Joseph Oughourlian no conocía a casi nadie en el sector periodístico español cuando el fondo de inversión que preside, Amber Capital, comenzó a ascender en el accionariado de Prisa. Tampoco su nombre era familiar entre los editores, de ahí que sorprendiera la posición activista que adoptó. Primero, para desalojar a Juan Luis Cebrián de la presidencia del grupo; y, segundo, para minimizar la influencia de Ana Botín (Santander) en su Consejo de Administración.
Quienes conocen a Oughourlian explican que en esos días tuvo que elaborar su agenda mediática prácticamente desde cero. También que fue su actitud durante este proceso fue bastante activa. Entre otras cosas, porque ya había invertido 200 millones de euros en la compañía y sabía que debía moverse en Madrid de la forma adecuada.
El inversor francés conoció a José Miguel Contreras y a Miguel Barroso antes de que Pedro Sánchez llegara a Moncloa –cuentan fuentes conocedoras de estos contactos-, cuando trataba de analizar las causas por las que El País había perdido cuota de mercado en detrimento de cabeceras como eldiario.es, de Ignacio Escolar. Tras esos contactos, sacó como conclusión que la decisión de situar la cabecera en el terreno del ‘viejo PSOE’ y de mostrar hostilidad con Pedro Sánchez –capitaneada por Cebrián y Antonio Caño- era un error, dado que había ‘inflado’ a la competencia y alejado al público de izquierdas de Prisa.
Esa postura estuvo influenciada por Los Migueles, los cuales se convirtieron en dos de los principales consejeros de Oughourlian en el terreno mediático español. De ahí que el fallecimiento repentino de Barroso haya dejado al presidente de Prisa sin uno de sus principales apoyos en España.
De enemigo a consejero
Barroso fue durante un tiempo quizás el enemigo número 1 de la Prisa de Cebrián. El exsecretario de Estado de Comunicación (2004-2005) trabajó en la creación un grupo mediático de izquierdas que desligara al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero de Prisa; y suyo fue uno de los proyectos más importantes en ese sentido: el que derivó en la creación de una nueva televisión privada, LaSexta.
Este canal estuvo enfocado principalmente al entretenimiento, pero su línea editorial fue desde sus inicios favorable al PSOE. Antes de que lo comprara Atresmedia -con una deuda multimillonaria-, estuvo gestionado por José Miguel Contreras y Jaume Roures; y contó entre sus pesos pesados con Antonio García Ferreras. El alumbramiento de LaSexta sentó ‘a cuerno quemado’ en la editora de El País, donde existía la histórica reivindicación de permitir que la licencia de Canal Plus -posteriormente de Cuatro- permitiera emitir 24 horas en abierto.
La vida da muchas vueltas, así que tras la llegada de Oughourlian al poder de Prisa –que se produjo en 2021-, Barroso fue nombrado consejero. El anuncio se hizo el 19 de marzo, fiesta en una buena parte de España. Su llegada al órgano de gobierno del grupo fue visto en el sector mediático como una nueva prueba de la cercanía de 'la Prisa de Oughourlian' con el Ejecutivo.
Fuentes de la compañía inciden en que no es cierto que Barroso tuviera un despacho en la sede de El País en Miguel Yuste, tal y como han publicado distintos medios, pero reconocen su influencia en la línea editorial de la cabecera y sus buenas conexiones con el Gobierno. De hecho, fue significativo que Pedro Sánchez, asistiera el pasado domingo al tanatorio donde se velaban los restos de Barroso. La influencia del fallecido –como estratega de comunicación- fue decisiva en la segunda parte del sanchismo. De ahí que su pérdida obligue a reaccionar a Prisa.
Choque de trenes
Un informante del Gobierno llama la atención sobre el punto de inflexión que se produjo cuando la figura de Iván Redondo comenzó a perder peso en el Ejecutivo. Fue entonces cuando la voz de ‘Los Migueles’ ganó peso en el palacio presidencial, hasta el punto de convertirse en dos de los principales asesores de Sánchez.
Se da la circunstancia de que, tras el cese de la dupla conformada por Redondo y Miguel Ángel Oliver, aparecieron una serie de informaciones en la prensa que revelaron las ‘visitas’ a Moncloa de ‘Los Migueles’, lo que fue interpretado como una traición por los afectados.
Por eso, en ese entorno no sorprendió que el día después de que Oliver fuera designado como presidente de la Agencia EFE, El País publicara un editorial muy crítico con la decisión, al considerar que era un error el dejar esta empresa en manos de alguien con una relación tan evidente con Pedro Sánchez. En un contexto en el que el PSOE ha situado a varias personas de su máxima confianza en empresas públicas e instituciones, el gran señalado por ese editorial fue Oliver.
Referente en comunicación política
Unas semanas después de estos hechos, Barroso fallecía de un infarto fulminante en su domicilio de Madrid, en compañía de dos personas; y un día después de volver de Cuba, donde pasaba largas temporadas. Este trágico suceso deja a Sánchez sin un experimentado asesor –que también lo fue de otros presidentes socialistas- y a Prisa sin un peso pesado en la empresa.
Está por ver quién será el elegido por Amber Capital para llenar ese hueco, si bien desde el entorno de Oughourlian –quien no pudo estar en Madrid el domingo- apuntan a que todavía es pronto para tomar esa decisión.
Sea como sea, el principal problema del grupo no es de gobernanza, sino financiero. Su deuda era el pasado septiembre superior a los 800 millones de euros y pese al buen rumbo de sus negocios de educación y de radio, sus dificultades económicas son evidentes y así se reflejan en su balance.