Los ministros debatieron estrategias para reforzar la competitividad de la industria europea y respaldaron muchas de las medidas propuestas para avanzar en descarbonización, economía circular, diversificación de suministros y competitividad industrial.
También mostraron su apoyo a las iniciativas recogidas en los paquetes Ómnibus de simplificación, que abordan diversos aspectos de la legislación europea que requieren mayor flexibilidad para fortalecer la competitividad, especialmente en las PYMES.
En relación con la simplificación del Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM), los ministros centraron la discusión en la carga administrativa, el alcance de la normativa y el riesgo de fuga de carbono.
España aboga por un pilar industrial en el Fondo Europeo de Competitividad
Durante la reunión, el Gobierno de España defendió la necesidad de que el futuro Fondo Europeo de Competitividad incluya un pilar industrial, con el objetivo de potenciar el liderazgo tecnológico, asegurar las cadenas de suministro y consolidar a Europa como un actor industrial clave. La propuesta fue respaldada por Eslovaquia, Eslovenia y Portugal.
El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, subrayó que "Europa debe fortalecer sus ecosistemas industriales y garantizar una financiación ambiciosa para seguir siendo competitiva a nivel global. Solo con un fondo robusto podremos asegurar nuestro futuro”.
Por su parte, Rumanía apoyó el enfoque, pero expresó reservas sobre la redistribución de los fondos entre los Estados miembros. El ministro de Economía rumano, Ivan Bogdan-Gruia, advirtió que la distribución no debería depender de "presiones políticas entre Estados, sino garantizar el acceso equitativo de todos los países a estos recursos".
España también lideró una iniciativa respaldada por ocho delegaciones, alertando sobre la crisis que enfrenta la industria química europea. Esta propuesta insta a la Comisión Europea a diseñar una estrategia específica para apoyar al sector.
Estrategia para el Mercado Único
En la sesión del Consejo de Competitividad, dedicada al Mercado Interior, los ministros discutieron la futura Estrategia Horizontal para el Mercado Único, que la Comisión Europea presentará en mayo. El debate se centró en la inclusión de un Plan de Acción para los Servicios, con una hoja de ruta clara, objetivos específicos y plazos definidos.
Varias delegaciones reclamaron el uso de herramientas digitales para facilitar la integración de los servicios en el mercado único.
España, junto con otras 15 delegaciones, presentó un documento con medidas concretas para fortalecer el Mercado Único de la UE. Entre las principales preocupaciones expuestas estuvieron la movilidad laboral, el reconocimiento mutuo de cualificaciones profesionales y la mejora de la competitividad.
El Consejo también abordó la comunicación de la Comisión Europea titulada “Un conjunto global de instrumentos de la UE para un comercio electrónico seguro y sostenible”, presentada en febrero. En este contexto, se trataron asuntos clave como la competencia desleal, la transparencia de algoritmos, el control aduanero y la igualdad de condiciones para las empresas europeas.
Por último, la organización empresarial BusinessEurope valoró positivamente la agenda del Consejo y apoyó los esfuerzos de la Presidencia polaca para adoptar decisiones concretas que impulsen la competitividad europea, en línea con las 68 propuestas de simplificación presentadas en enero.
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