitaron a los periodistas la identificación antes de disparar. "No sé cómo lo hice y todavía me pregunto cómo puedo estar con vida, cómo me escapé" ha asegurado este periodista que pudo esconderse detrás de una mesa en la sala de reuniones.
Según el testimonio de este trabajador, los supervivientes no son conscientes de lo que ha sucedido. "Vi el horror", concluye.
Según los testigos del ataque, fueron dos personas las que entraron en la redacción y dispararon contra el personal. Según su versión, los asaltantes reivindicaron su acción con la frase "¡hemos vengado al profeta Mahoma, hemos matado a Charlie Hebdo!". Al salir del edificio, los agresores intercambiaron disparos con varios policías y huyeron inicialmente en un Citroën C3 negro que después abandonaron en la calle de Meaux, cerca de la puerta de Pantin en el distrito XIX, tras chocar contra un vehículo y golpear a un peatón, lo que les obligó a escapar corriendo, según un portavoz policial. En la tarde del jueves, las autoridades galas cercaron a dos de los sospechosos atrincherados en un edificio en la localidad de Crépy-en-Valois, en la región de Oise.
Permanentemente amenazado
Uno de los últimos ataques contra la revista tuvo lugar en 2013 cuando piratas informáticos saturaron su página web, probablemente a causa de la publicación de un suplemento especial con una biografía en cómic sobre Mahoma.
En septiembre de 2012, el semanario fue duramente criticado por publicar unas caricaturas de Mahoma, poco después de haberse producido diversos ataques a embajadas y consulados occidentales en países musulmanes por la difusión de un vídeo crítico con el islam. La publicación del semanario se agotó en los kioscos el miércoles 19 de septiembre de 2012, día de su salida, por lo que fue reeditada dos días más tarde.
Estos hechos tuvieron lugar un año después de que la redacción del semanario satírico fuera incendiada tras haber publicado otras viñetas del profeta. Concretamente, el 2 de noviembre de 2011, la sede del semanario fue incendiado después de publicar un número sobre la victoria de los islamistas en Túnez.
Anteriormente, en 2006, tuvo problemas por reproducir las caricaturas de Mahoma. En una de esas viñetas, publicadas originalmente por el periódico danés Jyllands-Posten en septiembre de 2005, el profeta vestía un turbante-bomba con la mecha encendida. Las imágenes provocaron la ira de los islamistas radicales en varios países, y el periódico recibió amenazas y llegó a ser denunciado por injurias con base religiosa.
La publicación, que entonces dirigía Philippe Val, fue absuelta en primera y segunda instancia, al considerarse que las caricaturas de Charlie Hebdo no atacaban al islam sino a los integristas.