Este año el abanico es amplio, con comunicadores clásicos de esta fecha como Ramón García y Anne Igartiburu en Televisión Española y otras propuestas más jóvenes y frescas como Cristina Pedroche y Frank Blanco que harán lo propio en La Sexta. De hecho, ATresMedia se ha vuelto tan moderna que propone brindar con cerveza en lugar de con cava, aunque eso sí, todo forma parte de una insistente campaña publicitaria.
Dar las campanadas no es tarea fácil: es algo en los que todos los que han hecho esta labor coinciden. Por ejemplo, Carmen Maura recuerda su retransmisión de 1998 como un trabajo “complicadillo”, ya que debido a que la Puerta del Sol está hasta los topes casi estás atrapado en el edificio donde te encuentras y añade que, dado que se hace en un balcón abierto en pleno diciembre, se pasa mucho frío. Otros, como Martes y Trece, recordaron su experiencia como una locura ya que el follón de la calle no te permitía ni escuchar las campanadas que tan nítidamente se oyen desde casa.
Marisa Naranjo confundió los cuartos con las campanadas de 1989.
Además, es fácil equivocarse durante la emisión de las campanadas. Y si no, que se lo digan a Marisa Naranjo, la locutora que confundió los cuartos con las campanadas en 1989 y dejó a España entera sin comerse la docena de frutos correspondientes. Y es que entonces las privadas estaban naciendo y nadie concebía comerse las uvas si no era en Televisión Española, casa en la que Marisa prestaba su servicio. La pobre subsanó su error dos décadas después en Neox, retransmitiendo unas pre-campanadas en las que ofreció como mensaje que no hay que tener miedo a equivocarse.
Algo similar a lo de Marisa le sucedió a Irma Soriano, quien también confundió churras con merinas durante la llegada del año 1994. Irma insistió en que las campanadas eran cuartos, pese a que la cámara enfocase cómo avanzaba el número de uvas que había que ir comiendo. A mitad de las campanadas, invitó a los espectadores a comenzar a comer uvas, y cuando sonó la duodécima campanada dio la bienvenida a 1994 como si nada, aunque poco después, de fondo, se la oía quejarse de no haber escuchado ni carrillón ni cuartos.
Las primeras uvas no emitidas
Por aquel entonces, Irma Soriano estaba unida a Antena 3, cadena en la que había presentado La ruleta de la fortuna tomando el testigo a Mayra Gómez Kemp. Curiosamente, Mayra fue la primera presentadora que dio las campanadas para dicha cadena, en unas emisiones en prueba que no vieron la luz, y cuyos deseos al brindar fueron “por ustedes, con amor, por nosotros, con esperanza”.
En homenaje a estas primeras uvas no emitidas, la cadena le rindió un homenaje a la Gómez Kemp durante la noche del 31, en un reportaje en el que estuvo acompañada por Anna Simón y Carlos Sobera, pareja que se ha convertido casi en los Ramón García y Ana Obregón de ATresMedia.
En el año 2002, Telecinco se volvió solidaria por Nochevieja y quiso dar las campanadas desde Galicia, desde las costas donde se hundió el petrolero Prestige. Su intención era retransmitir en directo cómo doce barcos se iluminaban, pero a última hora la cosa falló debido a un temporal y se emitió un vídeo de unas pruebas del día antes. Se hizo de sopetón, sin avisar a la audiencia, lo que provocó más de un ahogamiento por semillas de uva en muchos hogares.
Carmen Sevilla se equivocó de año al finalizar las campanadas.
Y también hay quien se emociona tanto dando las campanadas que ya no sabe ni qué año entra ni cuál sale. Tal es el caso de Carmen Sevilla, quien presentó la retransmisión de las mismas uvas que se le atragantaron a Irma Soriano, las de 1994. Acompañada por José María Íñigo, la cantante, actriz y presentadora hispalense pronunciaba una frase por cada campanada, con deseos como “que viva España” o “que Dios os bendiga”, y como broche deseó a los presentes feliz 1974, quitándose ella 20 años y de paso otras dos décadas a la audiencia.
Hace ahora una década, Televisión Española fue víctima, entre comillas, de una propuesta online muy particular. No se trataba de un veto a la cadena, sino todo lo contrario: por correo electrónico se animaba a ver las campanadas que Ramón García y Ana Obregón iban a presentar. ¿El objetivo? Que cuando ambos dijesen “Feliz 2005” todo el país gritase “por el culo te la hinco”. La broma llegó a oídos de la pareja que antaño lucía palmito en ¿Qué apostamos?, y por ello se resistieron unos segundos, entre risitas, a pronunciar tal deseo navideño. Pero por si esto fuese poco, la bióloga y actriz se volvió loca y acabó tirando a la calle la capa de Ramón García. ¿Sería una venganza de que ella pasaba mucho frío luciendo escote y él iba muy tapado? Vaya usted a saber.