Todo el mundo mirando a las grandes cabalgatas de Madrid o Barcelona. Auditar hasta el más mínimo detalle que puede arruinar la ilusión de miles de niños. Los trajes tienen que ser impecables y de época, las carrozas llenas de luces y sonido, los reyes con sus barbas originales...

...pero mientras tanto, en algún lugar de la Murcia profunda, Baltasar se pone un pasamontañas negro. El betún o el corcho quemado quedan muy lejos. Nadie dice nada. Por supuesto los niños tampoco.

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No siempre hay presupuesto para tanto dispendio de vatios y disfraces. A veces no hay dinero para nada y es el barrio quien se organiza para diseñar una cabalgata lo más digna posible.

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Otras veces es la dejadez de las autoridades la que ocasiona el esperpento. Contrastes de lentejuelas con ruedas de tractor, barbas de algodón y cuatro globos hinchados a última hora. Cabalgata de Zahora. Barbate.

Pero la mayoría de las veces los adefesios reales son fruto de una mente no muy brillante que tiene una epifanía y decide reutilizar recursos públicos para salir del paso. Cuando esto pasa en pequeñoas poblaciones rurales el resultado es hilarante.

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No solo en los grandes recursos metemos la pata, los detalles también duelen. Observen este cartel particular visto en la cabalgata de Lugo.

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El tema de Baltasar no lo hemos superado. La cutrez de pintar al concejal de turno en vez de usar un negro de verdad sigue coleando. A pesar algunos bochornos históricos, como el de Gallardón o Jesulín, todavía hay ayuntamientos que siguen tirando de corcho quemado.

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Un truco para no tener que pintar a un blanco de negro es pintar de más blanco a Melchor y Gaspar para que el blanco sin pintar parezca negro. Sí, como suena... 

Pero el problema del buen gusto no acaba en el concejal de turno, las marcas que se comprometen a invertir y patrocinar la 'fiesta de la ilusión' a veces lo hacen desde el terror. Es imposible que los niños no acaben traumatizados.

Capítulo también a destacar la cutrez de casi TODOS los partidos políticos al meter una mano adoctrinante en las cabalgatas mientras que con la otra reprochan lo mismo al vecino.

Tanto el PP

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Como el Psoe

Como Ciudadanos

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Por que aquí de adoctrinar no se libra ni el ejército. Los niños tienen que aprender de bien pequeños quién es el que manda y enseñarles que los camellos eran, en realidad, vehículos blindados de guerra. Así vinieron los Reyes en la cabalgata Legionaria de Ceuta.

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