Para este debut sobre las tablas, Jorge Javier se ha rodeado de un equipo más que curtido en las artes escénicas: el director y guionista Juan Carlos Rubio (premio Lope de Vega y premio Broadway Spain, entre otros), la veterana actriz Kiti Manver (Goya a la mejor actriz de reparto por Todo por la pasta) y un reparto de lujo con actores curtidos en el musical como Edu Morlans (Hoy no me puedo levantar, Dreamland), Alejandro Vera (Mamma Mia) y Víctor González (Cabaret, Chicago).
“Si lo hago mal será culpa del director”, ha dicho Jorge Javier Vázquez entre risas este jueves durante la presentación de los medios en el Teatro Cervantes de la capital de la Costa del Sol, en un encuentro con la prensa en el que sus compañeros han remarcado su gran humildad y su disciplina a la hora de trabajar. El catalán, que este lunes estrenó Cámbiame Premium, ha comentado cuán diferente es trabajar en teatro respecto a la televisión, medio en el que nada como pez en el agua. De hecho, ha confesado que él se dejaba guiar en todo momento por Juan Carlos Rubio, algo que le ha costado lo suyo. “En televisión no le permito a nadie que me diga que repita”, señaló.
Sueño cumplido
Jorge Javier ha dicho mil y una veces que siempre soñó con ser actor, para lo cual llevaba años preparándose. Pero la seguridad que transmite delante de la pequeña pantalla no es la misma que la que posee en el escenario, y así, ha confesado que por los nervios llegó a tener una urticaria y una fiebre en el labio cuando alguna escena o canción se le resistía, muestra de lo que le imponía este nuevo reto que solo algunos privilegiados han podido ver en los pases de prueba.
De hecho, tele y teatro son tan diferentes que a la semana de empezar los ensayos –que arrancaron al día siguiente del final de Supervivientes y con un Jorge que casi no había dormido– el director tuvo que llamar a Vázquez por teléfono para decirle que en televisión podrá dejar todo por medio y que ya llegará alguien que lo recoja, pero que el teatro funciona de otra manera y que ahí cada cual recoge y ordena su ropa tras los ensayos. “Yo soy uno más y dime lo que me tengas que decir”, le decía Jorge Javier a Rubio, dejando claro que pese a todo no se le caen los anillos.
Arriesgada apuesta
En la obra, Kiti Manver y Jorge Javier serán madre e hijo, y tienen miedo de que tal parentesco resulte creíble. Un espectáculo lleno de canciones (de las que no se han adelantado títulos para que resulte más sorpresivo) y donde el de Sálvame se desnuda en cuerpo y alma para el público en “un show de un señor que tiene cojones de mostrar muchas cosas suyas”, tal como lo ha definido Manver, que esta vez jugaba en casa pues tiene origen malagueño.
Sin duda, se trata de una apuesta arriesgada, y muchos pondrán siete ojos encima de Jorge Javier para ver cómo se defiende actuando, cantando y bailando, y “puede que meta la pata, y si la meto, pues qué le vamos a hacer”.
Por su parte, Juan Carlos Rubio, el director, comentó que si aceptó este reto era en parte porque ya conocía cómo era trabajar con Jorge en el teatro –hicieron juntos un monólogo en una maratón–, y además porque ya tenía carrera en este particular subgénero que convierte en teatro la vida de una persona famosa, la cual además protagoniza la obra interpretándose a sí mismo. Un tipo de musical que se hace mucho en Estados Unidos y que en España pudimos ver, por ejemplo, en Concha. Lo que quiero es bailar, donde Concha Velasco repasaba su vida precisamente con libreto de Juan Carlos Rubio. ¿Le cantará Jorge Javier a Kiti en la obra eso de “mamá, quiero ser artista”, o quizá será ya rizar el rizo?
