Fuentes de la redacción de El País expresaban este lunes su asombro por la próxima designación de Javier Moreno como director del periódico. Su sorpresa era menor en lo que respecta a la marcha de Soledad Gallego Díaz, dado que durante las últimas semanas se había especulado con su salida tras cumplir los dos años de contrato que firmó en junio de 2018.
Gallego Díaz ha sido la directora que menos tiempo ha permanecido al frente del rotativo generalista de Prisa. Su llegada se produjo pocos meses después de la 'defenestración' de Juan Luis Cebrián, quien dejó el poder ejecutivo de la empresa entre presiones de los accionistas institucionales y del fondo Amber Capital; y que, una vez desahuciado de la presidencia, propuso la creación de una fundación para mantener una posición relevante en el grupo.
En concreto, quería situarse al frente y otorgar a la nueva estructura orgánica la posibilidad de designar al director de El País. Su idea nunca prosperó, de ahí que a partir de ese momento pasara de ser presente a pasado dentro de la compañía. Eso sí, antes de su marcha se aseguró un complemento por jubilación de 6 millones de euros, tal y como informó Prisa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El nombramiento de Gallego Díaz se produjo en la primavera de 2018. Entonces, ocurrieron dos sucesos muy significativos. Por un lado, la conexión que se estableció entre El País y el Gobierno de Pedro Sánchez, que se ha mantenido durante todo este tiempo. El socialista llegó a Moncloa sin aliados mediáticos y con una parte de su partido en contra. Sin embargo, no tardó mucho en obtener el respaldo de Prisa.
El segundo episodio que causó sorpresa, por sus formas y su magnitud, fue el despido de varios de los pesos pesados del rotativo durante la etapa de Antonio Caño como director. En conversaciones privadas, alguno de los afectados llegó a hablar de 'purga' para referirse a lo que ocurrió en la redacción del diario en los días posteriores al nombramiento de Gallego Díaz.
El muro de pago de 'El País'
El principal proyecto que se ha desarrollado en el diario durante estos dos años ha sido la puesta en marcha del 'muro de pago' de su edición digital, que se lanzó el pasado mayo con varios meses de retraso. El objetivo del grupo es compensar -al menos, una parte- el descenso del negocio del papel a través de las suscripciones.
Cuando Gallego Díaz tomó posesión de su cargo, El País ocupaba la segunda posición en Comscore, con 20,6 millones de usuarios, a 120.000 del líder, que era El Mundo. El pasado abril, era tercero, con 26,5 millones, a una distancia de casi 2 millones de 'visitantes' de La Vanguardia, que tiene la primera posición.
Entonces, la edición impresa del rotativo de Prisa difundía 166.911 ejemplares diarios, frente a los 91.700 del pasado enero, según datos de la Oficina para la Justificación de la Difusión (OJD).
El mensaje que se ha trasladado desde la Dirección de El País es que la salida de Gallego Díaz ha sido pactada y amistosa. Que fue imposible convencerla de seguir un año más y que ella misma solicitó marcharse.
Desde el inicio del estado de alarma, la acción de Prisa ha perdido más del 50% de su valor.
Su sustituto será Javier Moreno, es decir, el último director que designó Prisa para El País con Jesús de Polanco en vida. El cambio sucedió en 2006, en el 30 aniversario del periódico, con José Luis Rodríguez Zapatero en el Gobierno y con el PSOE situado entre dos tierras: por un lado, el presidente quería inflar el imperio mediático de Jaume Roures; y, por otro, la vieja guardia 'felipista', mantener la relación estrecha con Prisa.
Dos años después del nombramiento de Moreno, estalló la crisis económica mundial y, según palabras de Juan Luis Cebrián, le pilló a Prisa en mitad de una operación fundamental, como era la de deshacerse de Sogecable tras haber lanzado una multimillonaria OPA para controlar el 100% de la compañía.
La circunstancia provocó que el endeudamiento de Prisa se disparara por encima de los 5.000 millones de euros y obligó a hacer recortes en el grupo. Entonces, se planteó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que segó 129 contratos en El País. En la redacción de la calle madrileña de Miguel Yuste se recuerda a Javier Moreno como el ejecutor de ese despido colectivo. En esos años, cabe recordar que Cebrián llegó a ser uno de los ejecutivos mejor pagados de España. El grupo hacía aguas, pero su principal directivo llegó a percibir una retribución de siete cifras.
Referéndum consultivo
El Comité de Redacción del diario convocará este miércoles una consulta para cerciorarse del grado de aprobación del nombramiento de Moreno. En el periódico, nadie descarta que el resultado del referéndum consultivo sea negativo para el nuevo director.
Uno de los accionistas de Prisa llamaba este lunes la atención sobre el momento en el que se produce el cambio. Es decir, en plena crisis económica, que ha provocado un importante descenso de la inversión publicitaria en medios de comunicación y, por tanto, una caída de su cifra de negocio.
Desde el inicio del estado de alarma, la acción de Prisa ha perdido más del 50% de su valor, lo que ha provocado duras críticas de Amber Capital -principal accionista- a la forma de gestionar la compañía. En concreto, se han dirigido a Javier Monzón, su presidente no ejecutivo, antiguo 'líder' de Indra (1993-2015) y bien relacionado con el 'viejo PSOE' del felipismo.
Entre los accionistas institucionales de Prisa llamaban la atención en la noche de este lunes sobre el efecto que tendrá en Moncloa este nombramiento, dado que Moreno ha tenido relación en el pasado con las facciones de Ferraz con las que se enfrentó Pedro Sánchez durante la toma del control del PSOE.
También incidían en las consecuencias que podría tener en el desarrollo de la batalla accionarial que se libra en la cúpula del grupo, dado que el nombre de Javier Moreno ha salido de su planta noble, pero, al menos, hace dos semanas, no había llegado a Amber Capital, donde se pensaba que Gallego Díaz iba a mantenerse al frente del rotativo, según apuntaron fuentes cercanas al fondo de inversión.
Por esta razón, alguno de los accionistas interpretaba este movimiento como una victoria de Monzón sobre el dueño de Amber, el empresario Joseph Oughourlian.
Salida de Gallego Díaz
El Comité de El País fue informado en la tarde del lunes sobre los cambios del diario. Entonces, ya corría por las mesas el nombre del sustituto de Gallego Díaz, un periodista y licenciado en Ciencias Químicas que nació en París en 1963. Fue el cuarto director de la historia del rotativo, tras Juan Luis Cebrián, Joaquín Estefanía y Jesús Ceberio. En los últimos tiempos, ha comandado El País América.
En la reunión telemática celebrada con la plantilla, Moreno ha tratado de tender puentes con la redacción y ha ensalzado a su antecesora, de la que ha afirmado que ha devuelto "la credibilidad moral" al rotativo.
No obstante, en la sede Miguel Yuste todo el mundo recuerda a Moreno, aparte de por el ERE, por un hecho por el que el rotativo tuvo que pedir disculpas: la publicación de la fotografía de un enfermo intubado que supuestamente correspondía a Hugo Chávez y que había sido tomada en Cuba. Finalmente, se demostró que no pertenecía al exlíder venezolano. En ese periodo, el diario también se hizo eco de los conocidos Papeles de Bárcenas y se ofrecieron exclusivas sobre las fiestas de Silvio Berlusconi en Cerdeña o sobre las filtraciones de Wikileaks.