La reacción al nuevo cambio de nombre ha sido inmediata. Wanda ha cambiado el gesto incluso a alguno de nuestros más insignes intelectuales...

La noticia también ha impactado al vestuario del Atlético...

Y las redes han tomado nota. No han faltado tuits, memes y más de una mofa de los tuiteros de equipos rivales. Pero, ante todo, lo que no han cesado son las ideas sobre alternativas al nuevo nombre.

Para algunos el origen chino del patrocinador, la empresa “Wanda", tenía que quedar más que claro en el nombre del estadio.

Otros han analizado el problema desde un punto de vista más común y lo han comparado a la dificultad que tienen los padres para poner nombres normales a sus hijos.

Así que lo de darle un nombre a un estadio tampoco es tarea sencilla, aunque el estadio sea “niño":

Otros, sin embargo, han visto que aquella risa floja provocada por el nombrecito no es más que un especie de venganza deportiva y nada tiene que ver con la calidad de la denominación porque estadios con nombres curiosos los tenemos –y desde hace tiempo- en España.

El hecho es que un cambio de este tipo conllevará algunos cambios de calado en cosas a las que estamos acostumbrados en el deporte nacional, sobre todo en lo que respecta a los himnos futboleros…

…y en las retransmisiones deportivas que, como ya ocurre en noches de ‘Champions’ con los ‘Emitares Stadium’, los ‘Allianz Arena’, etc, tendrán que adaptar su vocabulario a los nuevos tiempos.

Pero muchos no ven claro que seamos capaces de adaptarnos tan facilmente:

Lo que esperamos es que esta cosa de alargar por motivos comerciales o no el nombre de muchos lugares de referencia no lo llevemos demasiado lejos…

…y que no se pierda ante tanta luz de neón la esencia de este deporte o tendremos que estar pidiendo siempre perdón a los que lo hicieron grande.

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