Noble, guapo, joven, deportista, dicen los que le conocen que muy divertido y, además, un chico inteligente. Diego Osorio, hijo del ya fallecido Miguel Osorio y Díez de Rivera, marqués de los Balbases y conde de la Corzana,  rompe los esquemas del prototipo guaperas y pijo. Licenciado en Administración de Empresas y en Finanzas Internacionales, ha sido educado en los mejores colegios de Inglaterra.

A caballo entre Madrid y Nueva York, Diego Osorio ha trabajado como socio en la gestora patrimonial MFO, y hace poco se ha asociado con Vinnie Potestivo, que es un productor de TV y director de casting americano, de ahí sus largas estancias en Nueva York.

Además, siempre que puede, trabaja como modelo para Sight, una de las agencias internacionales de modelos con más prestigio, siendo imagen de marcas como Ermenegildo Zenga o Ralph Lauren.

Su gran pasión, el polo

Diego Osorio siente una gran afición por los caballos y por el polo desde muy pequeño. Ya su padre era jugador de polo, y fue quien le inculcó su pasión por este deporte. Ha participado en varias ocasiones en el Torneo Internacional de Polo que se celebra en Sotogrande todos los veranos, y es habitual verle durante esos días por el Club de Polo.

Pero esa forma atlética que tiene no solo se debe al polo, sino que también practica vela, surf,  kitesurf y esquí. Hace pocas semanas pudimos verle en el Real Club Náutico de Palma  presenciando la 32ª Copa del Rey Mapfre de Vela.

Otra de sus aficiones, la caza, le costó al empresario un gran susto en 2008, al disparársele accidentalmente el arma en una cacería: la bala alcanzó la espalda de su amigo José Antonio Primo de Rivera y le produjo un traumatismo raquimedular que le ha dejado cojo de por vida. Diego Osorio fue condenado por un delito de imprudencia y obligado a pagar una multa de 150.000 euros.

Popular por sus relaciones amorosas

Si hay algo por lo que es sobradamente conocido el apuesto empresario es por sus conquistas femeninas. Según dicen, no parece difícil caer en sus redes dado su carácter abierto, divertido y ese velo intelectual que le envuelve.

Nada tiene que ver el joven noble, que saltó a las revistas del cuore como novio de Ana Boyer, la hija de Isabel Preysler y Miguel Boyer, con el chico extrovertido y seguro de sí mismo que hoy nos podemos encontrar en cualquiera de los eventos a los que acude. Un noviazgo, el de estos dos jóvenes de la jet set, con muchas cosas en común pero que pusieron fin en 2010 después de tres años de relación.

Menos le duró a Diego Osorio su affaire con la guapísima top model Eugenia Silva, con quien mantuvo una discreta relación durante el pasado año.

A principios de este año fue fotografiado paseando por Nueva York con Olivia de Borbón, durante unas vacaciones, y todo parecía presagiar que el noble galán estaba de nuevo enamorado, aunque enseguida se apresuraron a asegurar que eran solamente amigos.

Una de sus últimas conquistas parece que es la actriz María León, aunque ellos ni confirman ni desmienten nada. Se les ha visto juntos en varias ocasiones, desde que acudieron juntos en el mes de mayo al Madrid Open de Tenis, donde siempre sus confidencias y miradas, y esos intentos por entrar y salir solos de los sitios,  hablan de algo más que amistad.

Ésta sí que es una carrera en pleno ascenso para el joven aristócrata. Estoy segura de que su lista de celebrities conquistadas no ha hecho nada más que empezar.

Más que molestarle esta situación de ser el nuevo soltero de oro y ser el foco de atención de todos los flashes, y por mucho que, en alguna ocasión, haya declarado que le horroriza la palabra famoso, vemos que se mueve como pez en el agua en cualquiera de las fiestas a las que acude. Le gusta posar, y sabe cómo actuar delante de una cámara. Seguro que su íntimo amigo, el modelo vasco Jon Kortajarena,  le habrá dado las claves para triunfar en este mundo, no en vano fue elegido por Forbes como uno de los 10 modelos más influyentes del momento.  Con lo que a Diego Osorio le atrae todo este mundo de la moda y el cine, no me extrañaría que en breve le viésemos, incluso, haciendo sus pinitos como actor.