París es una megalópolis de 12 millones de habitantes. Uno de ellos es F. S., una joven profesional originaria de la zona de Burdeos que lleva tan sólo unos meses viviendo en la capital francesa, tras pasar muchos años en Madrid. La vida diaria de F.S. está siendo una montaña rusa desde que el miércoles por la mañana se produjera el atentado terrorista en la sede de Charlie Hebdo, en el distrito 11, con el resultado de 12 asesinatos.
F. S. tardó mucho en poder volver a su vivienda, situada en el 19, porque justo en la calle de al lado a la suya (Rue de Meaux) los islamistas abandonaron el vehículo con el que habían emprendido su huida. En la tarde del miércoles, se cortó la línea 5 de metro, afectando a decenas de miles de personas que tenían que volver a sus casas. La tensión no la ha abandonado en todo este tiempo, y aunque reconoce que esta mañana "la gente en el metro tenía semblante tranquilo", la realidad ha vuelto a sobresaltarles a primera hora: "¡Dios mío, hay tiroteos en la calle de mi trabajo! ¿Esto qué es?".
"No entiendo cómo la policía habrá podido perderlos. ¿No se habrán metido en otro vehículo?"
"Un poco nerviosos"
"He visto pasar ambulancias y coches de policía. En mi trabajo la gente estaba tranquila pero ahora con el tiroteo ya estamos un poco nerviosos". Por seguridad, la dirección de la empresa ha decidido "encerrarles" en el edificio y no pueden bajar a la calle. Y es que justo al lado de su empresa se ha producido el tiroteo de la calle Marie-de-Bois, que ha provocado la muerte de una agente de policía.
F.S. reconoce que en estas circunstancias es muy difícil trabajar, y no entiende qué ha podido pasar con los terroristas desde que abandonaron el vehículo. "Ellos dejaron el coche al lado de mi casa pero luego dicen que les han perdido la pista en Porte de Pantin. Y ambos sitios están al menos a 10 minutos en coche. No entiendo cómo la policía habrá podido perderlos. ¿No se habrán metido en otro vehículo?", razona F.S.